MIYO - Un Grano de Arena
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MIYO - Un Grano de Arena
UN GRANO DE ARENA Miyo
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Capítulo 1 - La danza del silencio
El hombre es una semilla...
Desde el principio de los tiempos el hombre ha caminado en pos de la verdad. Ha intentado llegar a su templo interno sin conocer el sendero por el que debía cruzar su largo peregrinaje.
Y en este vagar el hombre está solo. Todo el resto de la naturaleza es ajeno a este viaje, no puede ser conformista ni inconformista, únicamente sufrir su destino eterno.
Sólo el hombre conoce que es incompleto porque siente la proximidad de la muerte, su eterna compañera.
Sólo él está en la angustia, en la división, en la neurosis. Sólo él se siente desamparado.
Sólo él ha perdido el sentido de la vida y muere en el aburrimiento.
El hombre es una piedra bruta, no es una escultura. Una semilla, no una flor que expande su perfume.
El mundo es perfecto en su inconsciencia, pero el hombre puede cambiar porque no está terminado. Oscila temerosamente en una cuerda floja, flotando entre el ser y el no ser, entre el consciente y el inconsciente, abierto hacia un futuro prometedor, hacia un cambio sin límites, hacia una evolución más completa.
Dios no se ha vuelto loco por crear al hombre tal y como es, sino que el hombre ha creado en cada periodo de la historia al dios que sus intereses necesitaban. Dios es la existencia en continuo movimiento, no un anciano sublimado y lleno de limitaciones, batallas y ambiciones.
Lo Divino estalla en el corazón cuando se disuelve la frontera del ego, pero no es un juez ni un fiscal de nuestra vida. Sólo la política religiosa ha creado un mundo lleno de mandamientos y de normas. Lo real es que somos jueces y condenados en este juicio implacable de la balanza interna.
El futuro del hombre está lleno de luz, y sus posibilidades son ilimitadas, siempre que algunos locos políticos, sedientos de poder, no lo hagan estallar antes en pedazos.
El hombre está intentando encontrar tierra fértil para enterrar sus raíces hasta tocar el centro de la Tierra y que sus ramas dancen en medio de la inmensidad del cielo. Es la celebración más grande que la naturaleza ha intentado jamás: permitir que el hijo pródigo vuelva a casa después de errar en la oscuridad, y de alcanzar el reino de la comprensión.
Generación tras generación hay hombres que siguen intentando experimentar la dicha y la alegría, siguen intentando salir del sueño en que se encuentran, abrir los ojos al mundo mágico que les rodea escondido detrás de las cosas ordinarias de cada día, al paraíso terrenal en que nace y muere la naturaleza entera y que le ha sido prometido descubrir.
La evolución de la consciencia es la meta de la naturaleza y el hombre puede alcanzar sus cumbres más altas.
Sólo él puede regresar al hogar de la unidad en una percepción plena, consciente, de la armonía universal y de la hermandad cósmica. Pero su camino es original, porque cada hombre es irrepetible. No puede caminar sobre sendas trazadas de antemano, ya que el entorno y su problemática interior es de tal complejidad que le hace único.
Y esta es la característica esencial de los seres despiertos: volar traspasando los cielos, sin mapas ni senderos establecidos, libres al viento.
Ante esto, la «vida común» es un trabajo en cadena, reglamentado por leyes, dogmas y mandamientos. Donde los padres, escuela e iglesia no te ayudan a crecer inmunizándote de las presiones sociales sino que te condicionan y te anulan. Te programan a la derrota de tu libertad.
Así, la gente muere sin comprender el objetivo del hombre: encontrar la Unidad más alta con la existencia.
La visión del Tantra implica una gran inocencia. Una transparencia sin complicaciones mentales. Una danza salvaje y primitiva en la que no se incluyen teorías o filosofías y cuyo mayor hincapié está en la experiencia.
A partir de Buda, cuya semilla todavía florece más de dos mil años después de que su cuerpo volviese a la tierra, el hombre pudo librarse de la teología de un Dios personal y violento que dirigía su vida y volvió a tomar las riendas de su destino.
Abandonad las discusiones estériles sobre las cualidades de Dios o sobre las leyes que ha dictado, porque él es un producto humano. A través de su creación el hombre ha huido de sí mismo.
Recuperad el aliento perdido y alcanzad la comprensión en el único lugar donde se vuelve posible: en vuestro corazón.
Basta de discutir sobre Dios, si alguien discute es que no conoce el silencio de lo Divino. Basta de estudiar abstrusas filosofías que nos alejan de la simpleza del alma.
Si Dios existe o si no existe lo sabremos al alcanzar la profundidad de nuestro ser. Mientras tanto es necesario olvidar todo lo que hemos aprendido sobre él para que nuestra mente, vacía y silenciosa, sea sensible a su presencia.
Hablar de Dios es traicionar al hombre, evitar la gran búsqueda y caer en la trampa de las morales y las creencias.
La experiencia de Jesús, Pitágoras, Rinzai, Patanjali, Krishna o Buda, es personal e impersonal al mismo tiempo. Diferente en su forma pero idéntica en el fondo. Cada uno de ellos es original, sin imitación, y nos enseña a encontrar nuestra propia vía rompiendo con todos los principios.
Jesús traspasó todos los dogmas con amor.
Buda cambió la religión, que de filosofía pasó a convertirse en meditación, en búsqueda personal.
Krishna violentó sistemáticamente todo lo que las buenas gentes de su tiempo creían.
Rinzai destruyó toda seguridad...
Su forma de vivir es el mensaje verdadero que nos legaron, aunque a veces parezca contradictorio con lo que más tarde se escribió sobre ellos. (¿Es que no han sido transformados los amores de Krishna con Radha y las gopis en un sendero devocional y ascético?).
Siempre se ha escrito sobre los maestros decenas o cientos de años después de su muerte, justo cuando la enseñanza corría el riesgo de desaparecer. Sólo entonces, los sucesores en línea directa dejan un mensaje codificado como testimonio ante el futuro.
...sensible a la vida...
Para el Tantra el mundo es la Unidad más grande, lo alto y lo bajo son una misma cosa, el cuerpo es el espíritu, el demonio es Dios.
Y de la misma manera que sólo a través del cuerpo puede alcanzarse el espíritu, sólo a través del demonio (del error, de la angustia, de la violencia, del sexo...) puede alcanzarse a Dios.
Lo justo no existe sin lo injusto ni el bien sin el mal.
Yin y Yang se necesitan mutuamente, y vivir un extremo es la manera más rápida de alcanzar lo que aparece como su opuesto, risa-llanto, día-noche, enfermedad-salud...
Sin pasar por la desarmonía no puede alcanzarse la paz, y si condenas lo malo lo bueno desaparecerá de tu vida, al mismo tiempo.
Condenad un extremo, y el otro huye de vosotros. Este es el problema.
Si deseáis el bien, la felicidad, la salud, la paz... en ese instante estáis llamando también al mal, la desdicha, la enfermedad y la guerra... Es el eterno juego de la dualidad anterior al Tao.
Sólo se puede llegar a lo divino pasando por lo humano, a la virtud pasando por el pecado. Por eso el pecado es sagrado.
Introduce tu consciencia en el pecado e inmediatamente te encuentras en su opuesto, en la virtud, en la calma, en la compasión.
Se consciente cuando la violencia te invade y ésta desaparece, se convierte en comprensión. Se consciente del sexo y se esfuma dejando paso a una profunda meditación...
Aceptad todo lo que llamamos negativo sin intentar luchar contra ello: odio, celos, mentira, miedo, sexualidad, cólera, ambición, angustia, agresividad...
Ser no-ambicioso no es lo mismo que aceptar la ambición, el no-ambicioso reprime y lucha contra la ambición a través de una moral externa, de unos principios. El que acepta la ambición no la juzga negativa sino que la ve como parte de lo que él es en ese instante. La transforma sin huir de ella, sin reprimirla y sin lanzarla a las capas oscuras del inconsciente donde no tardará en explotar de nuevo.
Sin aceptar la violencia nunca seréis compasivos, eliminad el sexo y Dios se alejará de vosotros inmediatamente. Por esto la humanidad de nuestro tiempo sufre una neurosis generalizada.
Abandonad los viejos conceptos que os enseñan a destruir la suciedad para gozar de la limpieza. El Tao, el Tantra, la verdad primitiva enseñar a vivir todo lo que la naturaleza -la vida- nos regala, para que la consciencia vaya extendiendo sus dominios a costa de la oscuridad, de la inconsciencia.
El verdadero Tao está más allá de la tesis y la antítesis, de lo bueno y lo malo, de lo moral y lo inmoral.
Vive la violencia, el sexo y la ambición hasta el fondo. Siente cómo estas energías bañan tu cuerpo entero. Sé consciente de todo lo que significan y compréndelos para que el amor y la compasión puedan aparecer en tu vida. Un péndulo se mueve eternamente de un extremo a otro, del bien al mal hasta que ascendemos al fiel de la balanza que se mantiene como un observador inmóvil. Así, vemos pasar ante nosotros el verano y el invierno, el odio y el amor, el orgullo y la humildad, aprendiendo de cada uno de ellos.
Porque no podemos desear que sea invierno cuando es verano, ya que tan sólo nos vaciaremos de toda energía.
Aceptar lo que es y no luchar contra lo imposible, es sabiduría. Se meditativo en cada situación y no elijas.
Este simple hecho aleja el asesinato, la cólera, la violación y la ambición, la depresión o la envidia de tu vida. Porque es imposible ser meditativo, estar en armonía con el universo y matar al mismo tiempo. Uno u otro, pero nunca los dos juntos.
Nadie puede matar, robar, ofender siendo consciente. ¿Cómo puedes robar si eres consciente de que los objetos no pueden ser poseídos; de que un papel no nos da derecho sobre la tierra madre ni sobre el agua de los manantiales; de que has de morir desnudo y de que las joyas sobrevivirán a ti, como han sobrevivido a muchas generaciones sin haberte reconocido como dueño?
El Tantra no dice que no robéis, que no hagáis el amor... porque en cuanto reprimes algo, esto se convierte en tu naturaleza se hace inconsciente y te domina. La fuerza de la energía sexual y la fuerza de la energía divina son la misma fuerza. Puede crear aun hijo fuera o aun nuevo ser dentro de nosotros.
Si te dicen «no seas violento», reprimirás tu violencia y ella se ocultará en tu inconsciente haciendo violento cada uno de tus pequeños actos y explotando hada fuera cuando menos lo esperes, cuando estés frente a seres inocentes.
El Tantra no da mandamientos, sólo dice «sé meditativo», «sé consciente».
Si estás alerta, todo lo que te esclaviza se pone a tu servicio y todo lo negativo se vuelve positivo.
Es la única enseñanza que te acepta totalmente sin darte moldes de conducta. Tú eres perfecto ya. Sé como eres. Meditativamente, conscientemente. Da igual que seas Géminis o Acuario.
Se consciente y tus obstáculos se volverán tus aliados para alcanzar una mayor integración. Un mayor conocimiento de ti mismo, y cuando comprendas totalmente una cosa, te librarás de ella. Estarás más allá de la obsesión.
Tal y como estás eres el Hijo de Dios. Vive lo que ya eres.
Ser austero significa siempre forzarse hacia algo, hacia un ideal, controlar la propia naturaleza para eliminar la suciedad. Pero la austeridad siempre es obsesiva. Tiene miedo del cuerpo, de sus reacciones, de sus necesidades. Es el camino del monje que abandona el mundo y que se niega al placer por miedo al dolor. Se escapa de la vida y la vuelve un desierto, adornada con las flores de plástico de la teología dogmática.
Aceptar lo que la vida nos ha dado es sabiduría. Aceptar la ley de la armonía, es el Tao. Experimentar el cuerpo, el amor, las emociones, la muerte y aprender de la existencia: ese es el papel del héroe, del que se enfrenta con las dificultades en vez de huir ante ellas. Así cada experiencia se vuelve una lección y la vida, la más grande entre todas las escuelas.
Ante el miedo que produce cada situación, la inseguridad ante el resultado, el temor a ser un perdedor, algunos jóvenes huyen a los seminarios o monasterios hindúes, cristianos o musulmanes. Se aparta de la materia pecaminosa y se hacen latifundistas del espíritu sublime (sus escrituras, dioses, cielos...)
Sólo es posible renunciar a lo único que en este mundo puede morir: el ego, el mental, la personalidad, tu saber. Esa es la posesión más importante. «Lo mío» debe desaparecer.
En cada paso que avances corres el riesgo de ir al fracaso y de aquí nace el miedo a la libertad. Hemos acumulado posesiones sin descanso: el cuerpo, los padres, los juguetes, los conocimientos, la mujer y los hijos, el coche, el trabajo, los ideales. Son muy pocos los que aceptan desnudos el riesgo de la vida y dejan tierra, familia y posesiones para avanzar a pesar del temor. Ellos sólo valoran al ser. Aunque pierdan todo, siguen siendo ellos mismos.
Las gentes ordinarias se han convertido en lo que poseen, pero un maestro ha conquistado un centro interior y no depende de las cosas externas.
El goce de la no posesión está más allá de las palabras. La relación libre, el disfrute sin cadenas, sin celos, sin aferrarse al otro está más allá del placer del consumo, de la codicia del que ansía acumular, del que vive la vida como una caza sin descanso que no tiene ni podrá tener fin.
Una nación empapada de la cultura de la codicia, será guerrera, amará la conquista, y en su tierra la paz será sólo un descanso entre dos batallas. Si una civilización se basa en la satisfacción de deseos ilimitados no habrá fin a la barbarie ni a la destrucción del hombre por el hombre.
Lo mismo en una u otra sociedad, en la derecha o en la izquierda, si el hombre se define por lo que tiene su vida será un infierno. Sólo en una vida comunal es posible compartir el placer del arte o el amor, la música o los pensamientos, los sufrimientos y las fiestas.
Ser y tener, esencial y accidental, verdad y mentira: los dos estados son reales, pero a través de uno de ellos tú sufres y fundido en el otro pruebas la felicidad. Escoge el color que prefieras, puedes vivir en el infierno o en la gloria. Si te aferras a lo que te rodea: posesiones, familia, conocimientos, religión, política... no podrás vivir inocentemente, tus ojos perderán toda transparencia. Sólo la percepción, la consciencia, tiene valor. Sólo ella nos lleva al centro desde donde toda acción puede surgir, y desde donde la vida es una fiesta de unidad con la creación entera.
... buscando su propio aliento
Únicamente se nos ha ofrecido la lucha como alternativa al cambio. Eres de esta forma, sé de aquella otra. Ante esta situación deberías actuar así o de esta otra manera. La vida encerrada en pastillas. Las escrituras ahogando al hombre en sus principios morales. Parsis, jaines, protestantes, cristianos, musulmanes, hindúes, mayas, tibetanos.
Miles de años de cultura han producido el hombre violento y dividido que hoy somos. No es la ausencia de cultura la culpable, sino que la causa del desastre está en los principios que establece.
El mundo no es religioso porque el estado y la religión han forzado a que cada persona se falsifique, se amolde a principios externos, decididos a veces por concilios de intelectuales y políticos.
Imitar algo es perder nuestro propio rostro. Imitar a los maestros, cuando ellos han vivido más allá de toda norma y han encontrado un camino propio e irrepetible es un contrasentido. Pero sólo así el hombre puede sufrir y sentirse culpable, y sólo así el hombre puede ser dominado por los slogans de las organizaciones políticas violentas y los sacramentos de las organizaciones religiosas. La culpabilidad es el estado más negativo del hombre porque en ella pierde contacto con sus propias raíces y es juzgado internamente con las leyes hechas por sus semejantes.
Jesús vivía en rebeldía, renunciando a las personas, al confort, rodeado de gente sencilla, sin grandes conocimientos intelectuales, seres de amor.
Sus enemigos eran las gentes buenas y los sacerdotes, los que cumplían los mandamientos y los que tenían que defender sus riquezas.
Jesús enseñó ante los rebeldes, hippies, los que antes habían vivido como borrachos, seres violentos, prostitutas y vagabundos. Y encontró la oposición de las gentes sensatas, atadas al pasado y dispuestas a todo por defender su patrimonio; tan hipócritas que hicieron de él el único Hijo de Dios y lo encerraron en la iglesia instituida, como a Krishna, a Mahoma o a Buda.
Por esto los jóvenes de hoy vuelven a enfrentarse, como ayer Jesús, a esta iglesia farisea que hoy conocemos y se alejan de los rituales para vivir el verdadero sentido de la religión, que es un grito de futuro y no de pasado, que no está atada a ningún mandamiento y que no intenta formular ni explicarse la vida, sino vivirla.
Las religiones tienen moldes para decidir cómo debes ser en vez de instrumentos para permitirte ser lo que ya eres, respirar tu propio aliento. Pero hoy están transformándose rápidamente porque las gentes no acuden a sus puertas, se han cansado de falsificarse a sí mismas y de tanta hipocresía.
Nadie sale más bendito ni más glorioso de una misa de domingo llena a rebosar de gente apelmazada que impide esa historia de amor que es la oración; mirando al reloj, llenos de nerviosismo porque la playa nos espera, ansiosos por elaborar una copiosa comida o discutir seriamente sobre la última quiniela.
La visión inocente del Tantra no es una religión, no nos dice: «el amor es pecado salvo si se dirige a la procreación». No nos impone cosas tan locas y sacrílegas como esta, No hace del amor un trabajo productivo, una fábrica de horario nocturno. -Todo esto destruye el amor.
El tantrismo insiste en que no hagamos esfuerzos porque todo lo llevamos ya dentro. Todos somos perfectos al nacer, pero es necesario pasar por la noche del ego, de la personalidad para que esta perfección se haga consciente, vuelva a ser experimentada. Toda la vida del hombre es una búsqueda de algo que ya ha conocido en el vientre de su madre.
Aunque tengas deseos de luchar, abandona la batalla, porque éste no es el modo adecuado. No se trata de una carrera universitaria, de hacer ayunos y meditaciones forzadas sino de relajarnos en la manifestación de la vida, ante las situaciones que nos trae cada día.
Transfórmate tú mismo y tu vida cambiará. No intentes cambiar las situaciones externas porque aquello de ti que no conoces subirá a la superficie y ensuciará hasta la blancura de la nieve.
Eres un árbol. No sirve para nada que intentes luchar contra él arrancando las hojas, porque volverán acrecer.
Las hojas son tus emociones, problemas, bloqueos, ansiedad. No las cortes porque la próxima vez van a nacer más fuertes y el árbol va a ser más frondoso. Cortar la raíz es cambiar tu ser directamente y esto sólo puede hacerse abandonando toda identidad.
No te identifiques con la miseria, con el sufrimiento, con la represión. Acéptalas como fruto de la única energía sagrada que todo lo alimenta y hazles frente. Míralas como ajenas a ti y así comprenderás, y cuando la comprensión llega, el problema ha dejado de existir, le esclavitud ha desaparecido.
Por eso los viejos textos insisten en que el conocimiento libera y que es la fuente de transformación más directa que existe. Pero este conocimiento no puede ser intelectual, sino vital, experimental. Fruto del contacto consciente con el problema. Sin huir de él, haciéndole frente y aceptándolo. Viéndolo cara a cara sin tapujos ni defensas, y transformándolo en un amigo que nos presta su fuerza. Comprender cada una de las inquietudes que habitan en el corazón es el camino de todo buscador, de todo Sannyasin.
Nadie puede superar ningún obstáculo sin acercarse a la muralla. Ni transformar el odio o la sexualidad sin vivirlos hasta sus últimas consecuencias. Sólo así se restablece la Unidad perdida, se vuelve a la tierra prometida donde todo es glorioso y la vida florece con exuberancia.
Hemos acabado con la locura religiosa del falso amor y de la falsa paz que siempre está preparando una nueva cruzada para salvar almas de infieles; destruyendo con la espada el cuerpo que lo Divino les ha entregado.
El centro explosivo de esta situación está en la pelvis, desde el diafragma a la zona sexual. Aquí se ha dirigido la locura destructiva de la reacción política y religiosa conservadora. Porque una persona capaz de amar, de orgasmo, de ternura nunca podrá ser manipulada ni esclavizada. Nunca será esclavo. Y ellos saben bien que los seres libres son incontrolables, enfrentan firmemente las decisiones agresivas de los políticos neuróticos; dicen no a su ardor que es ansia de poder y lucha contra sus hermanos.
Por eso las organizaciones conservadoras de todo tipo han estado de hecho, no de palabra, contra la libertad. Todas deben imponer sus idearios, luchar contra los semejantes, reprimir las ansias libertarias, imponer la disciplina central, sólo en el sufrimiento, en la miseria, los socios que se sienten culpables, llenos de odio y violencia, están disponibles. Sólo en esta tierra fértil para el abono de cualquier planta, sus ideas y fronteras contra la hermandad universal del hombre son respetadas.
El amor es la tierra fértil...
El amor es la oración más grande. y cuando estás enamorado no te acuerdas de la iglesia ni de los slogans. Sólo cuando tu vida se vuelve oscura, cuando la ambición te lleva a luchar contra el mundo, cuando la violencia o la desesperación te destruyen por dentro, aparece la culpabilidad.
Y la mejor manera para que esta situación se haga general, se convierta en la normalidad, es la represión del sexo, la castración institucional.
Sin una visión justa del sexo, el amor y la gloria se alejan de nuestra vida. Sin una experiencia consciente de la sexualidad, ésta se encauza hacia el exterior, es despilfarrada y da nacimiento a la violencia ya la ambición.
Si os encontráis con seres ansiosos por poseer o movidos por la cólera y el odio, o los celos, ya sabéis: su energía sexual ha quedado cortada de la fuente en alguna parte de su vida, y ahora ha tomado un camino equivocado. Por eso todos los políticos y sacerdotes están siempre hablando de paz y preparando la guerra.
Siempre soñando en extender sus fronteras a través de las conquistas o de las misiones compasivas. Su vida está cortada y han borrado las huellas de su origen. Unos siguiendo un ideario y otros discutiendo. Moralizando sobre un libro que ni siquiera escribió el maestro. Preocupados hasta la obsesión por la cruz, cuando Jesús demostró, resucitando, que la muerte no existía para él.
Siempre el eterno encuentro de las antiguas religiones femeninas que cantan la vida, la naturaleza, la sexualidad, lo esotérico, frente a las religiones masculinas, institucionalizadas, ascéticas, que arrastran detrás de sí como una cadena: la disciplina, el cilicio, la renuncia al mundo, la aceptación ciega de una jerarquía poderosa y un impulso moralista basado en el pecado y la culpabilidad.
Hoy se siente el nacimiento de una nueva dimensión de lo sagrado y lo religioso, en que la razón y lo mágico pueden aunar sus esfuerzos para alcanzar un nuevo tipo de relación armoniosa con el universo.
Quizás empiece a fructificar ahora la semilla de los Akhenaton, Moisés o Pitágotas, Agustín o Francisco de Asís, Mansoor o Zarathustra. Todos ellos alcanzados por una muerte aparentemente injusta, pero no por ello menos consciente, y podamos así ser testigos de la explosión de la experiencia vital común a los seres e Oriente y Occidente.
Para llegar a la torre del Amor hemos de traspasar algunos escalones. El primero es el del cuerpo, que puede catapultarnos a las cotas más altas de la disolución.
Sólo seres muy especiales, como en nuestra tradición Teresa de Jesús o Juan de la Cruz, han podido alcanzar el Amor más alto sin la experiencia corporal. Y esto ha sucedido porque su vida ha sido una aceptación total y han trascendido su sexualidad y alcanzado un plano más elevado. A través de Jesús han vivido un amor en los cuerpos sutiles y por eso las tres vías de Juan de la Cruz o las siete moradas de Teresa de Jesús son un fiel reflejo de la evolución del hombre hacia lo Divino.
No podemos pasar la vida luchando y reprimiendo y alcanzar al fin la paz. O la paz está ya en los medios o no podrá alcanzarse en los fines.
Amordazando su propia naturaleza el hombre nuevo se convierte en una remota posibilidad. Y él es un proceso, no algo establecido; está en continuo cambio, como el cauce de un río; puede llegar, o quedarse enfangado para siempre.
En nuestra sociedad, el sexo y la muerte son igualmente atemorizadores. Las costumbres y las leyes se levantan para defender a la juventud de estas dos temibles plagas.
Separación de sexos, temor a la masturbación, valoración mágica de la virginidad, ocultación de la muerte en los hospitales, desarrollo de la prostitución, proliferación de las casas de ancianos, lucha científica para la sobrevivencia después de la muerte...
Las religiones han conocido desde siempre la importancia del sexo y de la muerte, lo mismo que cualquier buscador espiritual. Han basado su visión social en el matrimonio, el pecado y la conquista del cielo para los justos después de la muerte.
En Oriente, donde muchos niños han sido testigos desde su nacimiento de un amor y entrega intensa entre sus padres, de una devoción total hacia la Divinidad en una de sus formas, la sexualidad no ha despertado por caminos fantasmales como en Occidente, (falta de contacto físico y caricias por parte de la madre, obligaciones hacia la limpieza y el control de esfínteres, temor y represión ante la masturbación infantil...) y puede ser trascendida sin la tremenda intensidad de los problemas que entre nosotros se plantean.
A nosotros no nos queda más camino que vivirla hasta el final. Porque ya hemos despertado al sexo, a la pornografía.
La sexualidad es divina como cualquier otra emoción. Es una energía sagrada que se traduce a través de las sensaciones del cuerpo. No hay fuerza de transformación como ella. Sin duda que su origen es animal, pero éste es sólo el comienzo porque el orgasmo es divino.
Los cimientos deben ser consistentes y a partir de ellos construir el edificio. Los cimientos son nuestro ser animal y el tejado es el despertar, la percepción, la armonía con el Todo.
Todas las religiones son sexuales; por fuera reprimen el sexo y por dentro los sueños revelan fiestas dionisíacas.
El Tantra trata de llegar a la profundidad de las implicaciones de la conducta sexual y sin embargo no es sexual, porque viviendo el sexo conscientemente, se disuelve; lo animal desaparece y llega el amor que es atributo del hombre.
En un sacerdote tradicional la obsesión sexual se manifiesta en cada mirada, pensamiento, actitud ante sus semejantes. Está oculta, pero puede ser descubierta estallando de mil maneras en la rigidez de su vida, en la lucha contra otras religiones, en la intransigencia hacia los otros o en sus discursos apocalípticos sobre el pecado. Los seminarios están llenos de sexualidad pervertida pues si los canales normales no se utilizan la energía sexual se dirige hacia otros lugares, anormales, patológicos, provocando la angustia. En su uso adecuado va creando una luminosidad alrededor de nuestro cuerpo, un vehículo que puede ser utilizado para llegar a planos más altos o, mejor, más profundos.
Y en este vagar el hombre está solo. Todo el resto de la naturaleza es ajeno a este viaje, no puede ser conformista ni inconformista, únicamente sufrir su destino eterno.
Sólo el hombre conoce que es incompleto porque siente la proximidad de la muerte, su eterna compañera.
Sólo él está en la angustia, en la división, en la neurosis. Sólo él se siente desamparado.
Sólo él ha perdido el sentido de la vida y muere en el aburrimiento.
El hombre es una piedra bruta, no es una escultura. Una semilla, no una flor que expande su perfume.
El mundo es perfecto en su inconsciencia, pero el hombre puede cambiar porque no está terminado. Oscila temerosamente en una cuerda floja, flotando entre el ser y el no ser, entre el consciente y el inconsciente, abierto hacia un futuro prometedor, hacia un cambio sin límites, hacia una evolución más completa.
Dios no se ha vuelto loco por crear al hombre tal y como es, sino que el hombre ha creado en cada periodo de la historia al dios que sus intereses necesitaban. Dios es la existencia en continuo movimiento, no un anciano sublimado y lleno de limitaciones, batallas y ambiciones.
Lo Divino estalla en el corazón cuando se disuelve la frontera del ego, pero no es un juez ni un fiscal de nuestra vida. Sólo la política religiosa ha creado un mundo lleno de mandamientos y de normas. Lo real es que somos jueces y condenados en este juicio implacable de la balanza interna.
El futuro del hombre está lleno de luz, y sus posibilidades son ilimitadas, siempre que algunos locos políticos, sedientos de poder, no lo hagan estallar antes en pedazos.
El hombre está intentando encontrar tierra fértil para enterrar sus raíces hasta tocar el centro de la Tierra y que sus ramas dancen en medio de la inmensidad del cielo. Es la celebración más grande que la naturaleza ha intentado jamás: permitir que el hijo pródigo vuelva a casa después de errar en la oscuridad, y de alcanzar el reino de la comprensión.
Generación tras generación hay hombres que siguen intentando experimentar la dicha y la alegría, siguen intentando salir del sueño en que se encuentran, abrir los ojos al mundo mágico que les rodea escondido detrás de las cosas ordinarias de cada día, al paraíso terrenal en que nace y muere la naturaleza entera y que le ha sido prometido descubrir.
La evolución de la consciencia es la meta de la naturaleza y el hombre puede alcanzar sus cumbres más altas.
Sólo él puede regresar al hogar de la unidad en una percepción plena, consciente, de la armonía universal y de la hermandad cósmica. Pero su camino es original, porque cada hombre es irrepetible. No puede caminar sobre sendas trazadas de antemano, ya que el entorno y su problemática interior es de tal complejidad que le hace único.
Y esta es la característica esencial de los seres despiertos: volar traspasando los cielos, sin mapas ni senderos establecidos, libres al viento.
Ante esto, la «vida común» es un trabajo en cadena, reglamentado por leyes, dogmas y mandamientos. Donde los padres, escuela e iglesia no te ayudan a crecer inmunizándote de las presiones sociales sino que te condicionan y te anulan. Te programan a la derrota de tu libertad.
Así, la gente muere sin comprender el objetivo del hombre: encontrar la Unidad más alta con la existencia.
La visión del Tantra implica una gran inocencia. Una transparencia sin complicaciones mentales. Una danza salvaje y primitiva en la que no se incluyen teorías o filosofías y cuyo mayor hincapié está en la experiencia.
A partir de Buda, cuya semilla todavía florece más de dos mil años después de que su cuerpo volviese a la tierra, el hombre pudo librarse de la teología de un Dios personal y violento que dirigía su vida y volvió a tomar las riendas de su destino.
Abandonad las discusiones estériles sobre las cualidades de Dios o sobre las leyes que ha dictado, porque él es un producto humano. A través de su creación el hombre ha huido de sí mismo.
Recuperad el aliento perdido y alcanzad la comprensión en el único lugar donde se vuelve posible: en vuestro corazón.
Basta de discutir sobre Dios, si alguien discute es que no conoce el silencio de lo Divino. Basta de estudiar abstrusas filosofías que nos alejan de la simpleza del alma.
Si Dios existe o si no existe lo sabremos al alcanzar la profundidad de nuestro ser. Mientras tanto es necesario olvidar todo lo que hemos aprendido sobre él para que nuestra mente, vacía y silenciosa, sea sensible a su presencia.
Hablar de Dios es traicionar al hombre, evitar la gran búsqueda y caer en la trampa de las morales y las creencias.
La experiencia de Jesús, Pitágoras, Rinzai, Patanjali, Krishna o Buda, es personal e impersonal al mismo tiempo. Diferente en su forma pero idéntica en el fondo. Cada uno de ellos es original, sin imitación, y nos enseña a encontrar nuestra propia vía rompiendo con todos los principios.
Jesús traspasó todos los dogmas con amor.
Buda cambió la religión, que de filosofía pasó a convertirse en meditación, en búsqueda personal.
Krishna violentó sistemáticamente todo lo que las buenas gentes de su tiempo creían.
Rinzai destruyó toda seguridad...
Su forma de vivir es el mensaje verdadero que nos legaron, aunque a veces parezca contradictorio con lo que más tarde se escribió sobre ellos. (¿Es que no han sido transformados los amores de Krishna con Radha y las gopis en un sendero devocional y ascético?).
Siempre se ha escrito sobre los maestros decenas o cientos de años después de su muerte, justo cuando la enseñanza corría el riesgo de desaparecer. Sólo entonces, los sucesores en línea directa dejan un mensaje codificado como testimonio ante el futuro.
...sensible a la vida...
Para el Tantra el mundo es la Unidad más grande, lo alto y lo bajo son una misma cosa, el cuerpo es el espíritu, el demonio es Dios.
Y de la misma manera que sólo a través del cuerpo puede alcanzarse el espíritu, sólo a través del demonio (del error, de la angustia, de la violencia, del sexo...) puede alcanzarse a Dios.
Lo justo no existe sin lo injusto ni el bien sin el mal.
Yin y Yang se necesitan mutuamente, y vivir un extremo es la manera más rápida de alcanzar lo que aparece como su opuesto, risa-llanto, día-noche, enfermedad-salud...
Sin pasar por la desarmonía no puede alcanzarse la paz, y si condenas lo malo lo bueno desaparecerá de tu vida, al mismo tiempo.
Condenad un extremo, y el otro huye de vosotros. Este es el problema.
Si deseáis el bien, la felicidad, la salud, la paz... en ese instante estáis llamando también al mal, la desdicha, la enfermedad y la guerra... Es el eterno juego de la dualidad anterior al Tao.
Sólo se puede llegar a lo divino pasando por lo humano, a la virtud pasando por el pecado. Por eso el pecado es sagrado.
Introduce tu consciencia en el pecado e inmediatamente te encuentras en su opuesto, en la virtud, en la calma, en la compasión.
Se consciente cuando la violencia te invade y ésta desaparece, se convierte en comprensión. Se consciente del sexo y se esfuma dejando paso a una profunda meditación...
Aceptad todo lo que llamamos negativo sin intentar luchar contra ello: odio, celos, mentira, miedo, sexualidad, cólera, ambición, angustia, agresividad...
Ser no-ambicioso no es lo mismo que aceptar la ambición, el no-ambicioso reprime y lucha contra la ambición a través de una moral externa, de unos principios. El que acepta la ambición no la juzga negativa sino que la ve como parte de lo que él es en ese instante. La transforma sin huir de ella, sin reprimirla y sin lanzarla a las capas oscuras del inconsciente donde no tardará en explotar de nuevo.
Sin aceptar la violencia nunca seréis compasivos, eliminad el sexo y Dios se alejará de vosotros inmediatamente. Por esto la humanidad de nuestro tiempo sufre una neurosis generalizada.
Abandonad los viejos conceptos que os enseñan a destruir la suciedad para gozar de la limpieza. El Tao, el Tantra, la verdad primitiva enseñar a vivir todo lo que la naturaleza -la vida- nos regala, para que la consciencia vaya extendiendo sus dominios a costa de la oscuridad, de la inconsciencia.
El verdadero Tao está más allá de la tesis y la antítesis, de lo bueno y lo malo, de lo moral y lo inmoral.
Vive la violencia, el sexo y la ambición hasta el fondo. Siente cómo estas energías bañan tu cuerpo entero. Sé consciente de todo lo que significan y compréndelos para que el amor y la compasión puedan aparecer en tu vida. Un péndulo se mueve eternamente de un extremo a otro, del bien al mal hasta que ascendemos al fiel de la balanza que se mantiene como un observador inmóvil. Así, vemos pasar ante nosotros el verano y el invierno, el odio y el amor, el orgullo y la humildad, aprendiendo de cada uno de ellos.
Porque no podemos desear que sea invierno cuando es verano, ya que tan sólo nos vaciaremos de toda energía.
Aceptar lo que es y no luchar contra lo imposible, es sabiduría. Se meditativo en cada situación y no elijas.
Este simple hecho aleja el asesinato, la cólera, la violación y la ambición, la depresión o la envidia de tu vida. Porque es imposible ser meditativo, estar en armonía con el universo y matar al mismo tiempo. Uno u otro, pero nunca los dos juntos.
Nadie puede matar, robar, ofender siendo consciente. ¿Cómo puedes robar si eres consciente de que los objetos no pueden ser poseídos; de que un papel no nos da derecho sobre la tierra madre ni sobre el agua de los manantiales; de que has de morir desnudo y de que las joyas sobrevivirán a ti, como han sobrevivido a muchas generaciones sin haberte reconocido como dueño?
El Tantra no dice que no robéis, que no hagáis el amor... porque en cuanto reprimes algo, esto se convierte en tu naturaleza se hace inconsciente y te domina. La fuerza de la energía sexual y la fuerza de la energía divina son la misma fuerza. Puede crear aun hijo fuera o aun nuevo ser dentro de nosotros.
Si te dicen «no seas violento», reprimirás tu violencia y ella se ocultará en tu inconsciente haciendo violento cada uno de tus pequeños actos y explotando hada fuera cuando menos lo esperes, cuando estés frente a seres inocentes.
El Tantra no da mandamientos, sólo dice «sé meditativo», «sé consciente».
Si estás alerta, todo lo que te esclaviza se pone a tu servicio y todo lo negativo se vuelve positivo.
Es la única enseñanza que te acepta totalmente sin darte moldes de conducta. Tú eres perfecto ya. Sé como eres. Meditativamente, conscientemente. Da igual que seas Géminis o Acuario.
Se consciente y tus obstáculos se volverán tus aliados para alcanzar una mayor integración. Un mayor conocimiento de ti mismo, y cuando comprendas totalmente una cosa, te librarás de ella. Estarás más allá de la obsesión.
Tal y como estás eres el Hijo de Dios. Vive lo que ya eres.
Ser austero significa siempre forzarse hacia algo, hacia un ideal, controlar la propia naturaleza para eliminar la suciedad. Pero la austeridad siempre es obsesiva. Tiene miedo del cuerpo, de sus reacciones, de sus necesidades. Es el camino del monje que abandona el mundo y que se niega al placer por miedo al dolor. Se escapa de la vida y la vuelve un desierto, adornada con las flores de plástico de la teología dogmática.
Aceptar lo que la vida nos ha dado es sabiduría. Aceptar la ley de la armonía, es el Tao. Experimentar el cuerpo, el amor, las emociones, la muerte y aprender de la existencia: ese es el papel del héroe, del que se enfrenta con las dificultades en vez de huir ante ellas. Así cada experiencia se vuelve una lección y la vida, la más grande entre todas las escuelas.
Ante el miedo que produce cada situación, la inseguridad ante el resultado, el temor a ser un perdedor, algunos jóvenes huyen a los seminarios o monasterios hindúes, cristianos o musulmanes. Se aparta de la materia pecaminosa y se hacen latifundistas del espíritu sublime (sus escrituras, dioses, cielos...)
Sólo es posible renunciar a lo único que en este mundo puede morir: el ego, el mental, la personalidad, tu saber. Esa es la posesión más importante. «Lo mío» debe desaparecer.
En cada paso que avances corres el riesgo de ir al fracaso y de aquí nace el miedo a la libertad. Hemos acumulado posesiones sin descanso: el cuerpo, los padres, los juguetes, los conocimientos, la mujer y los hijos, el coche, el trabajo, los ideales. Son muy pocos los que aceptan desnudos el riesgo de la vida y dejan tierra, familia y posesiones para avanzar a pesar del temor. Ellos sólo valoran al ser. Aunque pierdan todo, siguen siendo ellos mismos.
Las gentes ordinarias se han convertido en lo que poseen, pero un maestro ha conquistado un centro interior y no depende de las cosas externas.
El goce de la no posesión está más allá de las palabras. La relación libre, el disfrute sin cadenas, sin celos, sin aferrarse al otro está más allá del placer del consumo, de la codicia del que ansía acumular, del que vive la vida como una caza sin descanso que no tiene ni podrá tener fin.
Una nación empapada de la cultura de la codicia, será guerrera, amará la conquista, y en su tierra la paz será sólo un descanso entre dos batallas. Si una civilización se basa en la satisfacción de deseos ilimitados no habrá fin a la barbarie ni a la destrucción del hombre por el hombre.
Lo mismo en una u otra sociedad, en la derecha o en la izquierda, si el hombre se define por lo que tiene su vida será un infierno. Sólo en una vida comunal es posible compartir el placer del arte o el amor, la música o los pensamientos, los sufrimientos y las fiestas.
Ser y tener, esencial y accidental, verdad y mentira: los dos estados son reales, pero a través de uno de ellos tú sufres y fundido en el otro pruebas la felicidad. Escoge el color que prefieras, puedes vivir en el infierno o en la gloria. Si te aferras a lo que te rodea: posesiones, familia, conocimientos, religión, política... no podrás vivir inocentemente, tus ojos perderán toda transparencia. Sólo la percepción, la consciencia, tiene valor. Sólo ella nos lleva al centro desde donde toda acción puede surgir, y desde donde la vida es una fiesta de unidad con la creación entera.
... buscando su propio aliento
Únicamente se nos ha ofrecido la lucha como alternativa al cambio. Eres de esta forma, sé de aquella otra. Ante esta situación deberías actuar así o de esta otra manera. La vida encerrada en pastillas. Las escrituras ahogando al hombre en sus principios morales. Parsis, jaines, protestantes, cristianos, musulmanes, hindúes, mayas, tibetanos.
Miles de años de cultura han producido el hombre violento y dividido que hoy somos. No es la ausencia de cultura la culpable, sino que la causa del desastre está en los principios que establece.
El mundo no es religioso porque el estado y la religión han forzado a que cada persona se falsifique, se amolde a principios externos, decididos a veces por concilios de intelectuales y políticos.
Imitar algo es perder nuestro propio rostro. Imitar a los maestros, cuando ellos han vivido más allá de toda norma y han encontrado un camino propio e irrepetible es un contrasentido. Pero sólo así el hombre puede sufrir y sentirse culpable, y sólo así el hombre puede ser dominado por los slogans de las organizaciones políticas violentas y los sacramentos de las organizaciones religiosas. La culpabilidad es el estado más negativo del hombre porque en ella pierde contacto con sus propias raíces y es juzgado internamente con las leyes hechas por sus semejantes.
Jesús vivía en rebeldía, renunciando a las personas, al confort, rodeado de gente sencilla, sin grandes conocimientos intelectuales, seres de amor.
Sus enemigos eran las gentes buenas y los sacerdotes, los que cumplían los mandamientos y los que tenían que defender sus riquezas.
Jesús enseñó ante los rebeldes, hippies, los que antes habían vivido como borrachos, seres violentos, prostitutas y vagabundos. Y encontró la oposición de las gentes sensatas, atadas al pasado y dispuestas a todo por defender su patrimonio; tan hipócritas que hicieron de él el único Hijo de Dios y lo encerraron en la iglesia instituida, como a Krishna, a Mahoma o a Buda.
Por esto los jóvenes de hoy vuelven a enfrentarse, como ayer Jesús, a esta iglesia farisea que hoy conocemos y se alejan de los rituales para vivir el verdadero sentido de la religión, que es un grito de futuro y no de pasado, que no está atada a ningún mandamiento y que no intenta formular ni explicarse la vida, sino vivirla.
Las religiones tienen moldes para decidir cómo debes ser en vez de instrumentos para permitirte ser lo que ya eres, respirar tu propio aliento. Pero hoy están transformándose rápidamente porque las gentes no acuden a sus puertas, se han cansado de falsificarse a sí mismas y de tanta hipocresía.
Nadie sale más bendito ni más glorioso de una misa de domingo llena a rebosar de gente apelmazada que impide esa historia de amor que es la oración; mirando al reloj, llenos de nerviosismo porque la playa nos espera, ansiosos por elaborar una copiosa comida o discutir seriamente sobre la última quiniela.
La visión inocente del Tantra no es una religión, no nos dice: «el amor es pecado salvo si se dirige a la procreación». No nos impone cosas tan locas y sacrílegas como esta, No hace del amor un trabajo productivo, una fábrica de horario nocturno. -Todo esto destruye el amor.
El tantrismo insiste en que no hagamos esfuerzos porque todo lo llevamos ya dentro. Todos somos perfectos al nacer, pero es necesario pasar por la noche del ego, de la personalidad para que esta perfección se haga consciente, vuelva a ser experimentada. Toda la vida del hombre es una búsqueda de algo que ya ha conocido en el vientre de su madre.
Aunque tengas deseos de luchar, abandona la batalla, porque éste no es el modo adecuado. No se trata de una carrera universitaria, de hacer ayunos y meditaciones forzadas sino de relajarnos en la manifestación de la vida, ante las situaciones que nos trae cada día.
Transfórmate tú mismo y tu vida cambiará. No intentes cambiar las situaciones externas porque aquello de ti que no conoces subirá a la superficie y ensuciará hasta la blancura de la nieve.
Eres un árbol. No sirve para nada que intentes luchar contra él arrancando las hojas, porque volverán acrecer.
Las hojas son tus emociones, problemas, bloqueos, ansiedad. No las cortes porque la próxima vez van a nacer más fuertes y el árbol va a ser más frondoso. Cortar la raíz es cambiar tu ser directamente y esto sólo puede hacerse abandonando toda identidad.
No te identifiques con la miseria, con el sufrimiento, con la represión. Acéptalas como fruto de la única energía sagrada que todo lo alimenta y hazles frente. Míralas como ajenas a ti y así comprenderás, y cuando la comprensión llega, el problema ha dejado de existir, le esclavitud ha desaparecido.
Por eso los viejos textos insisten en que el conocimiento libera y que es la fuente de transformación más directa que existe. Pero este conocimiento no puede ser intelectual, sino vital, experimental. Fruto del contacto consciente con el problema. Sin huir de él, haciéndole frente y aceptándolo. Viéndolo cara a cara sin tapujos ni defensas, y transformándolo en un amigo que nos presta su fuerza. Comprender cada una de las inquietudes que habitan en el corazón es el camino de todo buscador, de todo Sannyasin.
Nadie puede superar ningún obstáculo sin acercarse a la muralla. Ni transformar el odio o la sexualidad sin vivirlos hasta sus últimas consecuencias. Sólo así se restablece la Unidad perdida, se vuelve a la tierra prometida donde todo es glorioso y la vida florece con exuberancia.
Hemos acabado con la locura religiosa del falso amor y de la falsa paz que siempre está preparando una nueva cruzada para salvar almas de infieles; destruyendo con la espada el cuerpo que lo Divino les ha entregado.
El centro explosivo de esta situación está en la pelvis, desde el diafragma a la zona sexual. Aquí se ha dirigido la locura destructiva de la reacción política y religiosa conservadora. Porque una persona capaz de amar, de orgasmo, de ternura nunca podrá ser manipulada ni esclavizada. Nunca será esclavo. Y ellos saben bien que los seres libres son incontrolables, enfrentan firmemente las decisiones agresivas de los políticos neuróticos; dicen no a su ardor que es ansia de poder y lucha contra sus hermanos.
Por eso las organizaciones conservadoras de todo tipo han estado de hecho, no de palabra, contra la libertad. Todas deben imponer sus idearios, luchar contra los semejantes, reprimir las ansias libertarias, imponer la disciplina central, sólo en el sufrimiento, en la miseria, los socios que se sienten culpables, llenos de odio y violencia, están disponibles. Sólo en esta tierra fértil para el abono de cualquier planta, sus ideas y fronteras contra la hermandad universal del hombre son respetadas.
El amor es la tierra fértil...
El amor es la oración más grande. y cuando estás enamorado no te acuerdas de la iglesia ni de los slogans. Sólo cuando tu vida se vuelve oscura, cuando la ambición te lleva a luchar contra el mundo, cuando la violencia o la desesperación te destruyen por dentro, aparece la culpabilidad.
Y la mejor manera para que esta situación se haga general, se convierta en la normalidad, es la represión del sexo, la castración institucional.
Sin una visión justa del sexo, el amor y la gloria se alejan de nuestra vida. Sin una experiencia consciente de la sexualidad, ésta se encauza hacia el exterior, es despilfarrada y da nacimiento a la violencia ya la ambición.
Si os encontráis con seres ansiosos por poseer o movidos por la cólera y el odio, o los celos, ya sabéis: su energía sexual ha quedado cortada de la fuente en alguna parte de su vida, y ahora ha tomado un camino equivocado. Por eso todos los políticos y sacerdotes están siempre hablando de paz y preparando la guerra.
Siempre soñando en extender sus fronteras a través de las conquistas o de las misiones compasivas. Su vida está cortada y han borrado las huellas de su origen. Unos siguiendo un ideario y otros discutiendo. Moralizando sobre un libro que ni siquiera escribió el maestro. Preocupados hasta la obsesión por la cruz, cuando Jesús demostró, resucitando, que la muerte no existía para él.
Siempre el eterno encuentro de las antiguas religiones femeninas que cantan la vida, la naturaleza, la sexualidad, lo esotérico, frente a las religiones masculinas, institucionalizadas, ascéticas, que arrastran detrás de sí como una cadena: la disciplina, el cilicio, la renuncia al mundo, la aceptación ciega de una jerarquía poderosa y un impulso moralista basado en el pecado y la culpabilidad.
Hoy se siente el nacimiento de una nueva dimensión de lo sagrado y lo religioso, en que la razón y lo mágico pueden aunar sus esfuerzos para alcanzar un nuevo tipo de relación armoniosa con el universo.
Quizás empiece a fructificar ahora la semilla de los Akhenaton, Moisés o Pitágotas, Agustín o Francisco de Asís, Mansoor o Zarathustra. Todos ellos alcanzados por una muerte aparentemente injusta, pero no por ello menos consciente, y podamos así ser testigos de la explosión de la experiencia vital común a los seres e Oriente y Occidente.
Para llegar a la torre del Amor hemos de traspasar algunos escalones. El primero es el del cuerpo, que puede catapultarnos a las cotas más altas de la disolución.
Sólo seres muy especiales, como en nuestra tradición Teresa de Jesús o Juan de la Cruz, han podido alcanzar el Amor más alto sin la experiencia corporal. Y esto ha sucedido porque su vida ha sido una aceptación total y han trascendido su sexualidad y alcanzado un plano más elevado. A través de Jesús han vivido un amor en los cuerpos sutiles y por eso las tres vías de Juan de la Cruz o las siete moradas de Teresa de Jesús son un fiel reflejo de la evolución del hombre hacia lo Divino.
No podemos pasar la vida luchando y reprimiendo y alcanzar al fin la paz. O la paz está ya en los medios o no podrá alcanzarse en los fines.
Amordazando su propia naturaleza el hombre nuevo se convierte en una remota posibilidad. Y él es un proceso, no algo establecido; está en continuo cambio, como el cauce de un río; puede llegar, o quedarse enfangado para siempre.
En nuestra sociedad, el sexo y la muerte son igualmente atemorizadores. Las costumbres y las leyes se levantan para defender a la juventud de estas dos temibles plagas.
Separación de sexos, temor a la masturbación, valoración mágica de la virginidad, ocultación de la muerte en los hospitales, desarrollo de la prostitución, proliferación de las casas de ancianos, lucha científica para la sobrevivencia después de la muerte...
Las religiones han conocido desde siempre la importancia del sexo y de la muerte, lo mismo que cualquier buscador espiritual. Han basado su visión social en el matrimonio, el pecado y la conquista del cielo para los justos después de la muerte.
En Oriente, donde muchos niños han sido testigos desde su nacimiento de un amor y entrega intensa entre sus padres, de una devoción total hacia la Divinidad en una de sus formas, la sexualidad no ha despertado por caminos fantasmales como en Occidente, (falta de contacto físico y caricias por parte de la madre, obligaciones hacia la limpieza y el control de esfínteres, temor y represión ante la masturbación infantil...) y puede ser trascendida sin la tremenda intensidad de los problemas que entre nosotros se plantean.
A nosotros no nos queda más camino que vivirla hasta el final. Porque ya hemos despertado al sexo, a la pornografía.
La sexualidad es divina como cualquier otra emoción. Es una energía sagrada que se traduce a través de las sensaciones del cuerpo. No hay fuerza de transformación como ella. Sin duda que su origen es animal, pero éste es sólo el comienzo porque el orgasmo es divino.
Los cimientos deben ser consistentes y a partir de ellos construir el edificio. Los cimientos son nuestro ser animal y el tejado es el despertar, la percepción, la armonía con el Todo.
Todas las religiones son sexuales; por fuera reprimen el sexo y por dentro los sueños revelan fiestas dionisíacas.
El Tantra trata de llegar a la profundidad de las implicaciones de la conducta sexual y sin embargo no es sexual, porque viviendo el sexo conscientemente, se disuelve; lo animal desaparece y llega el amor que es atributo del hombre.
En un sacerdote tradicional la obsesión sexual se manifiesta en cada mirada, pensamiento, actitud ante sus semejantes. Está oculta, pero puede ser descubierta estallando de mil maneras en la rigidez de su vida, en la lucha contra otras religiones, en la intransigencia hacia los otros o en sus discursos apocalípticos sobre el pecado. Los seminarios están llenos de sexualidad pervertida pues si los canales normales no se utilizan la energía sexual se dirige hacia otros lugares, anormales, patológicos, provocando la angustia. En su uso adecuado va creando una luminosidad alrededor de nuestro cuerpo, un vehículo que puede ser utilizado para llegar a planos más altos o, mejor, más profundos.
Por si alguien está interesado en adquirir en papel impreso este libro ya descatalogado:
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Última edición por tao2013 el Sáb Mar 15, 2014 7:19 pm, editado 2 veces
tao2013- Reportero total
Re: MIYO - Un Grano de Arena
Trabajo en equipo, Lilian, ejemplo de unión grupal, una de las sintonías de la Nueva Era.
Yo pongo los textos & tú los vídeos. ¿Alguien más se anima?
Terminamos el Capítulo 1
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No se trata de juzgar para levantar ante nosotros una nueva moral, sino de volver a la religión natural, a la aceptación de lo que la naturaleza nos ha regalado. La naturaleza es la existencia, es sagrada porque es continuo cambio y espontaneidad.
El Dios siempre inmutable, creando y acogiendo como su padre a los hombres, es una historia sin sentido. Temeroso ante las fuerzas naturales el hombre creó a su Dios por encima de ellas, para poder sentirse seguro y no ser destruido por su propia ansiedad.
¿Quién creó al creador? La vida no ha sido creada. Es perpetua mutación sin fronteras. El verbo creador es el rugido del silencio que atruena los mundos con la Gran Palabra. La oración vacía que todo rebasa y alcanza.
Es el verbo, no el nombre; el amar, no el amor; el proceso, no lo inmóvil; la vida, no la muerte; las flores, el cielo, aquél manzano, el canto del ruiseñor, nosotros y esta brisa refrescante.
Todo está fundiéndose en este orgasmo continuo que es lo Divino.
El camino del amor es el camino de la muerte del ego, donde la ilusión no puede sobrevivir; allá te fundes con lo Amado y disuelves el tiempo y el espacio. Desde el río del amor alcanzas el océano que es Dios.
La aceptación total de la vida es la confianza que le mostramos a la naturaleza, a la Gran Madre. Es la manifestación de nuestro respeto y devoción. Sin leyes, morales ni creencias, el remolino de la vida nos atrapa y nos dejamos actuar en cada instante sin planes preconcebidos, sin normas externas.
La lucha ha desaparecido, no hay pecados que castigar ni juicios que vencer. Sólo mantener encendida la llama de la consciencia, instante a instante, para que cada momento la alegría y la felicidad sean nuestra única religión.
...un jardín en fiesta...
Diez mil años de cultura han destrozado al hombre. Lo han llenado de obsesión y suciedad, rodeado por siempre del veneno y la espada. Presionado por principios impuestos desde fuera, llevado a una sumisión ciega ante las leyes sociales. Separado de la naturaleza en una civilización de plástico, incapaz de bailar y danzar con la existencia. Pletórico de saber inútil, de información ociosa, ansioso de poder y de bienes materiales, luchando hasta la muerte con sus enemigos: los hombres. Por fuera la sonrisa y por dentro la guerra. Odiando por miedo a disolverse en el amor.
No, la cultura no es el antídoto de la violencia sino su vehículo.
La cultura bienpensante, burguesa, acomodada, ha reprimido lo esencial en el hombre y su energía bloqueada ha estallado en ambición y agresividad. Quienes hablan del Apocalipsis y del infierno eterno son ateos. Quienes no se aceptan tal y como son, sin cambios ni esperanzas, son ateos porque rechazan lo que la naturaleza les ha otorgado.
Las viejas cadenas de los conocimientos de generaciones enteras deben salir de nuestras cabezas. El ateo no acepta lo natural y mata la vida, el amor, la relación con los otros, las emociones...
Cuanto más vivo estás menos puedes ser definido, eres más imprevisible. Si quieres seguir dogmas, principios que definan lo que es natural, estarás más cómodo; podrás prever el futuro y tu angustia no subirá a la superficie sino que se esconderá en el fondo de tu inconsciente.
El que se entrega a lo que la vida le trae y acepta que la alegría debe ser acompañada de su hermana la tristeza, la risa del llanto, el verano del invierno y el día de la noche, puede relajarse en el continuo cambio de la existencia.
La vida no puede definirse, encerrarse, matarse. O vida o muerte. Ninguna escritura puede dar normas válidas para vivir, las normas detienen la existencia. Primero matas la vida por miedo a la aventura que significa y luego quieres gozar de ella; pero ya está muerta. Y la vida es lo Divino que nunca se repite, es creación sin límite.
¿Quién conoce algo sobre lo irracional, sobre Dios? Es imposible conocer cosas sobre él. ¿Podéis explicar cómo huele el crisantemo?
La experiencia de lo Divino no puede traducirse en palabras. Su lenguaje es la meditación, el silencio. El Tao.
La filosofía no puede aplicarse al Tao, sólo a la dualidad, al ying-yang. Todo puede ser demostrado en esta vida: que Dios existe o que no existe, que cumple esta función o la contraria, pero los argumentos no convencen a las gentes. Todo lo que tiene origen tiene que tener fin, y la vida es el cambio eterno sin comienzo ni fin. Por ningún lado existe la muerte, sólo queda en nosotros la sensación de pérdida de lo que poseemos.
Tenemos miedo de quedar solos ante la vida, desnudos, sin ataduras ante la existencia. Y eso es el ego, un espejismo de sensaciones, emociones y pensamientos que parece tener rostro, pero que sólo es un caos sin sentido moviéndose a gran velocidad.
Vipassana es la perfecta observación de este flujo, el encuentro con el testigo no nacido.
Lo que está aquí, está en todas partes, y lo que no está aquí no está en ninguna. La muerte es una ilusión, una mentira. Si mueres al ego no habrá una segunda muerte para ti; la vida es eterna, el mental ilusorio. Y si alguien intenta comprender mejor al ego, está perdido. Primero cree en él y luego quiere cambiarlo. No hay algo como un ego, sólo pensamientos sucediéndose, como la continuidad de clichés en una película. Visto desde fuera la película parece viva, pero hay pequeños espacios muertos entre dos imágenes.
Creemos ser alguien, pero no tenemos rostro; hablamos en primera persona de un fantasma evasivo. En el fondo del pozo no habita la personalidad, sólo el cambio moviendo los seres y las cosas. La vida sin origen y sin objetivos, inocente. Estamos aquí para dejarnos llevar en ese flujo, en armonía con la naturaleza, en la alegría y el compartir, en la paz y el amor.
No se trata de hace evolucionar las estructuras sociales ni de compartir los modelos interesados y habituales, sino de ser conscientes y lúcidos para fluir con la existencia gloriosa que nunca se detiene. Por eso la confianza, la sinceridad, la entrega, son más importantes que los mandamientos de cualquier religión: cristiana, marxista, hindú o bahai.
Ser algo es quedar definido, morir. y sólo aquellos que tienen miedo de lo Divino, los que tiemblan ante la espontaneidad y la transparencia que exige la vida crean las religiones en la historia. Destruyen los corazones de los hombres con temores y culpabilidad, con mandamientos políticos.
Ser cristiano, musulmán, ateo, hindú o marxista auténtico es aceptar el riesgo totalmente. Aceptar el dolor de la separación para conocer un mundo nuevo. Comprender que cuando nosotros somos positivos, el mundo entero es un amigo, dice sí, y en este sí, la lucha se aleja de tu presencia. Es estar dispuesto a sobrellevar la explosión de cada instante con los ojos abiertos, abrazando en un solo suspiro todo el amor y el odio que hemos depositado en el pecado para trascender los dos con una carcajada.
...donde todo es sagrado.
Sólo el animal en ti puede salvarte de la autodestrucción. Compréndelo y transforma tus fuerzas. Más allá de la mente, en él está escondido Dios. Las cadenas alimentan tu inconsciente. Relájate y comprende. Deja de querer controlar tu ser animal para que en un instante puedan nacer nuevas estrellas.
La cabeza ni siquiera es capaz de crear una sonrisa. El mundo que ves es el reflejo de tu ser. Flota relajado en el cauce de la corriente y permítete vivir la vida sin temor, sin agarrarte a nadie pero unido a los demás. Así, en medio del jardín florido y de la fiesta, podrás montar tu tienda en el desierto.
Lo que une a los amantes es el amar; es la total entrega la que nos transforma en estos tiempos en que el ateísmo invade cada cosa y se esconde en cada familia tradicional tras el nombre de una religión distinta. Ese ateísmo que nos dice que respetemos las leyes inviolables dadas por un dios inflexible y justiciero, que atemos nuestra vida a una sola pareja y sentenciemos el hecho en los altares que bendicen el sexo esclavo y persiguen el amor. Ese ateísmo que hace crecer las mil formas de la prostitución, que convierte a la cosa más sencilla en patológica.
Si el amor se ha perdido, Dios ya no está allí, sólo el aburrimiento y la desesperación.
Y Dios es una clave que sólo puede vivirse en la alegría.
Valorad el amor, danzad a su ritmo y olvidad la pareja. Si hay amor todo es bonito; pero si él se ha ido, ¿qué puedes hacer? Acepta el dolor de la separación y sigue adelante, fiel a ti mismo, fiel al amor, porque él es la más grande, la única religión. Si seguimos con quien no amamos, por deber, destrozaremos nuestra vida y la suya, y todo se volverá violación y pecado. La energía encontrará cauces equivocados y se traducirá en obsesión, odio, ambición y violencia, se volverá destructiva.
El amor no es un calmante para evitar la angustia. La angustia debe ser vivida intensamente, sin miedo, y así nos revelará sus escondidos secretos. El amor no es un sueño fácil, un descanso para el guerrero; la vida no descansa jamás, se mueve en el riesgo.
Todo suceso es una lección existencial a aprender, y el amor no está para luchar contra la furia acumulada. La furia es necesaria para liberamos de la contradicción que la hace nacer.
Las religiones quieren conservar la energía sexual de sus creyentes, y parece una justa aspiración; pero en la vida sólo se trasciende lo que es comprendido, y la represión es un suicidio lento.
El amor es sólo una posibilidad, no llega siempre. No es necesario ni se puede forzar, y comienza con el amor a sí mismo, aceptándose a sí mismo sin luchas ni aspiraciones. Por eso cuando el amor se ha ido, es simple: «ya no está». Y entonces las parejas se casan, quieren recuperar lo perdido, pero esto es imposible. Se casan porque ya no se aman. Cuando se sienten llenos de angustia, vacíos ante el otro, se casan para olvidar la soledad de sus vidas. Mientras florece su encuentro y el amor los enloquece, ¿quién haría planes para el futuro?
La primera cosa en el amor es disolverse. La más bella oración es fundirse en un orgasmo. La mujer puede alcanzar la cima con facilidad. Pero es muy difícil para el hombre romper las barreras de su mente estructurada.
En una segunda etapa, el hombre guardará su energía. Primero la expresará totalmente en el abrazo y después conservará su semilla, su semen. El amor relajado durante horas, consciente a lo largo de meses, esa energía llenará su vientre de luz y despertará en su base con estruendo, ascendiendo hacia los planos más altos. También la garganta de la mujer se abrirá a la luz y la energía fluirá hacia abajo, llevándola a diferentes estados sublimes de consciencia, y fundiéndose ambos en el límite del sexo, éste desaparecerá, convirtiéndose en amor. Al unir sus miradas, sus alientos, sus bocas, al estrecharse los dos cuerpos en un abrazo total experimentarán por primera vez la dicha.
Ya no hay frustración como sucedía después de eyacular, ni violencia, ni ansiedad, ni pasión, ni prisa, y la meditación se instaura suavemente en el amor. Ya no hay dos polos, sólo la unidad del Tao. Y un poco más allá hasta el mundo desaparece.
Reprimiendo la vida, el sexo, el amor se vuelve neurótico. No es amor, es posesión. Y ninguno ha llegado así al final del camino. Los grandes maestros vivieron la sexualidad en algún momento de su vida; la aceptaron como un hecho, sin luchar contra su cuerpo.
La mujer que no ha nacido a la vida sexual, que nunca ha pensado en ello, tiene más posibilidades que el hombre de llegar al final a través del amor a un maestro o a Dios, porque su energía sutil es activa, positiva, y puede ascender por sí misma a través de los canales y los centros de consciencia. Pero en el hombre es pasiva, negativa, y por eso siempre tiende a la acción, a la conquista en el plano físico. Siempre estará obsesionado con la sexualidad, en una caza continua de poder.
Si el sexo se oscurece, la vida lo hace también; como nuestras iglesias, que han alejado el canto y la alegría, el baile y el juego de la frialdad de sus murallas. Lo Divino es Todo, no se puede encerrar en un sagrario. Ni una sola cosa en este mundo puede alejarse de El, y nada existe fuera de lo sagrado, de la pura consciencia sin movimiento, de la visión inocente de un recién nacido.
El Dios siempre inmutable, creando y acogiendo como su padre a los hombres, es una historia sin sentido. Temeroso ante las fuerzas naturales el hombre creó a su Dios por encima de ellas, para poder sentirse seguro y no ser destruido por su propia ansiedad.
¿Quién creó al creador? La vida no ha sido creada. Es perpetua mutación sin fronteras. El verbo creador es el rugido del silencio que atruena los mundos con la Gran Palabra. La oración vacía que todo rebasa y alcanza.
Es el verbo, no el nombre; el amar, no el amor; el proceso, no lo inmóvil; la vida, no la muerte; las flores, el cielo, aquél manzano, el canto del ruiseñor, nosotros y esta brisa refrescante.
Todo está fundiéndose en este orgasmo continuo que es lo Divino.
El camino del amor es el camino de la muerte del ego, donde la ilusión no puede sobrevivir; allá te fundes con lo Amado y disuelves el tiempo y el espacio. Desde el río del amor alcanzas el océano que es Dios.
La aceptación total de la vida es la confianza que le mostramos a la naturaleza, a la Gran Madre. Es la manifestación de nuestro respeto y devoción. Sin leyes, morales ni creencias, el remolino de la vida nos atrapa y nos dejamos actuar en cada instante sin planes preconcebidos, sin normas externas.
La lucha ha desaparecido, no hay pecados que castigar ni juicios que vencer. Sólo mantener encendida la llama de la consciencia, instante a instante, para que cada momento la alegría y la felicidad sean nuestra única religión.
...un jardín en fiesta...
Diez mil años de cultura han destrozado al hombre. Lo han llenado de obsesión y suciedad, rodeado por siempre del veneno y la espada. Presionado por principios impuestos desde fuera, llevado a una sumisión ciega ante las leyes sociales. Separado de la naturaleza en una civilización de plástico, incapaz de bailar y danzar con la existencia. Pletórico de saber inútil, de información ociosa, ansioso de poder y de bienes materiales, luchando hasta la muerte con sus enemigos: los hombres. Por fuera la sonrisa y por dentro la guerra. Odiando por miedo a disolverse en el amor.
No, la cultura no es el antídoto de la violencia sino su vehículo.
La cultura bienpensante, burguesa, acomodada, ha reprimido lo esencial en el hombre y su energía bloqueada ha estallado en ambición y agresividad. Quienes hablan del Apocalipsis y del infierno eterno son ateos. Quienes no se aceptan tal y como son, sin cambios ni esperanzas, son ateos porque rechazan lo que la naturaleza les ha otorgado.
Las viejas cadenas de los conocimientos de generaciones enteras deben salir de nuestras cabezas. El ateo no acepta lo natural y mata la vida, el amor, la relación con los otros, las emociones...
Cuanto más vivo estás menos puedes ser definido, eres más imprevisible. Si quieres seguir dogmas, principios que definan lo que es natural, estarás más cómodo; podrás prever el futuro y tu angustia no subirá a la superficie sino que se esconderá en el fondo de tu inconsciente.
El que se entrega a lo que la vida le trae y acepta que la alegría debe ser acompañada de su hermana la tristeza, la risa del llanto, el verano del invierno y el día de la noche, puede relajarse en el continuo cambio de la existencia.
La vida no puede definirse, encerrarse, matarse. O vida o muerte. Ninguna escritura puede dar normas válidas para vivir, las normas detienen la existencia. Primero matas la vida por miedo a la aventura que significa y luego quieres gozar de ella; pero ya está muerta. Y la vida es lo Divino que nunca se repite, es creación sin límite.
¿Quién conoce algo sobre lo irracional, sobre Dios? Es imposible conocer cosas sobre él. ¿Podéis explicar cómo huele el crisantemo?
La experiencia de lo Divino no puede traducirse en palabras. Su lenguaje es la meditación, el silencio. El Tao.
La filosofía no puede aplicarse al Tao, sólo a la dualidad, al ying-yang. Todo puede ser demostrado en esta vida: que Dios existe o que no existe, que cumple esta función o la contraria, pero los argumentos no convencen a las gentes. Todo lo que tiene origen tiene que tener fin, y la vida es el cambio eterno sin comienzo ni fin. Por ningún lado existe la muerte, sólo queda en nosotros la sensación de pérdida de lo que poseemos.
Tenemos miedo de quedar solos ante la vida, desnudos, sin ataduras ante la existencia. Y eso es el ego, un espejismo de sensaciones, emociones y pensamientos que parece tener rostro, pero que sólo es un caos sin sentido moviéndose a gran velocidad.
Vipassana es la perfecta observación de este flujo, el encuentro con el testigo no nacido.
Lo que está aquí, está en todas partes, y lo que no está aquí no está en ninguna. La muerte es una ilusión, una mentira. Si mueres al ego no habrá una segunda muerte para ti; la vida es eterna, el mental ilusorio. Y si alguien intenta comprender mejor al ego, está perdido. Primero cree en él y luego quiere cambiarlo. No hay algo como un ego, sólo pensamientos sucediéndose, como la continuidad de clichés en una película. Visto desde fuera la película parece viva, pero hay pequeños espacios muertos entre dos imágenes.
Creemos ser alguien, pero no tenemos rostro; hablamos en primera persona de un fantasma evasivo. En el fondo del pozo no habita la personalidad, sólo el cambio moviendo los seres y las cosas. La vida sin origen y sin objetivos, inocente. Estamos aquí para dejarnos llevar en ese flujo, en armonía con la naturaleza, en la alegría y el compartir, en la paz y el amor.
No se trata de hace evolucionar las estructuras sociales ni de compartir los modelos interesados y habituales, sino de ser conscientes y lúcidos para fluir con la existencia gloriosa que nunca se detiene. Por eso la confianza, la sinceridad, la entrega, son más importantes que los mandamientos de cualquier religión: cristiana, marxista, hindú o bahai.
Ser algo es quedar definido, morir. y sólo aquellos que tienen miedo de lo Divino, los que tiemblan ante la espontaneidad y la transparencia que exige la vida crean las religiones en la historia. Destruyen los corazones de los hombres con temores y culpabilidad, con mandamientos políticos.
Ser cristiano, musulmán, ateo, hindú o marxista auténtico es aceptar el riesgo totalmente. Aceptar el dolor de la separación para conocer un mundo nuevo. Comprender que cuando nosotros somos positivos, el mundo entero es un amigo, dice sí, y en este sí, la lucha se aleja de tu presencia. Es estar dispuesto a sobrellevar la explosión de cada instante con los ojos abiertos, abrazando en un solo suspiro todo el amor y el odio que hemos depositado en el pecado para trascender los dos con una carcajada.
...donde todo es sagrado.
Sólo el animal en ti puede salvarte de la autodestrucción. Compréndelo y transforma tus fuerzas. Más allá de la mente, en él está escondido Dios. Las cadenas alimentan tu inconsciente. Relájate y comprende. Deja de querer controlar tu ser animal para que en un instante puedan nacer nuevas estrellas.
La cabeza ni siquiera es capaz de crear una sonrisa. El mundo que ves es el reflejo de tu ser. Flota relajado en el cauce de la corriente y permítete vivir la vida sin temor, sin agarrarte a nadie pero unido a los demás. Así, en medio del jardín florido y de la fiesta, podrás montar tu tienda en el desierto.
Lo que une a los amantes es el amar; es la total entrega la que nos transforma en estos tiempos en que el ateísmo invade cada cosa y se esconde en cada familia tradicional tras el nombre de una religión distinta. Ese ateísmo que nos dice que respetemos las leyes inviolables dadas por un dios inflexible y justiciero, que atemos nuestra vida a una sola pareja y sentenciemos el hecho en los altares que bendicen el sexo esclavo y persiguen el amor. Ese ateísmo que hace crecer las mil formas de la prostitución, que convierte a la cosa más sencilla en patológica.
Si el amor se ha perdido, Dios ya no está allí, sólo el aburrimiento y la desesperación.
Y Dios es una clave que sólo puede vivirse en la alegría.
Valorad el amor, danzad a su ritmo y olvidad la pareja. Si hay amor todo es bonito; pero si él se ha ido, ¿qué puedes hacer? Acepta el dolor de la separación y sigue adelante, fiel a ti mismo, fiel al amor, porque él es la más grande, la única religión. Si seguimos con quien no amamos, por deber, destrozaremos nuestra vida y la suya, y todo se volverá violación y pecado. La energía encontrará cauces equivocados y se traducirá en obsesión, odio, ambición y violencia, se volverá destructiva.
El amor no es un calmante para evitar la angustia. La angustia debe ser vivida intensamente, sin miedo, y así nos revelará sus escondidos secretos. El amor no es un sueño fácil, un descanso para el guerrero; la vida no descansa jamás, se mueve en el riesgo.
Todo suceso es una lección existencial a aprender, y el amor no está para luchar contra la furia acumulada. La furia es necesaria para liberamos de la contradicción que la hace nacer.
Las religiones quieren conservar la energía sexual de sus creyentes, y parece una justa aspiración; pero en la vida sólo se trasciende lo que es comprendido, y la represión es un suicidio lento.
El amor es sólo una posibilidad, no llega siempre. No es necesario ni se puede forzar, y comienza con el amor a sí mismo, aceptándose a sí mismo sin luchas ni aspiraciones. Por eso cuando el amor se ha ido, es simple: «ya no está». Y entonces las parejas se casan, quieren recuperar lo perdido, pero esto es imposible. Se casan porque ya no se aman. Cuando se sienten llenos de angustia, vacíos ante el otro, se casan para olvidar la soledad de sus vidas. Mientras florece su encuentro y el amor los enloquece, ¿quién haría planes para el futuro?
La primera cosa en el amor es disolverse. La más bella oración es fundirse en un orgasmo. La mujer puede alcanzar la cima con facilidad. Pero es muy difícil para el hombre romper las barreras de su mente estructurada.
En una segunda etapa, el hombre guardará su energía. Primero la expresará totalmente en el abrazo y después conservará su semilla, su semen. El amor relajado durante horas, consciente a lo largo de meses, esa energía llenará su vientre de luz y despertará en su base con estruendo, ascendiendo hacia los planos más altos. También la garganta de la mujer se abrirá a la luz y la energía fluirá hacia abajo, llevándola a diferentes estados sublimes de consciencia, y fundiéndose ambos en el límite del sexo, éste desaparecerá, convirtiéndose en amor. Al unir sus miradas, sus alientos, sus bocas, al estrecharse los dos cuerpos en un abrazo total experimentarán por primera vez la dicha.
Ya no hay frustración como sucedía después de eyacular, ni violencia, ni ansiedad, ni pasión, ni prisa, y la meditación se instaura suavemente en el amor. Ya no hay dos polos, sólo la unidad del Tao. Y un poco más allá hasta el mundo desaparece.
Reprimiendo la vida, el sexo, el amor se vuelve neurótico. No es amor, es posesión. Y ninguno ha llegado así al final del camino. Los grandes maestros vivieron la sexualidad en algún momento de su vida; la aceptaron como un hecho, sin luchar contra su cuerpo.
La mujer que no ha nacido a la vida sexual, que nunca ha pensado en ello, tiene más posibilidades que el hombre de llegar al final a través del amor a un maestro o a Dios, porque su energía sutil es activa, positiva, y puede ascender por sí misma a través de los canales y los centros de consciencia. Pero en el hombre es pasiva, negativa, y por eso siempre tiende a la acción, a la conquista en el plano físico. Siempre estará obsesionado con la sexualidad, en una caza continua de poder.
Si el sexo se oscurece, la vida lo hace también; como nuestras iglesias, que han alejado el canto y la alegría, el baile y el juego de la frialdad de sus murallas. Lo Divino es Todo, no se puede encerrar en un sagrario. Ni una sola cosa en este mundo puede alejarse de El, y nada existe fuera de lo sagrado, de la pura consciencia sin movimiento, de la visión inocente de un recién nacido.
Web personal de emilio Fiel:
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tao2013- Reportero total
Hola a tod@s
Hola, interesantes algunos mensajes de este tal Miyo Fiel, la verdad es que en esta época salen como hongos muchas personas que se las dan de "maestros", eso sí, muy humilde y amorosamente ell@s. Personalmente no me caso con nadie, aunque esté de acuerdo con algunas, o incluso con muchas cosas que dicen estos maestros de la Nueva Era. Creo que los mejores maestros que tenemos somos nosotros mismos, y que la evolución consiste en ver reflejados en cosas que dicen y cómo son ciertas personas, en nuestro interior. Es decir estar atentos al exterior para saber cómo somos realmente en nuestro interior. Vamos, que nos "resuene" internamente, y que eso provoque un cambio en nosotros a mejor. Pero nunca deberíamos pensar que alguien está en posesión de toda la verdad, por muy carismática que pueda ser esa persona, o por muy bien que nos caiga.
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Un cordial saludo.
Cilonar.
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Un cordial saludo.
Cilonar.
cilonar35- PIRULAS NIBIRUS
Re: MIYO - Un Grano de Arena
Amigo Cilonar:
"Miyo" no es reciente, si indagas un poco te darás cuenta de que este maestro lleva muchas décadas "en activo", desde los ´60.
"Miyo" no es reciente, si indagas un poco te darás cuenta de que este maestro lleva muchas décadas "en activo", desde los ´60.
Veamos: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
"EMILIO FIEL: Siempre considerado como uno de los pioneros de la Nueva Conciencia en España, Miyo comenzó poco antes de la década de los setenta creando el “Centro Sadhana de Yoga, Kundalini y Meditación” en el País Vasco, donde nació."
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Namasté!!!
UROTSUKIDOJI: Obra Maestra del Anime / Hentai YA en Descarga Directa:
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tao2013- Reportero total
EMILIO FIEL (MIYO) - Conferencia 10 de Abril en Santander, ENTRADA LIBRE
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Conferencia 10 de Abril en Santander, ENTRADA LIBRE
Conferencia:
El Fuego interno: de la vida cotidiana al Misterio insondable;
y presentación del libro Eres mi Diosa
Duerme en nosotros un fuego devorador que es capaz de arrasar nuestra personalidad y acabar con lo que nos define como seres separados y sufrientes. Cuando se enciende, sus llamas crean la perla secreta de la realización que antes no existía en nuestra vida, un camino real para la fusión en el Absoluto. Y es desde lo cotidiano donde emprendemos este viaje. Desde la meditación diaria, la relación con la naturaleza o la sexualidad mágica. Mirando cara a cara mi propia sombra, invocando al dios/diosa que Yo Soy, agradeciendo cada experiencia que llega a mi vida, o aplicando la conciencia en la alimentación, la danza y el aliento.
“Eres mi Diosa”, trata del amor sagrado desde la perspectiva de lo masculino consciente y creativo, creando las condiciones para la fusión amorosa de Shiva y Shakti y para abrir un camino orgásmico hacia lo divino.
ENTRADA LIBRE
Lugar del encuentro:
Librería Pompo
Plaza Pombo
Santander
Día: 10 de abril de 2014
hora de comienzo: 19 horas
¡Os esperamos!
El Fuego interno: de la vida cotidiana al Misterio insondable;
y presentación del libro Eres mi Diosa
Duerme en nosotros un fuego devorador que es capaz de arrasar nuestra personalidad y acabar con lo que nos define como seres separados y sufrientes. Cuando se enciende, sus llamas crean la perla secreta de la realización que antes no existía en nuestra vida, un camino real para la fusión en el Absoluto. Y es desde lo cotidiano donde emprendemos este viaje. Desde la meditación diaria, la relación con la naturaleza o la sexualidad mágica. Mirando cara a cara mi propia sombra, invocando al dios/diosa que Yo Soy, agradeciendo cada experiencia que llega a mi vida, o aplicando la conciencia en la alimentación, la danza y el aliento.
“Eres mi Diosa”, trata del amor sagrado desde la perspectiva de lo masculino consciente y creativo, creando las condiciones para la fusión amorosa de Shiva y Shakti y para abrir un camino orgásmico hacia lo divino.
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tao2013- Reportero total
Re: MIYO - Un Grano de Arena
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MIYO: Un Grano de Arena
Capítulo 2 - A través de la burbuja
Todo el océano en una gota...
Para recuperar la inocencia del niño que somos, sólo puede existir un camino simple y sin complicaciones. Hacernos receptivos, abiertos a la energía que todo lo inunda y permitir que nos atraviese.
Es Shakti danzando sobre el vientre de Shiva. La energía activa manifestando la consciencia, creando y recreando los mundos. Es OM, el sonido universal del corazón; es la paja dejándose sumergir en el granero para ser una con él.
El océano entero en una gota.
La obra de teatro que el maniquí -a quien llaman por nuestro nombre- juega cada día en la vida como Maya, el sutil velo de la ilusión cambiante que confundimos con Irreal. Esa cueva de paz donde nos refugiamos en el Gran Sueño observándonos comer, gozar, trabajar y reír desde su pequeño escondrijo en el corazón. Como la vela que parece siempre la misma a pesar de que en cada segundo millones de moléculas se han transformado en su interior, así nuestra mente salta agitadamente entre el pasado y el futuro, sin descanso, impidiéndonos vivir este instante presente en el que sin pensamientos nos dejamos llevar por la corriente.
En el aquí y ahora no existe el pensamiento. Sólo la acción espontánea que fluye como un rayo como total respuesta del Ser, sin limitarte a la cárcel del tiempo y del espacio, del pasado, la nación, tus posesiones, tus mentes.
Es el infinito y la eternidad fundidos en un estrecho abrazo como un orgasmo total que te enloquece. Un barco flotando en un río de lava hacia un lugar desconocido e irreal al que no podemos llegar vivos. O lo Divino o tú habéis de ser sacrificados, el tiempo y el sin tiempo, en el campo de batalla. O detengo el viaje o corro a mi extinción, porque el ego es la barrera que impide que el aire de la burbuja se funda con el cielo, y yo soy la burbuja y lo Divino es el cielo. Un viaje sin sentido hacia la nada donde nadie puede llegar a ninguna parte. Inmóviles ante el enigma irresoluble de que todo el que aspira a llegar, será aspirado a la llegada y nunca sabrá si ha llegado o no, porque ya no existe lugar ni tiempo.
Cabalgamos enloquecidos, recorriendo la tierra. Esa inexplicable comezón que nos mueve adelante, sin detenernos a pesar del riesgo, es lo Inmortal en nosotros. La beatitud de la inocencia recién nacida, el deseo irracional de ser felices de manera continua, (no un instante que se esfuma dejándonos sólo un perfume evanescente, sino esa posibilidad de sentirnos reales, de ser uno con la naturaleza) cantando alabanzas a la vida en primavera y recogiendo la savia mientras llega el invierno.
Lo que nos impide llegar allí es como una ensaladilla hecha de ideales, esfuerzos, ascetismos, planes, aspiraciones y cabezonería.
Podemos ponernos en la fila de los buscadores pero el encuentro no depende del tiempo, es algo ilógico e indeterminable ante el que nada podemos hacer. Ni siquiera Buda fue consciente de lo que había pasado bajo el árbol Bodhi, tan sólo su felicidad irradiaba sin límite. El día anterior era todavía un vagabundo como cualquiera de nosotros. Lo intentó un millón de veces y no lo consiguió, y sólo cuando acabó con todo eso, cuando dudó de Dios, de la meditación, del vacío, del amor universal, del sentido de la vida y se sentó tranquilo, muertas las esperanzas, se abrió su corazón.
Esforzándose, no lo consiguió durante años; pero al entregarse se abrieron sus ojos sin que él hiciera nada para lograrlo.
Abandonó todas sus grandes ideas y en ese mismo instante despertó su «ojo de luz». Cuando no tuvo nada se encontró de golpe con todo.
Quiso hacerlo. Puso los medios. Vivió la vida más ascética que puede imaginarse, y la oscuridad le seguía a todos lados. Abandonó toda esperanza en conseguirlo y ¡allí estaba! Tan simple y tan incomprensible. Entonces lo entendió todo: el proceso de la vida y la muerte, la causa del sufrimiento, y cómo transmutar las penas en alegría. Cuando miró en su interior comprendió lo que hasta entonces sólo podía preguntarse. Tuvo ante sí todas las respuestas en el momento en que dejó de preguntarse.
Durante años practicó una rígida Sadhana: no durmió en meses, ayunó, vivió en soledad, trabajó su cuerpo, meditó locamente, pasó por el amor y la filosofía, y todo lo que alcanzaba era parcial. Sólo aquél día, al ver la estrella de la mañana despertó de su largo sueño y reconoció que estaba despierto. Sintió la Gran Experiencia en sus entrañas, más allá de las ilusiones mentales y de la hipnosis tan extendida hoya través de las drogas, de ser el Elegido, el Iniciado para la nueva era.
Vivamos este instante sin pensar en mañana. Algo tan simple como esto es la solución.
Algo pasa. Me dan un aviso. Encargo un billete... Todo esto puede hacerse en este instante, y cuando llegue el momento de la cita, pasado mañana, entonces, en ese instante estaremos allí. Entre tanto, la calma.
Comer, vestirse, trabajar, bostezar... es todo lo que hay que hacer en cada momento, justo lo que nos traemos entre manos. Siempre disponibles para cambiar de idea en cuanto algo del escenario se modifique.
Actuando siempre con una mirada de amor y sin quedarse encerrado en planes establecidos.
Más allá de las palabras está el silencio Que comunica tu vibración interior.
Es inútil que tus palabras sean pacíficas si el amor no ha florecido en tu pecho. Y es inútil que intentes ser una copia de magnetofón porque si no tienes las cualidades de maestro, ¡simplemente, no eres un maestro! Tu propio ser no resistirá más que unos años de palabrería vacía y te hará pasar por la angustia de la mentira que has organizado.
La verdadera comunicación es sin palabras, con gestos, en la mirada, en la calma atenta.
Cualquier actitud externa es justa si en tu interior reina la calma. Puedes ponerte frente a la policía o enfrentar la violencia del lado contrario si no hay lucha en tu interior. Porque eres la primera víctima de tu odio y sólo con el amor nos volvemos invencibles. Un día crece tanto que estalla en nosotros y nos revienta el coco para siempre.
La segunda ley universal es el cambio interminable. La continua relación de los opuestos sin enfrentamiento hasta llegar al último escalón, que afirma: la fusión de los contrarios es la ley eterna y armoniosa del Tao. Verano-invierno, alegría-pena, mundano-místico... cada uno necesita del otro para existir.
Ver que el péndulo funciona entre uno y otro extremo es alcanzar el fiel de la balanza y salir de los opuestos, allá donde no hay mapas para seguir senderos trazados y los pájaros se mueven libremente.
Si coincidimos tú y yo en este momento es maravilloso, y si no, ¿qué podemos decirnos? Sólo un hasta siempre. La vida es un eterno juego del gran bailarín, de Shiva Nataraja apagando e incendiando fuegos en medio de tu cabeza. Desciende hasta tu pecho, habla con las flores, disuélvete en el amor o mira a las estrellas, canta y baila a la salida del sol al poniente, ¡en ese instante! Y llegarás, tarde o temprano, al centro de tu ser, donde el sí del corazón y el no del intelecto se funden en un ¡está bien!
Todo es perfecto aquí, en este instante. Y así, vuelas sin moverte y abandonas hasta los sentimientos más elevados. Más allá del cielo y de la devoción entras en el Jardín del Edén que estás pisando y comprendes que el mundo existe por el pensamiento, que ni siquiera sabes qué sucedió con tus antepasados. ¿Existieron sólo en sueños a pesar de sus deseos y aspiraciones; a pesar de que araban la tierra y amaban su libertad?
...vibrando en este instante...
La ilusión es el sufrimiento y el sufrimiento es la condición de la muerte.
Buda dice: «Sabed que el sufrimiento existe, comprended sus causas, tomad conciencia de que puede ser traspasado y encontrad los medios para traspasarlo». Estemos donde estemos, nos iremos solos y esa es la más grande angustia, el miedo cerval a la soledad absoluta. Sin amantes, sin coches, sin enemigos, sin libros; porque el reloj del tiempo es inexorable y sólo camina en la dirección del poniente.
Deja que la vida siga su curso sin interferir porque si lo haces sufrirás y no por eso la vida dejará de ser como es. La vida no se puede retener, como la arena del desierto, porque sólo es un proceso, un devenir, no una cosa.
Vive y así apreciarás la vida. Acepta que tus cabellos emblanquezcan y sigue creciendo sin detenerte. Tu cuerpo envejecerá, pero te mantendrás joven con la belleza interna de lo que aún palpita.
Es inútil intentar detener al sol cuando la noche está esperando fuera, y esa es la realidad del momento presente.
El cuerpo es sólo vibración, como el universo entero, y la muerte tiene que llegar algún día. O mueres hoy y cierras las cuentas pendientes o cualquier mañana sentirás que te llaman para siempre.
Entra en la meditación y disuelve tu cuerpo, que tu energía inunde la habitación y abarque los cielos, y muere alerta. Lo mismo que vigilabas tus palabras, acciones y pensamientos, entra ahora en el Gran Samadhi. Arde en el fuego del infierno que quema las impurezas de cada una de tus células y purifica tu ser del deseo. Déjate quemar y renace en un cuerpo nuevo que ve y oye porque tiene ojos y oídos, ya que pueden entregarse las llaves del Reino de los Cielos.
Sin embargo, en esta sociedad idólatra en que la ciencia con minúscula, los líderes, los principios dogmáticos o la televisión son elevados al grado de ejemplos morales y adorados por millones de personas, el hombre está encerrado en una máquina oxidada. Ha levantado tantas murallas a su alrededor para sentirse seguro ante lo inesperado que ahora está lleno de angustia para vencer su soledad, su incapacidad de comunicación, y sólo puede recurrir a intermediarios sin alma que son como palomas mensajeras.
Pero allá lejos, en este desierto enorme del mundo hay fortalezas que rodean esas torres de Babel hormigonadas que crecen en las ciudades sin nombre donde millones de «humanoides» viven hacinados y empiezan a soñar con su libertad.
Un día se entregan al ideal de la victoria y ofrecen su vida por derrumbar los barrotes de la Gran Prisión a kilómetros de distancia sin siquiera poseer la llave de su propia casa.
Creyendo que es libre ¿por qué se preocuparía el hombre de serlo? A lo más, reza cinco minutos al acostarse para que nada cambie y para que al siguiente día pueda también evadirse de los sucesos que alteran la paz de su cementerio. Los que nos rodean parecen ventanas abiertas ante nuestra percepción (siempre ha sido fácil ser analista ajeno). Pero enfocar la lámpara hacia adentro resulta una misión poco menos que imposible. Decididos como estamos a terminar con el juego, creamos tantas tensiones que apagamos la llama.
Estar presentes en la calma es todo lo que se puede hacer al comer, pasear, hablar, estudiar, observar y dejar que todo venga de su propio ritmo, que la palabra fluya sin estructuras preconcebidas y las ideas inunden a nuestra llamada este atardecer de julio soleado.
Estar en calma ante ti y en este instante, es mi ayuda. Que la tuya sea reposar en tu centro dulcemente.
El único accidente trascendental posible es chocar de cabeza con una mirada extraña, alguien centrado, distinto, que emana energía, confianza, paz, decisión en cada poro de su piel. Entonces tu vida cambia, hoyo pasado mañana. Y nunca podrás olvidarte de ese momento.
Primero intentarás imitarlo fuera, reprimirás tus emociones y jugarás a maestro, pero todo saldrá mal. No podrás soportar la libertad de los otros porque tienes necesidad de discípulos baratos, y poco a poco te quedarás solo de nuevo, hasta que un día vuelvas a encontrar alguien así y aceptes el riesgo de ser tú mismo. Desde que nacimos nos han dado planes hechos, papeles en el escenario de la familia y de la sociedad. «Haz esto» y «no hagas aquello» es el menú del día. Pero sólo hay algo que puede ser transmitido: la calma y el amor presentes en cada suceso triste o alegre de la vida.
Luego, en el amor, apostamos por la evasión, la música, las fantasías, el futuro, el trabajo, pero todo eso pasa rápido. En el amor sólo puede entrar el amor, la entrega sin condiciones en este instante, no las finanzas, ni las inversiones, ni los hijos.
El hombre o la mujer a los que amamos ahora son parte del Hombre o la Mujer total y cada uno de nosotros está compuesto por ambos. Es Shiva Ardhanarishwar, ser andrógino, el que ha vencido al nacimiento ya la muerte, y comprende el proceso entero de la naturaleza.
Cada Hombre y Mujer total están eternamente completos y la fiesta continúa sin parar, aunque los invitados cambien. Hoy María y mañana Kali. Hoy José y mañana Shiva.
Flotando en el vientre de la Madre. Acariciando su vulva portadora de dicha, en cada lugar del mapa y en todo tiempo -porque la energía lo inunda todo y es consciente- disuélvete como la sal en el océano y cada pequeño acto de tu día haces lo que tienes que hacer y sea cual sea el resultado, cumples tu función en el mundo y sonríes porque la obra no es tuya ni tú eres el actor. La tierra existía mucho antes de que tú nacieses y cuando mueras no se habrá enterado aún de la vasija que moldearon tus manos.
Ir más allá del «yo soy» es muy difícil, y entre todos los títulos, los que encadenan con más sutilidad son los espirituales.
«No soy nadie», «soy un yogui», «paso del deseo», son más tramposos que desempolvar los diplomas académicos. Un sannyasin es el que está presente en todo suceso de su vida, sin huir, haciendo frente a cada instante y situación, en la receptividad, el abdomen, la apertura.
Con la posesión, el apego, ensuciamos la naturaleza, la tratamos como el «perro de abajo» de la guestalt. La utilizamos, la destruimos para la sola satisfacción. En la comida, en la bebida, en la ropa, en los muebles o las máquinas es necesario armonizarse de nuevo con ella. Ya que sólo podemos librarnos de lo que amamos, y nunca saldremos victoriosos luchando contra nuestra pequeña pero tentacular cabeza.
«Que estos alimentos venidos del esfuerzo de otros hombres nos den fuerza y alegría para alcanzar la calma, el amor y la felicidad, y compartirlos con toda la humanidad».
No podemos imponer la velocidad a la que el cambio interior debe producirse. Pero sólo hay una gasolina que funciona, es la de no ser jamás enemigos de lo que queremos superar.
No seáis enemigos del tabaco, el alcohol, drogas, valium 10, la revista «Hola» o la televisión; porque el que quiere seguir aferrado a estas cosas y el que quiere salir de ellas es la misma persona. Y, gane quien gane, siempre perdemos, cuando la culpabilidad y los argumentos negativos sustituyen al saborear lento y consciente de este trago de coñac que tanto nos deleita.
Aprender no es acumular datos sino descubrir que algo es posible.
Todas nuestras energías están enfocadas para impedirnos crecer, porque es un proceso doloroso como sacar el pus en una herida. Cuando lo desagradable viene nos escabullimos de mil modos para no hacerle frente, recordamos historias de la infancia o nos sentimos en peligro por lo que el futuro puede traernos. Retorcemos nuestras manos o vamos al baño a hacer «pis». La cosa es ocultar lo que pasa, desaparecer, en vez de descubrir las razones del miedo. Y esto es la neurosis, un sufrir imaginativo, irreal.
Nos insultan, nos abandonan, nos ignoran y creemos tener que sufrir. Y creyendo, sufrimos. Pero no hay ninguna verdad aquí, no hay lesiones, sólo el ego está dolido o, mejor, siente profundos deseos de destruir al otro.
¿Y quienes son los otros? Esos que nos alegran o deprimen, o aquellos que nos dejan indiferentes. A unos los juzgamos por lo que nos hicieron hace 20 años, a otros por mirar a nuestra pareja. Algunos son como nosotros y nos tensan, otros nos dan tranquilidad y confianza. Unos juegan a mamá y otros a nene... pero en el fondo de todos, la misma semilla que en tu interior. Encuéntrala, y no habrá más juicios. Aceptarás al otro como es.
«El dios que mora en mí saluda al dios que mora en ti». Namasté.
Para recuperar la inocencia del niño que somos, sólo puede existir un camino simple y sin complicaciones. Hacernos receptivos, abiertos a la energía que todo lo inunda y permitir que nos atraviese.
Es Shakti danzando sobre el vientre de Shiva. La energía activa manifestando la consciencia, creando y recreando los mundos. Es OM, el sonido universal del corazón; es la paja dejándose sumergir en el granero para ser una con él.
El océano entero en una gota.
La obra de teatro que el maniquí -a quien llaman por nuestro nombre- juega cada día en la vida como Maya, el sutil velo de la ilusión cambiante que confundimos con Irreal. Esa cueva de paz donde nos refugiamos en el Gran Sueño observándonos comer, gozar, trabajar y reír desde su pequeño escondrijo en el corazón. Como la vela que parece siempre la misma a pesar de que en cada segundo millones de moléculas se han transformado en su interior, así nuestra mente salta agitadamente entre el pasado y el futuro, sin descanso, impidiéndonos vivir este instante presente en el que sin pensamientos nos dejamos llevar por la corriente.
En el aquí y ahora no existe el pensamiento. Sólo la acción espontánea que fluye como un rayo como total respuesta del Ser, sin limitarte a la cárcel del tiempo y del espacio, del pasado, la nación, tus posesiones, tus mentes.
Es el infinito y la eternidad fundidos en un estrecho abrazo como un orgasmo total que te enloquece. Un barco flotando en un río de lava hacia un lugar desconocido e irreal al que no podemos llegar vivos. O lo Divino o tú habéis de ser sacrificados, el tiempo y el sin tiempo, en el campo de batalla. O detengo el viaje o corro a mi extinción, porque el ego es la barrera que impide que el aire de la burbuja se funda con el cielo, y yo soy la burbuja y lo Divino es el cielo. Un viaje sin sentido hacia la nada donde nadie puede llegar a ninguna parte. Inmóviles ante el enigma irresoluble de que todo el que aspira a llegar, será aspirado a la llegada y nunca sabrá si ha llegado o no, porque ya no existe lugar ni tiempo.
Cabalgamos enloquecidos, recorriendo la tierra. Esa inexplicable comezón que nos mueve adelante, sin detenernos a pesar del riesgo, es lo Inmortal en nosotros. La beatitud de la inocencia recién nacida, el deseo irracional de ser felices de manera continua, (no un instante que se esfuma dejándonos sólo un perfume evanescente, sino esa posibilidad de sentirnos reales, de ser uno con la naturaleza) cantando alabanzas a la vida en primavera y recogiendo la savia mientras llega el invierno.
Lo que nos impide llegar allí es como una ensaladilla hecha de ideales, esfuerzos, ascetismos, planes, aspiraciones y cabezonería.
Podemos ponernos en la fila de los buscadores pero el encuentro no depende del tiempo, es algo ilógico e indeterminable ante el que nada podemos hacer. Ni siquiera Buda fue consciente de lo que había pasado bajo el árbol Bodhi, tan sólo su felicidad irradiaba sin límite. El día anterior era todavía un vagabundo como cualquiera de nosotros. Lo intentó un millón de veces y no lo consiguió, y sólo cuando acabó con todo eso, cuando dudó de Dios, de la meditación, del vacío, del amor universal, del sentido de la vida y se sentó tranquilo, muertas las esperanzas, se abrió su corazón.
Esforzándose, no lo consiguió durante años; pero al entregarse se abrieron sus ojos sin que él hiciera nada para lograrlo.
Abandonó todas sus grandes ideas y en ese mismo instante despertó su «ojo de luz». Cuando no tuvo nada se encontró de golpe con todo.
Quiso hacerlo. Puso los medios. Vivió la vida más ascética que puede imaginarse, y la oscuridad le seguía a todos lados. Abandonó toda esperanza en conseguirlo y ¡allí estaba! Tan simple y tan incomprensible. Entonces lo entendió todo: el proceso de la vida y la muerte, la causa del sufrimiento, y cómo transmutar las penas en alegría. Cuando miró en su interior comprendió lo que hasta entonces sólo podía preguntarse. Tuvo ante sí todas las respuestas en el momento en que dejó de preguntarse.
Durante años practicó una rígida Sadhana: no durmió en meses, ayunó, vivió en soledad, trabajó su cuerpo, meditó locamente, pasó por el amor y la filosofía, y todo lo que alcanzaba era parcial. Sólo aquél día, al ver la estrella de la mañana despertó de su largo sueño y reconoció que estaba despierto. Sintió la Gran Experiencia en sus entrañas, más allá de las ilusiones mentales y de la hipnosis tan extendida hoya través de las drogas, de ser el Elegido, el Iniciado para la nueva era.
Vivamos este instante sin pensar en mañana. Algo tan simple como esto es la solución.
Algo pasa. Me dan un aviso. Encargo un billete... Todo esto puede hacerse en este instante, y cuando llegue el momento de la cita, pasado mañana, entonces, en ese instante estaremos allí. Entre tanto, la calma.
Comer, vestirse, trabajar, bostezar... es todo lo que hay que hacer en cada momento, justo lo que nos traemos entre manos. Siempre disponibles para cambiar de idea en cuanto algo del escenario se modifique.
Actuando siempre con una mirada de amor y sin quedarse encerrado en planes establecidos.
Más allá de las palabras está el silencio Que comunica tu vibración interior.
Es inútil que tus palabras sean pacíficas si el amor no ha florecido en tu pecho. Y es inútil que intentes ser una copia de magnetofón porque si no tienes las cualidades de maestro, ¡simplemente, no eres un maestro! Tu propio ser no resistirá más que unos años de palabrería vacía y te hará pasar por la angustia de la mentira que has organizado.
La verdadera comunicación es sin palabras, con gestos, en la mirada, en la calma atenta.
Cualquier actitud externa es justa si en tu interior reina la calma. Puedes ponerte frente a la policía o enfrentar la violencia del lado contrario si no hay lucha en tu interior. Porque eres la primera víctima de tu odio y sólo con el amor nos volvemos invencibles. Un día crece tanto que estalla en nosotros y nos revienta el coco para siempre.
La segunda ley universal es el cambio interminable. La continua relación de los opuestos sin enfrentamiento hasta llegar al último escalón, que afirma: la fusión de los contrarios es la ley eterna y armoniosa del Tao. Verano-invierno, alegría-pena, mundano-místico... cada uno necesita del otro para existir.
Ver que el péndulo funciona entre uno y otro extremo es alcanzar el fiel de la balanza y salir de los opuestos, allá donde no hay mapas para seguir senderos trazados y los pájaros se mueven libremente.
Si coincidimos tú y yo en este momento es maravilloso, y si no, ¿qué podemos decirnos? Sólo un hasta siempre. La vida es un eterno juego del gran bailarín, de Shiva Nataraja apagando e incendiando fuegos en medio de tu cabeza. Desciende hasta tu pecho, habla con las flores, disuélvete en el amor o mira a las estrellas, canta y baila a la salida del sol al poniente, ¡en ese instante! Y llegarás, tarde o temprano, al centro de tu ser, donde el sí del corazón y el no del intelecto se funden en un ¡está bien!
Todo es perfecto aquí, en este instante. Y así, vuelas sin moverte y abandonas hasta los sentimientos más elevados. Más allá del cielo y de la devoción entras en el Jardín del Edén que estás pisando y comprendes que el mundo existe por el pensamiento, que ni siquiera sabes qué sucedió con tus antepasados. ¿Existieron sólo en sueños a pesar de sus deseos y aspiraciones; a pesar de que araban la tierra y amaban su libertad?
...vibrando en este instante...
La ilusión es el sufrimiento y el sufrimiento es la condición de la muerte.
Buda dice: «Sabed que el sufrimiento existe, comprended sus causas, tomad conciencia de que puede ser traspasado y encontrad los medios para traspasarlo». Estemos donde estemos, nos iremos solos y esa es la más grande angustia, el miedo cerval a la soledad absoluta. Sin amantes, sin coches, sin enemigos, sin libros; porque el reloj del tiempo es inexorable y sólo camina en la dirección del poniente.
Deja que la vida siga su curso sin interferir porque si lo haces sufrirás y no por eso la vida dejará de ser como es. La vida no se puede retener, como la arena del desierto, porque sólo es un proceso, un devenir, no una cosa.
Vive y así apreciarás la vida. Acepta que tus cabellos emblanquezcan y sigue creciendo sin detenerte. Tu cuerpo envejecerá, pero te mantendrás joven con la belleza interna de lo que aún palpita.
Es inútil intentar detener al sol cuando la noche está esperando fuera, y esa es la realidad del momento presente.
El cuerpo es sólo vibración, como el universo entero, y la muerte tiene que llegar algún día. O mueres hoy y cierras las cuentas pendientes o cualquier mañana sentirás que te llaman para siempre.
Entra en la meditación y disuelve tu cuerpo, que tu energía inunde la habitación y abarque los cielos, y muere alerta. Lo mismo que vigilabas tus palabras, acciones y pensamientos, entra ahora en el Gran Samadhi. Arde en el fuego del infierno que quema las impurezas de cada una de tus células y purifica tu ser del deseo. Déjate quemar y renace en un cuerpo nuevo que ve y oye porque tiene ojos y oídos, ya que pueden entregarse las llaves del Reino de los Cielos.
Sin embargo, en esta sociedad idólatra en que la ciencia con minúscula, los líderes, los principios dogmáticos o la televisión son elevados al grado de ejemplos morales y adorados por millones de personas, el hombre está encerrado en una máquina oxidada. Ha levantado tantas murallas a su alrededor para sentirse seguro ante lo inesperado que ahora está lleno de angustia para vencer su soledad, su incapacidad de comunicación, y sólo puede recurrir a intermediarios sin alma que son como palomas mensajeras.
Pero allá lejos, en este desierto enorme del mundo hay fortalezas que rodean esas torres de Babel hormigonadas que crecen en las ciudades sin nombre donde millones de «humanoides» viven hacinados y empiezan a soñar con su libertad.
Un día se entregan al ideal de la victoria y ofrecen su vida por derrumbar los barrotes de la Gran Prisión a kilómetros de distancia sin siquiera poseer la llave de su propia casa.
Creyendo que es libre ¿por qué se preocuparía el hombre de serlo? A lo más, reza cinco minutos al acostarse para que nada cambie y para que al siguiente día pueda también evadirse de los sucesos que alteran la paz de su cementerio. Los que nos rodean parecen ventanas abiertas ante nuestra percepción (siempre ha sido fácil ser analista ajeno). Pero enfocar la lámpara hacia adentro resulta una misión poco menos que imposible. Decididos como estamos a terminar con el juego, creamos tantas tensiones que apagamos la llama.
Estar presentes en la calma es todo lo que se puede hacer al comer, pasear, hablar, estudiar, observar y dejar que todo venga de su propio ritmo, que la palabra fluya sin estructuras preconcebidas y las ideas inunden a nuestra llamada este atardecer de julio soleado.
Estar en calma ante ti y en este instante, es mi ayuda. Que la tuya sea reposar en tu centro dulcemente.
El único accidente trascendental posible es chocar de cabeza con una mirada extraña, alguien centrado, distinto, que emana energía, confianza, paz, decisión en cada poro de su piel. Entonces tu vida cambia, hoyo pasado mañana. Y nunca podrás olvidarte de ese momento.
Primero intentarás imitarlo fuera, reprimirás tus emociones y jugarás a maestro, pero todo saldrá mal. No podrás soportar la libertad de los otros porque tienes necesidad de discípulos baratos, y poco a poco te quedarás solo de nuevo, hasta que un día vuelvas a encontrar alguien así y aceptes el riesgo de ser tú mismo. Desde que nacimos nos han dado planes hechos, papeles en el escenario de la familia y de la sociedad. «Haz esto» y «no hagas aquello» es el menú del día. Pero sólo hay algo que puede ser transmitido: la calma y el amor presentes en cada suceso triste o alegre de la vida.
Luego, en el amor, apostamos por la evasión, la música, las fantasías, el futuro, el trabajo, pero todo eso pasa rápido. En el amor sólo puede entrar el amor, la entrega sin condiciones en este instante, no las finanzas, ni las inversiones, ni los hijos.
El hombre o la mujer a los que amamos ahora son parte del Hombre o la Mujer total y cada uno de nosotros está compuesto por ambos. Es Shiva Ardhanarishwar, ser andrógino, el que ha vencido al nacimiento ya la muerte, y comprende el proceso entero de la naturaleza.
Cada Hombre y Mujer total están eternamente completos y la fiesta continúa sin parar, aunque los invitados cambien. Hoy María y mañana Kali. Hoy José y mañana Shiva.
Flotando en el vientre de la Madre. Acariciando su vulva portadora de dicha, en cada lugar del mapa y en todo tiempo -porque la energía lo inunda todo y es consciente- disuélvete como la sal en el océano y cada pequeño acto de tu día haces lo que tienes que hacer y sea cual sea el resultado, cumples tu función en el mundo y sonríes porque la obra no es tuya ni tú eres el actor. La tierra existía mucho antes de que tú nacieses y cuando mueras no se habrá enterado aún de la vasija que moldearon tus manos.
Ir más allá del «yo soy» es muy difícil, y entre todos los títulos, los que encadenan con más sutilidad son los espirituales.
«No soy nadie», «soy un yogui», «paso del deseo», son más tramposos que desempolvar los diplomas académicos. Un sannyasin es el que está presente en todo suceso de su vida, sin huir, haciendo frente a cada instante y situación, en la receptividad, el abdomen, la apertura.
Con la posesión, el apego, ensuciamos la naturaleza, la tratamos como el «perro de abajo» de la guestalt. La utilizamos, la destruimos para la sola satisfacción. En la comida, en la bebida, en la ropa, en los muebles o las máquinas es necesario armonizarse de nuevo con ella. Ya que sólo podemos librarnos de lo que amamos, y nunca saldremos victoriosos luchando contra nuestra pequeña pero tentacular cabeza.
«Que estos alimentos venidos del esfuerzo de otros hombres nos den fuerza y alegría para alcanzar la calma, el amor y la felicidad, y compartirlos con toda la humanidad».
No podemos imponer la velocidad a la que el cambio interior debe producirse. Pero sólo hay una gasolina que funciona, es la de no ser jamás enemigos de lo que queremos superar.
No seáis enemigos del tabaco, el alcohol, drogas, valium 10, la revista «Hola» o la televisión; porque el que quiere seguir aferrado a estas cosas y el que quiere salir de ellas es la misma persona. Y, gane quien gane, siempre perdemos, cuando la culpabilidad y los argumentos negativos sustituyen al saborear lento y consciente de este trago de coñac que tanto nos deleita.
Aprender no es acumular datos sino descubrir que algo es posible.
Todas nuestras energías están enfocadas para impedirnos crecer, porque es un proceso doloroso como sacar el pus en una herida. Cuando lo desagradable viene nos escabullimos de mil modos para no hacerle frente, recordamos historias de la infancia o nos sentimos en peligro por lo que el futuro puede traernos. Retorcemos nuestras manos o vamos al baño a hacer «pis». La cosa es ocultar lo que pasa, desaparecer, en vez de descubrir las razones del miedo. Y esto es la neurosis, un sufrir imaginativo, irreal.
Nos insultan, nos abandonan, nos ignoran y creemos tener que sufrir. Y creyendo, sufrimos. Pero no hay ninguna verdad aquí, no hay lesiones, sólo el ego está dolido o, mejor, siente profundos deseos de destruir al otro.
¿Y quienes son los otros? Esos que nos alegran o deprimen, o aquellos que nos dejan indiferentes. A unos los juzgamos por lo que nos hicieron hace 20 años, a otros por mirar a nuestra pareja. Algunos son como nosotros y nos tensan, otros nos dan tranquilidad y confianza. Unos juegan a mamá y otros a nene... pero en el fondo de todos, la misma semilla que en tu interior. Encuéntrala, y no habrá más juicios. Aceptarás al otro como es.
«El dios que mora en mí saluda al dios que mora en ti». Namasté.
Vídeo: La Diosa, la energia Femenina, los cambios actuales y la sexualidad sagrada por Miyo Fiel
Publicado el 8/01/2014
"Entrevista por radio SERES [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] a Emilio Fiel, (Miyo) nos comparte sus experiencias, su sentir y su mision como hombre medicina y embajador de la Diosa. Nos cuenta qué es, cual es el llamado y que es lo que sentimos."
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tao2013- Reportero total
MIYO - Actividades: Encuentro de Chamanismo: Iniciación a los 4 Elementos (13 al 15 de Junio)
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Encuentro de Chamanismo: Iniciación a los 4 Elementos
Lugar del Encuentro: Finca Liuramae (Borja-Zaragoza)
Fecha: Del 13 al 15 de Junio de 2014
Comienza el día 13 a las 19 horas y finaliza el día 15 tras la comida (sin hora determinada)
Información y Reservas: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y en el teléfono 699.35.47.25
La Iniciación de los Cuatro Elementos
Toda realidad perceptible está compuesta por una presencia mas o menos acentuada de los cuatro Elementos, reunificados por la conciencia del quinto, el Éter, que crea las condiciones para su integración. La experiencia que os planteamos para este intensivo, tiene que ver con la relación entre estos Elementos de la naturaleza y los distintos componentes del ser (agua-emociones, aire-pensamientos, tierra- cuerpo y fuego-impulso o voluntad del alma).
Tanto nuestro cuerpo, como cualquiera de nuestras funciones psíquicas o mentales, se activan cuando realizamos una experiencia con el fuego (pasar las brasas, recapitular en la hoguera, observar las llamas danzarinas); con el agua (bautismo de cuerpo entero en el manantial, nadar en la nieve, observar el sol en el agua); con el aire (colgarse de un arnés, temazcalli, recibir al Viento) o con la Tierra (enterramiento, caminatas de poder, cuevas). Y cada una de ellas necesita de la 'justa atención', de la 'conciencia' del instante', del intento de 'disolver el pasado y la importancia personal', y de la unión consciente con la madre Tierra, que expresan la activación del elemento Éter.
Hoy, a nivel global, la madre Tierra está comenzando la depuración de su biosfera de todo tipo de venenos tóxicos producidos por la industria, que violenta todas las leyes de la naturaleza. Pero especialmente está purgando su piel y sus mares de la influencia mental y emocional humana. Y lo hace a través del exceso de los cuatro Elementos. Si los huracanes descontrolados son la expresión del caos mental, y los volcanes del rencor y la ira explosiva, los maremotos e inundaciones reflejan el desbordamiento emocional de la humanidad, y los terremotos nuestra destrucción y envenenamiento del cuerpo, así como la ambición material. Solo la activación de nuestra envoltura luminosa, la escucha de la voz interior del ser y la conciencia en el presente, pueden librarnos de cualquier contingencia, accidente o enfermedad ante estos tiempos apocalípticos que están llegando, y cuyo objetivo final es disolver todo vestigio de esta matrix inhumana que nos envuelve y domestica.
Para esta Intensiva trabajaremos en la finca y alrededores (temazcal, bautismo en el manantial, enterramientos, trabajo con el Tótem, meditación de los cuatro componentes del cuerpo…), y también en la zona del Moncayo (cuevas, arneses, caminatas de poder, observación chamánica, recibir el viento…).
“Aquí os espero, guerreros y guerreras de la diosa, para compartir este trabajo de recuperación de nuestras raíces ancestrales, en gran parte vinculadas al mundo indígena de la gran Celtya”. Miyo, (31 Enero 2014)
Cómo llegar a la Finca Liuramae (Borja-Zaragoza)
Finca Liuramae
c/Diseminados 43
50.540 Borja
Zaragoza
Llegando a Borja, coger dirección Soria, pasada Borja hay un camino de tierra que cruza de lado a lado la carretera, a la derecha esta muebles Borja, a la izquierda, una casa amarilla (Villaflores), hay una señal de prohibido pasar de 80 y se ve el cartel de Malejan, coger el camino al lado de la casa amarilla, el de la izquierda de la carretera, (Si te pasas el cruce, hay una media rotonda para entrar en Malejan en la que puedes dar la vuelta) seguirlo como un kilometro, se pasa por un puente de barandillas verdes que cruza el rio, después una cuestecita y la derecha esta la finca, en los pilares de la entrada pone Torrenanita.
Lugar del Encuentro: Finca Liuramae (Borja-Zaragoza)
Fecha: Del 13 al 15 de Junio de 2014
Comienza el día 13 a las 19 horas y finaliza el día 15 tras la comida (sin hora determinada)
Información y Reservas: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y en el teléfono 699.35.47.25
La Iniciación de los Cuatro Elementos
Toda realidad perceptible está compuesta por una presencia mas o menos acentuada de los cuatro Elementos, reunificados por la conciencia del quinto, el Éter, que crea las condiciones para su integración. La experiencia que os planteamos para este intensivo, tiene que ver con la relación entre estos Elementos de la naturaleza y los distintos componentes del ser (agua-emociones, aire-pensamientos, tierra- cuerpo y fuego-impulso o voluntad del alma).
Tanto nuestro cuerpo, como cualquiera de nuestras funciones psíquicas o mentales, se activan cuando realizamos una experiencia con el fuego (pasar las brasas, recapitular en la hoguera, observar las llamas danzarinas); con el agua (bautismo de cuerpo entero en el manantial, nadar en la nieve, observar el sol en el agua); con el aire (colgarse de un arnés, temazcalli, recibir al Viento) o con la Tierra (enterramiento, caminatas de poder, cuevas). Y cada una de ellas necesita de la 'justa atención', de la 'conciencia' del instante', del intento de 'disolver el pasado y la importancia personal', y de la unión consciente con la madre Tierra, que expresan la activación del elemento Éter.
Hoy, a nivel global, la madre Tierra está comenzando la depuración de su biosfera de todo tipo de venenos tóxicos producidos por la industria, que violenta todas las leyes de la naturaleza. Pero especialmente está purgando su piel y sus mares de la influencia mental y emocional humana. Y lo hace a través del exceso de los cuatro Elementos. Si los huracanes descontrolados son la expresión del caos mental, y los volcanes del rencor y la ira explosiva, los maremotos e inundaciones reflejan el desbordamiento emocional de la humanidad, y los terremotos nuestra destrucción y envenenamiento del cuerpo, así como la ambición material. Solo la activación de nuestra envoltura luminosa, la escucha de la voz interior del ser y la conciencia en el presente, pueden librarnos de cualquier contingencia, accidente o enfermedad ante estos tiempos apocalípticos que están llegando, y cuyo objetivo final es disolver todo vestigio de esta matrix inhumana que nos envuelve y domestica.
Para esta Intensiva trabajaremos en la finca y alrededores (temazcal, bautismo en el manantial, enterramientos, trabajo con el Tótem, meditación de los cuatro componentes del cuerpo…), y también en la zona del Moncayo (cuevas, arneses, caminatas de poder, observación chamánica, recibir el viento…).
“Aquí os espero, guerreros y guerreras de la diosa, para compartir este trabajo de recuperación de nuestras raíces ancestrales, en gran parte vinculadas al mundo indígena de la gran Celtya”. Miyo, (31 Enero 2014)
Cómo llegar a la Finca Liuramae (Borja-Zaragoza)
Finca Liuramae
c/Diseminados 43
50.540 Borja
Zaragoza
Llegando a Borja, coger dirección Soria, pasada Borja hay un camino de tierra que cruza de lado a lado la carretera, a la derecha esta muebles Borja, a la izquierda, una casa amarilla (Villaflores), hay una señal de prohibido pasar de 80 y se ve el cartel de Malejan, coger el camino al lado de la casa amarilla, el de la izquierda de la carretera, (Si te pasas el cruce, hay una media rotonda para entrar en Malejan en la que puedes dar la vuelta) seguirlo como un kilometro, se pasa por un puente de barandillas verdes que cruza el rio, después una cuestecita y la derecha esta la finca, en los pilares de la entrada pone Torrenanita.
Última edición por tao2013 el Vie Abr 18, 2014 5:47 am, editado 1 vez
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Re: MIYO - Un Grano de Arena
... donde estás ahora.
El universo entero es bello, armonioso, amigo y se nos entrega a cada paso como la gran lección. En él no hay pecado, suciedad u oscuridad que sean reales, porque cuando la luz de la consciencia entra en ellas desaparecen y se convierten en paz y confianza.
Pon la consciencia en una de las caras de la moneda, aquella que te es dado experimentar primero, (casi siempre la llamada negativa) e inmediatamente te encuentras con su opuesto: violencia-paz, odio-amor, orgullo-humildad.
Todo parece absurdo en este universo, como si para no volvernos locos en él tuviéramos que desarrollar el antídoto del humor. Sólo así podemos encontrar que hay otros universos dentro del que conocemos. Que hay una frecuencia vibratoria que nos conecta con otros planos (siempre hay algo más alto encima de nuestra cabeza) donde encontramos -el lugar, qué más da- un poco de esa energía que transmite el Amor.
Yo y el universo somos uno. SO'HAM.
La casa está vacía y el mar descansa tranquilo, me he fundido con él y he dejado de sentirme una minúscula ola. Al fin encontré ese lugar más allá del yo donde soy Amor o, mejor, donde nace el Amor.
Y ante el Amor, si lo has probado alguna vez, ¿qué sentido tiene seguir huyendo? Es el Samadhi espontáneo, sin esfuerzo, la continuidad de la atención en cada respiración. La presencia continua en la unidad con lo que te rodea. La «casa que no está hecha por la mano del hombre, allá en los cielos» de tu corazón. Empiezas a cansarte del montaje de lo que posees, de lo que sabes, de 10 que te gustaría, y un día todo eso se viene abajo y el ego deja de ser un pesado fardo. Es la comprensión de que eres Buda. Ya eres el maestro perfecto porque todo lo que existe está aquí en este instante o no existe ni existirá jamás en ninguna parte. No hace falta buscarlo fuera, está en ti, ya eres tú. Es la voz de tu corazón que te guía, siempre que estés disponible para escuchar y dejes de lado toda ascesis orientada a conseguir algo en el futuro, a través del ejercicio, las respiraciones, la meditación,...
Escucha en este instante, el único que está vivo, el único donde el mental puede estallar porque él está compuesto de tiempo pasado y futuro, y el aquí y ahora es la eternidad.
Vayas donde vayas, ayer o en diez años, tú sólo existes en este instante como observador y siempre con tu inconsciencia acuestas hasta que acabes con este juego atroz. Tan sólo si la energía desborda en ti, la compartes con los que te rodean. No es necesario hacer nada, pero hay cosas que se hacen a través de ella.
Conoces la oscuridad y todo el mundo es oscuro. Y cuando la esperanza de la penumbra llega empiezas a distinguir las cosas. Pero sólo el día en que abras tus ventanas al sol del mediodía, el mundo entero resplandece.
Nadie parece capaz de relajarse sin motivo y cada persona invierte su vida en algo imposible, sea revivir y transformar el pasado o construir el futuro. Así, la humanidad no existe, el hombre no existe. Está muerto antes de comenzar a andar porque vive como si la vida fuera un problema en la que siempre puede ocurrir algún peligro. Y, en el fondo, no ocurre nada jamás.
El maniquí nace, crece, aprende y muere, y vuelta a empezar... Hasta que te vuelvas testigo de todo el cambio y mores en Ki-Kai, el océano de energía, donde la materia se diluye y se abren los otros planos de la realidad. Allí conocerás el mensaje de la energía milenaria y tu vagar por cientos de cuerpos. ¡Hasta tu ombligo se partirá entonces en veintiún pedazos! y toda su fuerza se desconectará del mundo fenomenal hacia la profundidad del ser, donde se encuentra el origen de la luz divina.
Desde ese centro que todo lo abarca, el mundo se recrea. Al inspirar, al expulsar y en el descanso vacío. Todo lo que tú eres: Dios, OM.
OM es el Nombre del Sin-nombre vibrando sin parar en el éter universal y atrayendo hacia nosotros la música de las esferas. Anahata en ebullición, abrasado por su propio fuego.
Y entonces el Buda vuelve al mercado, habla con la gente de sus pequeñas cosas y razona brillantemente sobre lo irracional. Todos sus lotos abiertos funcionan armoniosamente. No está perdido para el mundo sino que por primera vez puede ayudarlo.
El hijo pródigo ha vuelto a casa y hay una gran fiesta. Sus sentidos tienen una sensibilidad inigualable y hasta los árboles muertos florecen a su paso. Su mente, como sus piernas, está presta a su llamada, y una vez realizado su trabajo vuelve a su descanso atento.
No tiene conceptos ni morales. Allá donde tú estés, él empieza a guiarte. La física del neutrino y la discusión con mamá son tan válidos como la virgen María o aquél dolor de cabeza. Desde donde te apoyas, Él te empuja para que asciendas con seguridad y la luz vaya entrando en ti.
Te encargas de apartar tus propias nubes y encuentras detrás resplandeciente al sol que está más allá de todas las cosas. Así naces una segunda vez, pero ésta pone ante ti la inmortalidad del no-yo. Más allá de la muerte has alcanzado el punto del no-retorno.
El viaje aún no ha terminado.
Como la Madre contemplando a Aurobindo en un plano más sutil, mientras continúa en él su trabajo allí. Hay un largo camino de la materia a la pura energía y deben ser recorridos muchos planos para llegar allí. Esta es la más grande esperanza del hombre que siempre sigue subiendo y subiendo, pero que sólo aquí y ahora puede tomar el ascensor.
Entrar conscientemente en los sueños, elevarnos en el Silencio, despertar Kundalini, sentir el amor de Bhakti,... son senderos que llevan directamente al Atman, al Ser. Desde allí, los últimos escalones de la consciencia universal y de la Mente Divina se alejan de nosotros como fantasías infantiles.
¡El camino empieza donde estás ahora!: lavando tus platos, en tu oficina, en este examen, entre las ruedas del coche o cerca de aquella máquina,... y no se puede acelerar artificialmente. «Ningún esfuerzo realizado en la vida tras el Nirvana dejará jamás de traer su dulce fruto».
Y aún será necesario descender el cielo a esta tierra, a éste cuerpo luminoso del hombre después de que el Samadhi nos haya permitido gustar las delicias de la beatitud.
Un día el ánima y el ánimus se fundirán en ti. Será el día de gozo de tus bodas divinas, la alquimia tántrica de tu energía. Y después de tan largo caminar se abrirá por fin la puerta de tu alma y volverás al comienzo del tiempo, al vientre de Dios. Será el vacío sin forma donde sobran las imágenes y las palabras, donde nada nace y nada muere, siempre eternamente idéntico a sí mismo.
No es fácil descorrer el velo de lsis, la ilusión de Maya, pero una vez conseguido eres al fin un miembro del Círculo lnterno, uno que ha comprendido y puede ayudar, porque ve y oye en un mundo de ciegos y sordos. Eres una mano amiga, una mirada dulce, y a tu lado se reunirán las gentes. Lo quieras o no te has vuelto un centro de poder, un punto de encuentro en la encrucijada. Ya no moras ni en el vacío ni en la calle sino en este instante y en esta situación, donde el presente está fuera del tiempo y es eternidad sin límite. Allí harás tu magna labor, inigualable, arreglando rosas, sonriendo o hablando. Con el ceño fruncido o saludando al sol, no distinguirás jamás entre lo bueno y lo malo, la virtud o el pecado, la desgracia o la dicha.
Vencida la primera euforia que te impulsará a llamar de puerta en puerta anunciando la buena nueva: ¡El amor, la libertad existe! ¡He estado allí! Volverás al hogar, tranquilo y relajado, purificado por el fuego de la meditación, limpio de la red que ha extendido el sufrimiento en la vida de todos los mortales.
Y la planta va echando raíces y va creciendo hasta que las ramas más altas toquen el cielo. Ya no habrá más yo, mi, me, conmigo, no más repetir narcisistamente nuestro propia historia adulterada y edulcorada de mentiras. Ahora eres un Maestro de la Existencia porque no deseas ser distinto de lo que eres. Has aprendido a aceptar tus debilidades y no pierdes tu fuerza en cambiar para el futuro. Te has vuelto transparente y lúcido, y nadie ni nada podrá contigo, porque habitas en el refugio del espíritu y todo tu apego y sufrimiento ha sido traspasado. Has bajado al infierno y ascendido a los cielos, y comprendes que no puede ser verano cuando es invierno, que sólo a través del invierno llega el verano y que es bello disfrutar de él en la espera. Eres un actor perfecto y escenificas tu propia obra. Que cada acto sea inigualable, da igual que te arruines o que ames, que venzas o te destruyan. Tú no eres el personaje sino el actor y sólo tienes interés en que cada instante sea perfecto.
El universo entero es bello, armonioso, amigo y se nos entrega a cada paso como la gran lección. En él no hay pecado, suciedad u oscuridad que sean reales, porque cuando la luz de la consciencia entra en ellas desaparecen y se convierten en paz y confianza.
Pon la consciencia en una de las caras de la moneda, aquella que te es dado experimentar primero, (casi siempre la llamada negativa) e inmediatamente te encuentras con su opuesto: violencia-paz, odio-amor, orgullo-humildad.
Todo parece absurdo en este universo, como si para no volvernos locos en él tuviéramos que desarrollar el antídoto del humor. Sólo así podemos encontrar que hay otros universos dentro del que conocemos. Que hay una frecuencia vibratoria que nos conecta con otros planos (siempre hay algo más alto encima de nuestra cabeza) donde encontramos -el lugar, qué más da- un poco de esa energía que transmite el Amor.
Yo y el universo somos uno. SO'HAM.
La casa está vacía y el mar descansa tranquilo, me he fundido con él y he dejado de sentirme una minúscula ola. Al fin encontré ese lugar más allá del yo donde soy Amor o, mejor, donde nace el Amor.
Y ante el Amor, si lo has probado alguna vez, ¿qué sentido tiene seguir huyendo? Es el Samadhi espontáneo, sin esfuerzo, la continuidad de la atención en cada respiración. La presencia continua en la unidad con lo que te rodea. La «casa que no está hecha por la mano del hombre, allá en los cielos» de tu corazón. Empiezas a cansarte del montaje de lo que posees, de lo que sabes, de 10 que te gustaría, y un día todo eso se viene abajo y el ego deja de ser un pesado fardo. Es la comprensión de que eres Buda. Ya eres el maestro perfecto porque todo lo que existe está aquí en este instante o no existe ni existirá jamás en ninguna parte. No hace falta buscarlo fuera, está en ti, ya eres tú. Es la voz de tu corazón que te guía, siempre que estés disponible para escuchar y dejes de lado toda ascesis orientada a conseguir algo en el futuro, a través del ejercicio, las respiraciones, la meditación,...
Escucha en este instante, el único que está vivo, el único donde el mental puede estallar porque él está compuesto de tiempo pasado y futuro, y el aquí y ahora es la eternidad.
Vayas donde vayas, ayer o en diez años, tú sólo existes en este instante como observador y siempre con tu inconsciencia acuestas hasta que acabes con este juego atroz. Tan sólo si la energía desborda en ti, la compartes con los que te rodean. No es necesario hacer nada, pero hay cosas que se hacen a través de ella.
Conoces la oscuridad y todo el mundo es oscuro. Y cuando la esperanza de la penumbra llega empiezas a distinguir las cosas. Pero sólo el día en que abras tus ventanas al sol del mediodía, el mundo entero resplandece.
Nadie parece capaz de relajarse sin motivo y cada persona invierte su vida en algo imposible, sea revivir y transformar el pasado o construir el futuro. Así, la humanidad no existe, el hombre no existe. Está muerto antes de comenzar a andar porque vive como si la vida fuera un problema en la que siempre puede ocurrir algún peligro. Y, en el fondo, no ocurre nada jamás.
El maniquí nace, crece, aprende y muere, y vuelta a empezar... Hasta que te vuelvas testigo de todo el cambio y mores en Ki-Kai, el océano de energía, donde la materia se diluye y se abren los otros planos de la realidad. Allí conocerás el mensaje de la energía milenaria y tu vagar por cientos de cuerpos. ¡Hasta tu ombligo se partirá entonces en veintiún pedazos! y toda su fuerza se desconectará del mundo fenomenal hacia la profundidad del ser, donde se encuentra el origen de la luz divina.
Desde ese centro que todo lo abarca, el mundo se recrea. Al inspirar, al expulsar y en el descanso vacío. Todo lo que tú eres: Dios, OM.
OM es el Nombre del Sin-nombre vibrando sin parar en el éter universal y atrayendo hacia nosotros la música de las esferas. Anahata en ebullición, abrasado por su propio fuego.
Y entonces el Buda vuelve al mercado, habla con la gente de sus pequeñas cosas y razona brillantemente sobre lo irracional. Todos sus lotos abiertos funcionan armoniosamente. No está perdido para el mundo sino que por primera vez puede ayudarlo.
El hijo pródigo ha vuelto a casa y hay una gran fiesta. Sus sentidos tienen una sensibilidad inigualable y hasta los árboles muertos florecen a su paso. Su mente, como sus piernas, está presta a su llamada, y una vez realizado su trabajo vuelve a su descanso atento.
No tiene conceptos ni morales. Allá donde tú estés, él empieza a guiarte. La física del neutrino y la discusión con mamá son tan válidos como la virgen María o aquél dolor de cabeza. Desde donde te apoyas, Él te empuja para que asciendas con seguridad y la luz vaya entrando en ti.
Te encargas de apartar tus propias nubes y encuentras detrás resplandeciente al sol que está más allá de todas las cosas. Así naces una segunda vez, pero ésta pone ante ti la inmortalidad del no-yo. Más allá de la muerte has alcanzado el punto del no-retorno.
El viaje aún no ha terminado.
Como la Madre contemplando a Aurobindo en un plano más sutil, mientras continúa en él su trabajo allí. Hay un largo camino de la materia a la pura energía y deben ser recorridos muchos planos para llegar allí. Esta es la más grande esperanza del hombre que siempre sigue subiendo y subiendo, pero que sólo aquí y ahora puede tomar el ascensor.
Entrar conscientemente en los sueños, elevarnos en el Silencio, despertar Kundalini, sentir el amor de Bhakti,... son senderos que llevan directamente al Atman, al Ser. Desde allí, los últimos escalones de la consciencia universal y de la Mente Divina se alejan de nosotros como fantasías infantiles.
¡El camino empieza donde estás ahora!: lavando tus platos, en tu oficina, en este examen, entre las ruedas del coche o cerca de aquella máquina,... y no se puede acelerar artificialmente. «Ningún esfuerzo realizado en la vida tras el Nirvana dejará jamás de traer su dulce fruto».
Y aún será necesario descender el cielo a esta tierra, a éste cuerpo luminoso del hombre después de que el Samadhi nos haya permitido gustar las delicias de la beatitud.
Un día el ánima y el ánimus se fundirán en ti. Será el día de gozo de tus bodas divinas, la alquimia tántrica de tu energía. Y después de tan largo caminar se abrirá por fin la puerta de tu alma y volverás al comienzo del tiempo, al vientre de Dios. Será el vacío sin forma donde sobran las imágenes y las palabras, donde nada nace y nada muere, siempre eternamente idéntico a sí mismo.
No es fácil descorrer el velo de lsis, la ilusión de Maya, pero una vez conseguido eres al fin un miembro del Círculo lnterno, uno que ha comprendido y puede ayudar, porque ve y oye en un mundo de ciegos y sordos. Eres una mano amiga, una mirada dulce, y a tu lado se reunirán las gentes. Lo quieras o no te has vuelto un centro de poder, un punto de encuentro en la encrucijada. Ya no moras ni en el vacío ni en la calle sino en este instante y en esta situación, donde el presente está fuera del tiempo y es eternidad sin límite. Allí harás tu magna labor, inigualable, arreglando rosas, sonriendo o hablando. Con el ceño fruncido o saludando al sol, no distinguirás jamás entre lo bueno y lo malo, la virtud o el pecado, la desgracia o la dicha.
Vencida la primera euforia que te impulsará a llamar de puerta en puerta anunciando la buena nueva: ¡El amor, la libertad existe! ¡He estado allí! Volverás al hogar, tranquilo y relajado, purificado por el fuego de la meditación, limpio de la red que ha extendido el sufrimiento en la vida de todos los mortales.
Y la planta va echando raíces y va creciendo hasta que las ramas más altas toquen el cielo. Ya no habrá más yo, mi, me, conmigo, no más repetir narcisistamente nuestro propia historia adulterada y edulcorada de mentiras. Ahora eres un Maestro de la Existencia porque no deseas ser distinto de lo que eres. Has aprendido a aceptar tus debilidades y no pierdes tu fuerza en cambiar para el futuro. Te has vuelto transparente y lúcido, y nadie ni nada podrá contigo, porque habitas en el refugio del espíritu y todo tu apego y sufrimiento ha sido traspasado. Has bajado al infierno y ascendido a los cielos, y comprendes que no puede ser verano cuando es invierno, que sólo a través del invierno llega el verano y que es bello disfrutar de él en la espera. Eres un actor perfecto y escenificas tu propia obra. Que cada acto sea inigualable, da igual que te arruines o que ames, que venzas o te destruyan. Tú no eres el personaje sino el actor y sólo tienes interés en que cada instante sea perfecto.
Última edición por tao2013 el Miér Oct 08, 2014 10:49 pm, editado 2 veces
tao2013- Reportero total
Re: MIYO - Un Grano de Arena
...energía sin nombre...
Enfrenta cualquier situación y obra espontáneamente para que las energías se movilicen sin trabas. Deja en libertad a los niños para que corran sueltos y no los amarres, no los hagas dormir sin sueño, no los obligues a comer sin hambre sólo porque el reloj ha dado la hora. Si lo haces, pronto se verán asaltados por los fantasmas. Déjales correr, saltar, gritar, expresarse para que estas energías no emboten su mente y produzcan seres de pesadilla y terror. Ellos necesitan movilizar su energía, como tú tendrías que hacer para disolver tu neurosis. No discutas ni analices, ese es trabajo de eruditos. Ve a la fuente. Corta la raíz del arbusto; no te identifiques con las sensaciones porque cambian todo el tiempo. Abandona los análisis y líbrate de los problemas. Cuando la energía está bloqueada, sube a la superficie y estalla, se va y no vuelve más. No juegues el juego de tu destrucción, alargando por años el análisis de tus problemas. Mueve la energía, enfrenta el amor, expresa tu miedo; poco a poco la tensión se va, simplemente porque jamás hubo problema.
Tan sólo queremos creer que existen los problemas y bloqueamos la energía inconscientemente. Abandona los libros de interpretación de los sueños y enfréntate abiertamente al despertar. Sal del sueño que juegas en vigilia, el mental emperador dominando a su esclavo, y despierta. Simplemente despierta.
Deja que cada escuela lo analice a su manera, Adler, Klein, Freud, Jung, Kerenski, Reich o el Vudú y entra en el cuerpo, juega con él. Porque una vez que la energía se moviliza y rompe los nudos del cuello y del diafragma (las fronteras entre las tres esferas del ser), te has librado del problema. La pena se ha ido y nace la alegría».
En un instante puede suceder el Despertar, pero para ello debes estar cansado del sueño, cansado del póker de mentiras que nos echamos cada mañana y del full de consolaciones y esperanzas con que nos justificamos ante la almohada cada noche.
Ni la mente estructurada de los psicólogos ortodoxos puede enfrentar el hecho de que la vida es una aventura que sólo comienza si dejamos de engañarnos sobre el hecho de que no existe. En la creencia de que hemos llegado al límite de la evolución no nos damos cuenta de que somos una cuerda pendiente entre el animal y el Buda, entre la naturaleza y la consciencia. Somos ignorantes y nos creemos sabios. Por eso hemos detenido nuestra búsqueda y nos mantenemos en eterna ignorancia. Ilusionados ante el azar del futuro. Llenos de ideales que compensan nuestra frustración.
Los ídolos, los ideales, son cárceles de papel que evitan que seamos conscientes de la realidad presente, como una careta que nos ponemos cada amanecer como síntesis de todo lo que nos falta.
El hombre no se hace consciente de su violencia, ambición, celos, angustia, orgullo o dependencia porque cree que siempre que las siente ha nacido en el exterior, vienen de fuera, y hace responsable al mundo que las provoca. Pero nada podemos sentir que no tengamos siempre a nuestro lado, en el interior. Como un puchero apunto de hervir que sólo necesita un poco más de presión para estallar. Todo esto somos nosotros, no puede venir de fuera. Las situaciones son sólo situaciones, el significado es nuestro, por eso las esperanzas, los ideales, los futuros siempre nos traerán tiempos mejores. Pero sólo hay un período donde el cambio es posible: el continuo, palpitante y arriesgado Presente.
Deja de imitar a alguien. Los otros pueden ayudarte a ser tú mismo, pero sus mandamientos no te sirven. Nadie puede hacer -sin suicidarse- lo mismo que otros, ni decir sus palabras. Esto no sirve absolutamente para nada. Cada persona debe ser irrepetible, única, natural, salvaje, independiente porque no es posible de otra manera. Ser como otro, por muy grande que nos parezca Jesús, Buda, un sabio, un político, un músico, es morir a sí mismo.
Las esperanzas en el cambio, las morales, los consejos de «cómo deberías ser» son las guillotinas del espíritu. Nos hacen vivir siempre en el futuro y despiertan la culpabilidad por cada acto.
Hay un medio para conocer a fondo lo que palpita detrás del bonito reflejo: sólo el egoísta es capaz de observar el egoísmo de los demás. Y lo que le molesta de los otros siempre ha prendido raíces en su propio pecho. Todo es del color del cristal con el que se mira.
Por eso, olvidaros de la persona que observáis y dirigid la mirada hacia dentro. Encontrad la herida en vuestro ego, sin luchar contra quien os ha permitido ser conscientes de vuestra proyección.
Sólo podemos ver el mal porque sus huellas están marcadas en nosotros, y al verlo y reconocerlo directamente podemos escapar del juicio de lo bueno y lo malo, que es la causa del sufrimiento y nos destruye.
Las situaciones de la vida no son problemáticas, es su no aceptación lo que lo enreda todo. La pareja nos dice adiós, un hijo se muere, perdemos un dinero o nos duele la cabeza. Son situaciones dolorosas, pero no problemas. El conflicto surge cuando lucháis porque la pareja vuelva o queréis que vuestro hijo siga vivo, recuperar el dinero o no tener en este instante el dolor de cabeza. Si no aceptáis las situaciones ni aprendéis de ellas, la vida parece traernos problemas, aunque en realidad es nuestro miedo el que los crea. La mente es el fabricante de problemas.
Su identificación con los objetos nos trae el sufrimiento. Y la mente no puede pacificarse. Es guerrera por naturaleza, posesiva. Sólo constituye una parte del cuerpo total, pero ha tomado el mando del navío.
Todo empezó cuando se nos hizo rechazar el cuerpo, negarlo porque era el origen del pecado como el espíritu era el origen de la virtud. Se nos enseñó a controlar palabras y obras pero ambas tienen su origen en los pensamientos, y ahora la mente es un mono loco, siempre saltando dialogando consigo mismo, aconsejando, confundiendo, y su función está ya tan distorsionada que no puede hacer otra cosa más que galopar. No es posible pacificarla, a lo más separarse de ella. Observarla desde fuera, o bien valorar tanto al cuerpo, movilizar tanto sus energías que sea desplazada a tomar de nuevo su lugar original.
No se trata de que la memoria sea inútil o hacer planes para el futuro, sino de que no nos identifiquemos continuamente con ella.
El camino del no-mental, el vaciarse a sí mismo no puede lograrse luchando con esfuerzo, destruyéndose, porque el enfrentamiento fortalece el ego, y el secreto es comprobar su no-existencia.
Observad el pensamiento sin juzgar sobre si es bueno o malo y no busquéis su desaparición. Todo lo que nace en la naturaleza tiene derecho a vivir, hasta nuestros pensamientos, por malignos que parezcan. Salid del juego y observadlos, separaos de ellos. Sed conscientes y los pensamientos se van. Porque la consecuencia es la energía más poderosa, capaz de disolver o de manifestar al mundo enero.
Las fuerzas del pensamiento son Hama y Rupa, tienen un nombre y una forma, un colorido y sobreviven en el éter, inundando el mundo. Ellas son el principal componente de lo que llamamos inconsciente colectivo y de la agitación en las mentes individuales. Si el mundo entero tiene algo en común debe ser su cólera, su ansiedad o su depresión, y estas fuerzas cristalizan en ciertos lugares donde la situación crítica amenaza la sobrevivencia de una parte de la población que siente crecer su sensación de insignificancia y su anhelo de autoafirmación. Todo esto, unido a intereses internos y externos, puede desembocar en una guerra sangrienta.
Sólo aquellos que viven más allá de sus mentes son inocentes de las batallas y de la violencia, y todos los demás participamos y nos desahogamos en ellas.
El pensamiento es una fuerza material, puede destruir en el odio o crear en el amor. Cada pensamiento viene cargado con la pólvora de la emoción pero su origen es externo a nosotros. No hay nada que pueda llamarse José o María y que piense libremente. Ni ego que tenga que destruirse porque nunca ha existido algo permanente allí. No hay nada que tuviéramos antes de nacer que siga con nosotros en nuestro José y María.
¿Cuál era nuestro verdadero rostro antes del nacimiento de nuestros padres? Toda sabiduría comienza en este punto, con la percepción y la experiencia de su respuesta.
Los pensamientos vienen y van y nosotros seguimos observando sin atarnos a ellos.
No hay trabajo más importante que hacer. No utilicéis los caminos de la somnolencia, del esfuerzo, de la olla a presión, porque en cuanto levantéis la tapa el vapor volverá a saltar violentamente fuera. No intentéis dormir en el mental con juegos de auto-hipnosis: tres, dos, uno, o repitiendo eternamente Hrim, Hrim, Hrim, Aimga, Aimga, o manteniendo la retención respiratoria más de cinco minutos después de Bastrika, porque un instante después todo vuelve a empezar.
La transformación no puede hacerse sin cambiar la vida. Si usáis medios que dañan a los otros o a vosotros mismos, explotación, excesos alimenticios, desprecio, cólera... es imposible separarse de la agitación mental. Lo más que podréis hacer es tomar una droga para poder dormir cada noche, ¿qué más da que sea el sexo, el alcohol o el mantram?
El verdadero camino es arriesgado porque estamos acostumbrados a luchar y en todo momento intentamos controlarlos. Cada uno es como es y nada puede hacerse. El que vive su vida en la aceptación y la alerta, saltará más allá de las barreras del mental. Y el que intenta destruir sus redes, destruir sus necesidades, sus tendencias naturales va tejiendo una inmensa tela de araña alrededor de sí de la que no saldrá jamás. Porque el esfuerzo es un atributo del mental y el abandono, del no-mental.
«No empujes al río, porque fluye solo». Siéntate tranquilo y obsérvalo pasar, y un día ya no arrastrará más cosas. Será limpio, transparente, y tú estarás vacío. Tus ropas llenas de barro y tú nadando en la gloria. Sin explicaciones ni argumentos posibles, has ido más allá, donde las montañas vuelven a ser montañas. El gran instructor, psicoterapeuta, gurú, maestro o amigo puede ayudarte entregándote su experiencia vital. Podéis hacer una parte del camino juntos, desde a orilla de la introversión hasta la expresión libre de vuestros conflictos, y desde allí, donde el ego que fue poderoso se ha vuelto vulnerable, al no-ego, al viaje de la disolución.
Para estos seres no existe el enfermo, sólo la enfermedad, y nunca tratarán a la persona como a un paciente, separando con un foso de cocodrilos al castillo del caminante, al terapeuta sano del paciente extraviado.
...testigo de un continuo cambio.
Antiguamente, a las personas distintas a «la norma» (devotos, locos, brujos...) se las consideraba sagradas, y cumplían una función en el templo o en la tribu. Se consideraba que estaban más allá del mental, del intelecto, y que eran parte de lo Divino. No se les marginaba de la sociedad ni mucho menos se les encerraba juntos, sino que cumplían una función esencial: ser testigos de lo irracional, de lo ilógico. Pero desde la Inquisición a nuestros días se persigue lo incomprensible. Los médicos tienen miedo de los esquizofrénicos porque en cierta manera muchos locos están más sanos que ellos. Son más naturales y no se han rendido a la sociedad.
Antes se les quemaba y martirizaba como si estuvieran poseídos por el demonio, hoy se les droga y se les destruye con electro-shocks, como si el mundo corriera el riesgo de disolverse por su diferente manera de ver las cosas. Muchas son las técnicas de diferentes tradiciones y de la nueva psicoterapia que es posible utilizar para ayudar a la unificación del ser, y en todas ellas es necesario pasar por un cierto sufrimiento.
El ego sufre cuando se ve desposeído porque su naturaleza es ilusoria, y ¿qué hay en nosotros que pueda atravesar las fronteras de la muerte?
A través de la meditación, la catarsis, todo lo rechazado en el inconsciente vuelve a la luz y volvemos a estar centrados, felices, pero esta vez en plena consciencia, en una dimensión más amplia.
Ruda explicaba que volvió vacío después de la Iluminación, que no podía dar nada porque nada tenía. Se despertó y vio delante suyo la Existencia. Ya no tuvo más problemas. La búsqueda había terminado. Más tarde construyó un camino para llegar a ningún sitio, como el Tantra, el Yoga, el Zen. Se explica y parece lógico; pero es necesario comprenderlo, porque en el fondo toda la importancia se dirige a lo irracional, a lo que está más allá. Su confianza está en la no-forma.
El ego se pasa el día sufriendo y ambicionando. Ambiciona cosas, las consigue, y cuando las pierde, sufre. Sufre por lo que poseía en el pasado, por su mala suerte. Pero sólo en el presente es posible el cambio, es posible transformar la vida y la muerte, la causa y el efecto. El dolor no tiene nada de amoroso, es sólo la pérdida de lo poseído.
Ama mientras sea posible y no te apegues al amor, goza del placer de oler la rosa pero no llores cuando a la noche esté marchita. Ama mientras el amor esté vivo, para que no pases tu vida en la culpabilidad de no haber amado mientras fue posible. No llores por lo que se ha perdido. Eras feliz cuando no conocías ningún amor, luego lo conociste y ahora lo has perdido, estás como al comienzo del juego.
Debido a esto, el amor es un camino que traspasa el egoísmo, como un «vuelo». Un estado de euforia espiritual permanente.
Cualquiera que sea el camino es necesario encontrar un centro en nuestra vida, o viviremos siempre marginados, en continuo cambio, sin lugar permanente de observación. Estar centrado es como un puesto de vigía, siempre alerta para descubrir la proximidad de la tierra. Sea el centro sexual, energético, emocional o mental uno de ellos tiene que ser descubierto y despertado para no despilfarrar nuestras fuerzas en el exterior en pensamientos, emociones, distracciones y tensiones continuas.
Cualquiera de los medios que utilicemos implicará una ausencia de esfuerzo, un fluir sin elección entre pensamientos y sensaciones, observando su continua impermanencia. Porque en cuanto te vuelves moralista y eliges, lo elegido toma el mando en tu interior y reprimirá a su contrario, volviéndolo pecaminoso. Así se crea la división, la esquizofrenia.
Lo bueno y lo malo no existen como tales, en el pensamiento. Sólo son categorías sociales, religiosas, políticas.
Si te observas golpeando e insultando a tu madre, déjalo pasar: sin duda ¡has debido tener tantos días en tu infancia en que quisiste intentarlo y no te atreviste! Otro día creerás que eres un pájaro angélico en el camino hacia la corte celestial.
Ninguno es bueno y ninguno es malo. Porque lo que pasa fuera y dentro de nuestros ojos son ambos frutos del exterior. Lo único interno es la percepción desnuda, sin imágenes. Todo lo que se ve con los ojos, cerrados o abiertos, es parte de los samskaras, viene del exterior. Tu no haces nada por llamar a tus pensamientos ni por construir cada paisaje que recorres. Tú eres el que ve, el Testigo, el espejo. Todo lo que creas ser que tenga nombre y forma es un espejismo, sigue adelante sin detenerte en él. Porque la única experiencia espiritual es Sunyata, el vacío desprovisto de atributos. La nada sin experiencia que observar, el descanso profundo sin sueños.
A lo largo de la ruta, la mente envía sus ejércitos alucinatorios, envía al mismo Dios, cara a cara, o luces espirituales, coros sublimes o el despertar de Kundalini...
Detrás de toda manifestación está el Espíritu que es la esencia universal de todo lo creado. Energía universal. Materia primigenia. Dios. Y sólo podremos descansar en él cuando borremos hasta esa última palabra.
Enfrenta cualquier situación y obra espontáneamente para que las energías se movilicen sin trabas. Deja en libertad a los niños para que corran sueltos y no los amarres, no los hagas dormir sin sueño, no los obligues a comer sin hambre sólo porque el reloj ha dado la hora. Si lo haces, pronto se verán asaltados por los fantasmas. Déjales correr, saltar, gritar, expresarse para que estas energías no emboten su mente y produzcan seres de pesadilla y terror. Ellos necesitan movilizar su energía, como tú tendrías que hacer para disolver tu neurosis. No discutas ni analices, ese es trabajo de eruditos. Ve a la fuente. Corta la raíz del arbusto; no te identifiques con las sensaciones porque cambian todo el tiempo. Abandona los análisis y líbrate de los problemas. Cuando la energía está bloqueada, sube a la superficie y estalla, se va y no vuelve más. No juegues el juego de tu destrucción, alargando por años el análisis de tus problemas. Mueve la energía, enfrenta el amor, expresa tu miedo; poco a poco la tensión se va, simplemente porque jamás hubo problema.
Tan sólo queremos creer que existen los problemas y bloqueamos la energía inconscientemente. Abandona los libros de interpretación de los sueños y enfréntate abiertamente al despertar. Sal del sueño que juegas en vigilia, el mental emperador dominando a su esclavo, y despierta. Simplemente despierta.
Deja que cada escuela lo analice a su manera, Adler, Klein, Freud, Jung, Kerenski, Reich o el Vudú y entra en el cuerpo, juega con él. Porque una vez que la energía se moviliza y rompe los nudos del cuello y del diafragma (las fronteras entre las tres esferas del ser), te has librado del problema. La pena se ha ido y nace la alegría».
En un instante puede suceder el Despertar, pero para ello debes estar cansado del sueño, cansado del póker de mentiras que nos echamos cada mañana y del full de consolaciones y esperanzas con que nos justificamos ante la almohada cada noche.
Ni la mente estructurada de los psicólogos ortodoxos puede enfrentar el hecho de que la vida es una aventura que sólo comienza si dejamos de engañarnos sobre el hecho de que no existe. En la creencia de que hemos llegado al límite de la evolución no nos damos cuenta de que somos una cuerda pendiente entre el animal y el Buda, entre la naturaleza y la consciencia. Somos ignorantes y nos creemos sabios. Por eso hemos detenido nuestra búsqueda y nos mantenemos en eterna ignorancia. Ilusionados ante el azar del futuro. Llenos de ideales que compensan nuestra frustración.
Los ídolos, los ideales, son cárceles de papel que evitan que seamos conscientes de la realidad presente, como una careta que nos ponemos cada amanecer como síntesis de todo lo que nos falta.
El hombre no se hace consciente de su violencia, ambición, celos, angustia, orgullo o dependencia porque cree que siempre que las siente ha nacido en el exterior, vienen de fuera, y hace responsable al mundo que las provoca. Pero nada podemos sentir que no tengamos siempre a nuestro lado, en el interior. Como un puchero apunto de hervir que sólo necesita un poco más de presión para estallar. Todo esto somos nosotros, no puede venir de fuera. Las situaciones son sólo situaciones, el significado es nuestro, por eso las esperanzas, los ideales, los futuros siempre nos traerán tiempos mejores. Pero sólo hay un período donde el cambio es posible: el continuo, palpitante y arriesgado Presente.
Deja de imitar a alguien. Los otros pueden ayudarte a ser tú mismo, pero sus mandamientos no te sirven. Nadie puede hacer -sin suicidarse- lo mismo que otros, ni decir sus palabras. Esto no sirve absolutamente para nada. Cada persona debe ser irrepetible, única, natural, salvaje, independiente porque no es posible de otra manera. Ser como otro, por muy grande que nos parezca Jesús, Buda, un sabio, un político, un músico, es morir a sí mismo.
Las esperanzas en el cambio, las morales, los consejos de «cómo deberías ser» son las guillotinas del espíritu. Nos hacen vivir siempre en el futuro y despiertan la culpabilidad por cada acto.
Hay un medio para conocer a fondo lo que palpita detrás del bonito reflejo: sólo el egoísta es capaz de observar el egoísmo de los demás. Y lo que le molesta de los otros siempre ha prendido raíces en su propio pecho. Todo es del color del cristal con el que se mira.
Por eso, olvidaros de la persona que observáis y dirigid la mirada hacia dentro. Encontrad la herida en vuestro ego, sin luchar contra quien os ha permitido ser conscientes de vuestra proyección.
Sólo podemos ver el mal porque sus huellas están marcadas en nosotros, y al verlo y reconocerlo directamente podemos escapar del juicio de lo bueno y lo malo, que es la causa del sufrimiento y nos destruye.
Las situaciones de la vida no son problemáticas, es su no aceptación lo que lo enreda todo. La pareja nos dice adiós, un hijo se muere, perdemos un dinero o nos duele la cabeza. Son situaciones dolorosas, pero no problemas. El conflicto surge cuando lucháis porque la pareja vuelva o queréis que vuestro hijo siga vivo, recuperar el dinero o no tener en este instante el dolor de cabeza. Si no aceptáis las situaciones ni aprendéis de ellas, la vida parece traernos problemas, aunque en realidad es nuestro miedo el que los crea. La mente es el fabricante de problemas.
Su identificación con los objetos nos trae el sufrimiento. Y la mente no puede pacificarse. Es guerrera por naturaleza, posesiva. Sólo constituye una parte del cuerpo total, pero ha tomado el mando del navío.
Todo empezó cuando se nos hizo rechazar el cuerpo, negarlo porque era el origen del pecado como el espíritu era el origen de la virtud. Se nos enseñó a controlar palabras y obras pero ambas tienen su origen en los pensamientos, y ahora la mente es un mono loco, siempre saltando dialogando consigo mismo, aconsejando, confundiendo, y su función está ya tan distorsionada que no puede hacer otra cosa más que galopar. No es posible pacificarla, a lo más separarse de ella. Observarla desde fuera, o bien valorar tanto al cuerpo, movilizar tanto sus energías que sea desplazada a tomar de nuevo su lugar original.
No se trata de que la memoria sea inútil o hacer planes para el futuro, sino de que no nos identifiquemos continuamente con ella.
El camino del no-mental, el vaciarse a sí mismo no puede lograrse luchando con esfuerzo, destruyéndose, porque el enfrentamiento fortalece el ego, y el secreto es comprobar su no-existencia.
Observad el pensamiento sin juzgar sobre si es bueno o malo y no busquéis su desaparición. Todo lo que nace en la naturaleza tiene derecho a vivir, hasta nuestros pensamientos, por malignos que parezcan. Salid del juego y observadlos, separaos de ellos. Sed conscientes y los pensamientos se van. Porque la consecuencia es la energía más poderosa, capaz de disolver o de manifestar al mundo enero.
Las fuerzas del pensamiento son Hama y Rupa, tienen un nombre y una forma, un colorido y sobreviven en el éter, inundando el mundo. Ellas son el principal componente de lo que llamamos inconsciente colectivo y de la agitación en las mentes individuales. Si el mundo entero tiene algo en común debe ser su cólera, su ansiedad o su depresión, y estas fuerzas cristalizan en ciertos lugares donde la situación crítica amenaza la sobrevivencia de una parte de la población que siente crecer su sensación de insignificancia y su anhelo de autoafirmación. Todo esto, unido a intereses internos y externos, puede desembocar en una guerra sangrienta.
Sólo aquellos que viven más allá de sus mentes son inocentes de las batallas y de la violencia, y todos los demás participamos y nos desahogamos en ellas.
El pensamiento es una fuerza material, puede destruir en el odio o crear en el amor. Cada pensamiento viene cargado con la pólvora de la emoción pero su origen es externo a nosotros. No hay nada que pueda llamarse José o María y que piense libremente. Ni ego que tenga que destruirse porque nunca ha existido algo permanente allí. No hay nada que tuviéramos antes de nacer que siga con nosotros en nuestro José y María.
¿Cuál era nuestro verdadero rostro antes del nacimiento de nuestros padres? Toda sabiduría comienza en este punto, con la percepción y la experiencia de su respuesta.
Los pensamientos vienen y van y nosotros seguimos observando sin atarnos a ellos.
No hay trabajo más importante que hacer. No utilicéis los caminos de la somnolencia, del esfuerzo, de la olla a presión, porque en cuanto levantéis la tapa el vapor volverá a saltar violentamente fuera. No intentéis dormir en el mental con juegos de auto-hipnosis: tres, dos, uno, o repitiendo eternamente Hrim, Hrim, Hrim, Aimga, Aimga, o manteniendo la retención respiratoria más de cinco minutos después de Bastrika, porque un instante después todo vuelve a empezar.
La transformación no puede hacerse sin cambiar la vida. Si usáis medios que dañan a los otros o a vosotros mismos, explotación, excesos alimenticios, desprecio, cólera... es imposible separarse de la agitación mental. Lo más que podréis hacer es tomar una droga para poder dormir cada noche, ¿qué más da que sea el sexo, el alcohol o el mantram?
El verdadero camino es arriesgado porque estamos acostumbrados a luchar y en todo momento intentamos controlarlos. Cada uno es como es y nada puede hacerse. El que vive su vida en la aceptación y la alerta, saltará más allá de las barreras del mental. Y el que intenta destruir sus redes, destruir sus necesidades, sus tendencias naturales va tejiendo una inmensa tela de araña alrededor de sí de la que no saldrá jamás. Porque el esfuerzo es un atributo del mental y el abandono, del no-mental.
«No empujes al río, porque fluye solo». Siéntate tranquilo y obsérvalo pasar, y un día ya no arrastrará más cosas. Será limpio, transparente, y tú estarás vacío. Tus ropas llenas de barro y tú nadando en la gloria. Sin explicaciones ni argumentos posibles, has ido más allá, donde las montañas vuelven a ser montañas. El gran instructor, psicoterapeuta, gurú, maestro o amigo puede ayudarte entregándote su experiencia vital. Podéis hacer una parte del camino juntos, desde a orilla de la introversión hasta la expresión libre de vuestros conflictos, y desde allí, donde el ego que fue poderoso se ha vuelto vulnerable, al no-ego, al viaje de la disolución.
Para estos seres no existe el enfermo, sólo la enfermedad, y nunca tratarán a la persona como a un paciente, separando con un foso de cocodrilos al castillo del caminante, al terapeuta sano del paciente extraviado.
...testigo de un continuo cambio.
Antiguamente, a las personas distintas a «la norma» (devotos, locos, brujos...) se las consideraba sagradas, y cumplían una función en el templo o en la tribu. Se consideraba que estaban más allá del mental, del intelecto, y que eran parte de lo Divino. No se les marginaba de la sociedad ni mucho menos se les encerraba juntos, sino que cumplían una función esencial: ser testigos de lo irracional, de lo ilógico. Pero desde la Inquisición a nuestros días se persigue lo incomprensible. Los médicos tienen miedo de los esquizofrénicos porque en cierta manera muchos locos están más sanos que ellos. Son más naturales y no se han rendido a la sociedad.
Antes se les quemaba y martirizaba como si estuvieran poseídos por el demonio, hoy se les droga y se les destruye con electro-shocks, como si el mundo corriera el riesgo de disolverse por su diferente manera de ver las cosas. Muchas son las técnicas de diferentes tradiciones y de la nueva psicoterapia que es posible utilizar para ayudar a la unificación del ser, y en todas ellas es necesario pasar por un cierto sufrimiento.
El ego sufre cuando se ve desposeído porque su naturaleza es ilusoria, y ¿qué hay en nosotros que pueda atravesar las fronteras de la muerte?
A través de la meditación, la catarsis, todo lo rechazado en el inconsciente vuelve a la luz y volvemos a estar centrados, felices, pero esta vez en plena consciencia, en una dimensión más amplia.
Ruda explicaba que volvió vacío después de la Iluminación, que no podía dar nada porque nada tenía. Se despertó y vio delante suyo la Existencia. Ya no tuvo más problemas. La búsqueda había terminado. Más tarde construyó un camino para llegar a ningún sitio, como el Tantra, el Yoga, el Zen. Se explica y parece lógico; pero es necesario comprenderlo, porque en el fondo toda la importancia se dirige a lo irracional, a lo que está más allá. Su confianza está en la no-forma.
El ego se pasa el día sufriendo y ambicionando. Ambiciona cosas, las consigue, y cuando las pierde, sufre. Sufre por lo que poseía en el pasado, por su mala suerte. Pero sólo en el presente es posible el cambio, es posible transformar la vida y la muerte, la causa y el efecto. El dolor no tiene nada de amoroso, es sólo la pérdida de lo poseído.
Ama mientras sea posible y no te apegues al amor, goza del placer de oler la rosa pero no llores cuando a la noche esté marchita. Ama mientras el amor esté vivo, para que no pases tu vida en la culpabilidad de no haber amado mientras fue posible. No llores por lo que se ha perdido. Eras feliz cuando no conocías ningún amor, luego lo conociste y ahora lo has perdido, estás como al comienzo del juego.
Debido a esto, el amor es un camino que traspasa el egoísmo, como un «vuelo». Un estado de euforia espiritual permanente.
Cualquiera que sea el camino es necesario encontrar un centro en nuestra vida, o viviremos siempre marginados, en continuo cambio, sin lugar permanente de observación. Estar centrado es como un puesto de vigía, siempre alerta para descubrir la proximidad de la tierra. Sea el centro sexual, energético, emocional o mental uno de ellos tiene que ser descubierto y despertado para no despilfarrar nuestras fuerzas en el exterior en pensamientos, emociones, distracciones y tensiones continuas.
Cualquiera de los medios que utilicemos implicará una ausencia de esfuerzo, un fluir sin elección entre pensamientos y sensaciones, observando su continua impermanencia. Porque en cuanto te vuelves moralista y eliges, lo elegido toma el mando en tu interior y reprimirá a su contrario, volviéndolo pecaminoso. Así se crea la división, la esquizofrenia.
Lo bueno y lo malo no existen como tales, en el pensamiento. Sólo son categorías sociales, religiosas, políticas.
Si te observas golpeando e insultando a tu madre, déjalo pasar: sin duda ¡has debido tener tantos días en tu infancia en que quisiste intentarlo y no te atreviste! Otro día creerás que eres un pájaro angélico en el camino hacia la corte celestial.
Ninguno es bueno y ninguno es malo. Porque lo que pasa fuera y dentro de nuestros ojos son ambos frutos del exterior. Lo único interno es la percepción desnuda, sin imágenes. Todo lo que se ve con los ojos, cerrados o abiertos, es parte de los samskaras, viene del exterior. Tu no haces nada por llamar a tus pensamientos ni por construir cada paisaje que recorres. Tú eres el que ve, el Testigo, el espejo. Todo lo que creas ser que tenga nombre y forma es un espejismo, sigue adelante sin detenerte en él. Porque la única experiencia espiritual es Sunyata, el vacío desprovisto de atributos. La nada sin experiencia que observar, el descanso profundo sin sueños.
A lo largo de la ruta, la mente envía sus ejércitos alucinatorios, envía al mismo Dios, cara a cara, o luces espirituales, coros sublimes o el despertar de Kundalini...
Detrás de toda manifestación está el Espíritu que es la esencia universal de todo lo creado. Energía universal. Materia primigenia. Dios. Y sólo podremos descansar en él cuando borremos hasta esa última palabra.
Última edición por tao2013 el Miér Oct 08, 2014 10:52 pm, editado 1 vez
tao2013- Reportero total
Re: MIYO - Un Grano de Arena
3
La mirada transparente
Aprendiendo del niño...
En los próximos años seremos testigos de la creciente expansión de una nueva gente llena de consciencia, perceptiva y alerta, sensible al mundo interno y al externo, incapaz de someter su individualidad, su libertad, pero dispuesta a sacrificar en cualquier momento su desconfianza, su ego.
La primera cuestión a considerar en esta perspectiva es el papel socializador de la familia, que exige la sumisión absoluta a los modelos sociales preestablecidos.
La segunda parte es la propia educación, sustituta y heredera de la familia en su papel de iniciadora a la vida social.
La Educación es la primera fábrica en que trabaja el niño y su interés no está en la libertad sino en la sumisión; por eso inculca disciplina, impone sistemas establecidos por la burocracia estatal y selecciona a las personas más susceptibles de esclavitud para los puestos de responsabilidad.
Pero ¿quién conoce el mundo del año 2000?, en veinte años, la tierra entera puede ser transformada si detenemos a tiempo el absurdo suicidio al que los políticos nos dirigen. ¿Quién puede enseñar a los niños de seis o siete años algo sobre el mañana? Si llega a existir, sólo ellos podrán conocerlo.
El niño se rebela contra su padre. Es el anti-edipo que llega descomponiendo esquemas, enfrentando el ideal tecnológico y la naturaleza humana.
El hombre del mañana descubre la farsa del ascenso jerárquico, la pasividad, la obediencia ciega y comprende que la inversión de horas en la escuela sólo sirve para recoger los dividendos devengados.
Entre el Gran Padre celeste vigilando y el pequeño padre exigiendo resultados, el maestro no hace más que sustituir una estructura autoritaria por otra, como un viajero del pasado envenenando el futuro.
El sabio y ancestral esquema familiar en el que los padres transmitían a sus hijos su amor por lo Divino y por las criaturas vivientes, la serenidad ante la desgracia y la comprensión de que este mundo es un lugar de paso, en que la familia se transformaba en la escuela natural de una vida de trabajo, de amor y de plenitud que llenaba las lagunas mentales con los consejos y la visión transparente de los ancianos y patriarcas de su pueblo,... ha desaparecido de Occidente sin dejar rastro en estos últimos 200 años.
Hoy la familia ha sido bendecida por la religión para apoyar la propiedad y el estado, el dinero y el poder; los dos pilares sobre los que descansa el mundo. Y aún en los mejores casos, bajo el velo del amor, los padres destruyen sistemáticamente e inconscientemente a sus hijos, eliminando toda su capacidad creativa. La maternidad abusiva reprime su vida sexual, el padre -que sólo existe por y para su autoridad- da ejemplo de absoluto conformismo y sumisión...
En esta máquina de locura el joven de hoy puede elegir entre un gran número de posibilidades: el enfrentamiento violento contra las órdenes paternas -negándose a la obediencia-, el uso de drogas, entrar en ese oscuro apartado de la delincuencia juvenil, por último, la enfermedad mental, la esclavitud.
La moderna psiquiatría revela las condiciones de la libertad: «Ten la valentía de aceptar tu locura, de ponerte enfermo». La locura está más cerca de la salud que la esclavitud a las leyes de la competencia desleal, las buenas costumbres y el desorden establecido.
Desde que el niño pone el pie en la escuela comienza un sutil o abierto adoctrinamiento hacia lo religioso o lo político. Se le inculcan las verdades eternas que nadie se atrevería a poner en entredicho y se le explican los peligros de «semejante actitud crítica», impidiendo toda idea personal. En vez de respetar dicha conciencia crítica para que se mantenga permanentemente inmunizado ante las presiones que ejerce la sociedad, se le van metiendo en la cabeza -como una computadora- inputs de información indiscriminada, intentando hacerle creer que cuanto más conozca más felicidad va a alcanzar.
Partiendo del dogma de fe de la ignorancia infantil los adultos machacan la espontaneidad y la transparencia de los pequeños. El más grande error de la educación es la creencia: «poseemos la verdad y hemos de trasmitírsela al niño para que pueda tener éxito en la sociedad y ser feliz», aunque nunca hayamos conocido a alguien que lo haya conseguido.
Las religiones, por su parte, causan un daño más profundo, dan principios de fe sobre lo bueno y lo malo, la creación, el pecado y la muerte, impidiendo que el niño encuentre la respuesta por sí mismo, envenenando su mente de culpabilidad.
Las religiones no podrán sobrevivir, todas son sectarias, parciales, hipócritas, prometen algo y matan con sus principios la posibilidad de que esto se realice. Matan el espíritu religioso en el niño, lo vuelven un creyente, un robot que ya no podrá pensar por sus propios medios. Le dan verdades hechas, y la Verdad no tiene molde, cada uno tiene su verdad y ha de encontrarla. Porque sólo viviéndola libremente podrá un día bañarse en el Silencio.
Las religiones destruyen el espíritu religioso, son antirreligiosas, desarrollan miedo y odio ante los falsos dioses que nos han transmitido.
Dejar que los niños encuentren sus respuestas después de preguntar intensamente, de traspasar los límites del intelecto y la razón. La cabeza no puede dar ninguna solución, está fuera de sus posibilidades. Sólo la experiencia puede llenar la brecha.
Que el niño pueda preguntar sin miedos, dudar de todo y encontrar su camino. En él está la fuerza original en estado puro, capaz de atravesar la Tierra de parte a parte. Pero un niño así -que no ha sido destruido por los suyos, por quienes dicen entregarle su vida entera- ¿cómo podrá vestir un uniforme de guerra, obedecer ciegamente leyes alocadas? ¿Qué padres podrán resistir su forma de ver la vida, su crítica sin odio, su dulzura?, ¿Qué político podrá aceptar en la familia a un hijo que derriba sus propias murallas? «¡No! ¡El niño es un salvaje!» «Hemos de educarlo aunque esto signifique su muerte.
¡Es preferible verlo muerto que mal educado! ¡Que sea una máquina rentable como nosotros somos! Que aplaste a sus hijos como nosotros hacemos con él para conseguir seguridad y buen nombre. Siempre es mejor la cárcel, la escuela, el psiquiátrico antes que libre e inútil riéndose de nuestras mentiras».
Ningún niño tendría que aprender nada hasta que en él mismo no surgiera la curiosidad. Cuando su cuerpo le pide saltar y correr, ¡dejadlo! No hay otro sendero hacia la dicha. Pero si hoya los cinco años es obligatoria la escuela. Si se trata de destruir cuanto antes su inteligencia es porque todo el mundo sabe que si a los siete u ocho años no se le ha dominado toda su vida será la de un rebelde que va a mostrarnos en su propia carne el odio y la violencia. La mezquindad y el miedo en que vivimos, que va a enseñarnos que la vida está para gozar y nunca va a quedar encerrado en conceptos ni iglesias».
« ¿De qué os sirve ganar el mundo si perdéis el alma?» Todo ser libre debe tener la posibilidad de afirmar o negar algo según las circunstancias de su vida, sin presiones de la familia interna, invisible, ni de la educación o familiares externos.
Dar respuesta cuando la pregunta aún no se ha planteado es como hablar de socialismo, nacionalismo o religión a los niños. Ese es el significado de la palabra fascista: estamos ahogando su libre albedrío. El más grande asesinato es el espiritual, porque una vez consumado es muy difícil detectar qué o quién fue un día el enemigo.
Educación y religión significan la misma cosa. Una forma de condicionar al hombre para el futuro porque él es el único ser de la naturaleza que puede cambiar. Nace desvalido pero puede disolver el cosmos, esté donde esté tiende continuamente hacia su perfección. Y, para lograrla, necesita una cuerda, un puente que le permita atravesar el foso. Este es el papel real que la educación y la religión pueden cumplir: servir de lugar de paso hacia una realidad más armoniosa.
...Los garabatos de la existencia...
Vivimos como si todo se resumiera en comer y aprender, en acumular, poseer y vencer, pero el verdadero desafío es el de conocer la vida, la alegría, el amor, el de ser feliz y degustar lo Divino.
El éxito no está fuera, sino en la riqueza interna que nunca podrá perderse en un naufragio.
Deja los escalafones, la ansiedad por el dinero, la lucha por las cosas y los conocimientos, la competencia, la imitación y la vida sedentaria, y aprende los garabatos de la existencia. Danza y canta en medio de los montes y disuelve el mundo en tu mirada. Vuelve a apasionarte con las pequeñas cosas y sé inteligente, sensible, activo y amoroso.
La contemplación es la octava superior de la meditación concebida como un ejercicio relajado que abrirá las puertas de lo irracional, permitiéndonos romper los muros del aprendizaje. El arte de las fiestas, la danza, el canto... son los escalones que conducen hacia el equilibrio mental y en su ausencia, las técnicas liberadoras de la catarsis.
Es necesario descubrir al Maestro y al Iniciador en el trasfondo del corazón. Más allá de los cielos más altos descubrir la luz que brilla en el pecho y alcanzar la serenidad, que es conocimiento y amor.
¿Cómo transmitir esto a un niño sin destruirlo con conceptos ajenos y creencias extrañas? El único camino es lograrlo en nosotros mismos, aunque no es tan fácil como resulta decirlo. Sólo hemos aprendido a vivir en la esclavitud y la libertad nos atemoriza, y nos llena de fantasmas.
Las gentes siguen acudiendo los domingos a las misas abarrotadas, llenas de ansiedad, preocupándose sobre todo por el traje del vecino o por quiénes asisten a comulgar y quiénes no, y esperando impacientemente la hora de salida. Esto tan sólo porque los sacerdotes -agentes federales del Dios Emperador en la Tierra- dicen que eso es lo que hay que hacer. O bien siguen mandando a sus niños a la escuela antes de que puedan gozar de libertad en su cuerpo, porque los burócratas y políticos afirman que sin cultura el hombre acaba suicidándose, y muestran como ejemplo, con sus drogas, alcohol, tabaco, play-boy, fútbol, toros... con sus úlceras, sus odios y su desastre familiar.
Se hace del niño un hipócrita que dice «si» antes de saber que el «no» existe, o mejor, después de hacérselo tragar por la fuerza.
El sí, el no o la abstención deben ser posibles. ¿Por qué van a estudiar matemáticas complicadas o decir que son cristianos, o «sí señor» al profesor sólo porque sus padres no comprenden que esa es la causa de su propia miseria? Deben aprender a razonar y a elegir lo que crean más justo, y si tropiezan: esa es su libertad, la de cometer error tras error. Y nadie es quién para inmiscuirse en medio porque sólo con los errores aprendemos el camino que queremos seguir en la vida.
El Dios que nos han dado está hecho para extender y popularizar la subnormalidad a nivel planetario; es un juez obsesionado por los hombres.
¿De dónde han salido los 3.500 millones de personas «nuevas» que no vivían en el año cero? Se le está acumulando el trabajo. Es mezquino, ambicioso, orgulloso de su poder y nos persigue; somos sus esclavos vigilados. ¡Vamos, más o menos un Jefe Superior de las SS!
Y luego está el Demonio, que a los ojos inocentes de un niño es un angelito al lado de Dios, y está obligado a recibir a aquellos que son castigados por su justicia. Dios podría destruirlo, pero no lo hace porque quiere volvernos temerosos, y alimenta una sana culpabilidad que nos hará puros y dignos del cielo.
Esta visión simple y manipulada debe desaparecer para que podamos volvernos personas maduras.
Dios no es un juez, sólo nosotros lo somos. Por lo que juzgamos en la vida somos juzgados en la vida y en la muerte, y sólo aquel que ya no distingue el pecado de la virtud es un ser de luz alegrando la existencia.
Lo Divino es todo, el placer y el dolor, la virtud y el pecado, lo bello y lo feo, y esta división sólo existe en nuestras mentes, hasta el día en que sea traspasada y sólo lo Divino brille en cada situación.
Lo Divino no tiene enemigos, no hay nada negativo en Él. La única cosa que se vuelve temporalmente negativa es la inconsciencia del hombre.
Si somos conscientes, sólo lo positivo está disponible. Inconscientes, nos hundimos en la lucha de lo negativo. Siendo conscientes, meditativos, alertas es imposible que surja la violencia, los celos, el sexo, la ambición, el asesinato..., y sí la compasión, el amor, el compartir. Por eso el mundo debe volverse ateo, renunciar a este dios de pacotilla que han creado políticos y religiosos, seres que nunca han experimentado el Silencio total, porque si no sabrían que allí no hay conceptos (ni cristiano, ni sufí, ni hindú...), sólo la energía en expansión vibrando por todo y disfrazando con mil rostros la forma del Sin-Forma.
El camino más directo hacia lo Divino es la duda, la mente crítica, el ateismo, y los místicos del mañana están hoy luchando por un mayor equilibrio y justicia social, por conquistar una armonía pacífica entre los hombres. No van a misa los domingos, a lo más se acercan los miércoles en que la iglesia está vacía y pueden recogerse para que el silencio, el perfume de su oración contacte con la Nada que todo lo inunda o con el Todo que ningún lugar ocupa.
La oración es solitaria, como el amor, no puede hacerse en olor de multitudes y no necesita palabras sino oídos dispuestos a escuchar, donaciones de sí más que demandas.
«Que pueda verte y sentirte en todo momento, que me vuelva un instrumento perfecto para ti, que se haga Tu Voluntad».
Los padres siguen obligando a sus hijos a ir a misa porque es justo, es lo que se ha ordenado, pero sus hijos son testigos de que la iglesia o la mezquita no les han transformado, no les han llenado de gozo y de alegría y de que siguen siendo los mismos seres desagradables, preocupados y violentos de cada día, y los sienten hipócritas, llenos de miedo irracional, muy lejos de la sinceridad religiosa a la que buena parte de la juventud aspira.
Enseñar al niño rituales es destruirlo, él tiene ya todo lo que intentamos conseguir con grandes esfuerzos y ascetismos. Es inocente, puro, transparente... Lo que la naturaleza le ha dado no puede perfeccionarse. Pero la inconsciencia acompaña al aprendizaje y la falta total de percepción es el ego.
Así, los padres, en vez de intentar aligerar su peso lo sobrecargan hasta destruir sus espaldas. Es el momento de la caída, de la pérdida de la inocencia original, de la llegada del saber y de la acumulación. A partir de ese momento el niño es expulsado del Edén y toda su vida será una búsqueda continua de esa inocencia perdida que disfrutaba al nacer. Ya sea un profesional, un asesino, un intelectual o un guerrero, en el fondo sólo queda la búsqueda sin fin de la felicidad, de la armonía con el Todo, del relajamiento total.
La educación, como la religión tiene que empezar la casa por los cimientos; el cuerpo y sus energías.
Dejad al niño bailar, saltar, jugar, vivir su cuerpo que es un templo sagrado, y cuando esté armonizado con él su energía se dirigirá a lo bello, hacia el arte.
Enseñadle entonces las bases del dibujo, la escultura y sobre todo ayudarle a hacerse sensible a la música, y que siga adelante sin descanso, pero a su propio ritmo. Llegará un momento en que se canse del exterior y quiera descansar en su propia casa, la cueva del alma. Y entonces es el momento de poner las bases para que la meditación sea posible, para que el Silencio pueda crecer en él. Así advendrá un día en que saboreará la muerte en vida y el fundirse en un suspiro con lo infinito.
Este es el camino para experimentar lo Divino de forma natural.
La mirada transparente
Aprendiendo del niño...
En los próximos años seremos testigos de la creciente expansión de una nueva gente llena de consciencia, perceptiva y alerta, sensible al mundo interno y al externo, incapaz de someter su individualidad, su libertad, pero dispuesta a sacrificar en cualquier momento su desconfianza, su ego.
La primera cuestión a considerar en esta perspectiva es el papel socializador de la familia, que exige la sumisión absoluta a los modelos sociales preestablecidos.
La segunda parte es la propia educación, sustituta y heredera de la familia en su papel de iniciadora a la vida social.
La Educación es la primera fábrica en que trabaja el niño y su interés no está en la libertad sino en la sumisión; por eso inculca disciplina, impone sistemas establecidos por la burocracia estatal y selecciona a las personas más susceptibles de esclavitud para los puestos de responsabilidad.
Pero ¿quién conoce el mundo del año 2000?, en veinte años, la tierra entera puede ser transformada si detenemos a tiempo el absurdo suicidio al que los políticos nos dirigen. ¿Quién puede enseñar a los niños de seis o siete años algo sobre el mañana? Si llega a existir, sólo ellos podrán conocerlo.
El niño se rebela contra su padre. Es el anti-edipo que llega descomponiendo esquemas, enfrentando el ideal tecnológico y la naturaleza humana.
El hombre del mañana descubre la farsa del ascenso jerárquico, la pasividad, la obediencia ciega y comprende que la inversión de horas en la escuela sólo sirve para recoger los dividendos devengados.
Entre el Gran Padre celeste vigilando y el pequeño padre exigiendo resultados, el maestro no hace más que sustituir una estructura autoritaria por otra, como un viajero del pasado envenenando el futuro.
El sabio y ancestral esquema familiar en el que los padres transmitían a sus hijos su amor por lo Divino y por las criaturas vivientes, la serenidad ante la desgracia y la comprensión de que este mundo es un lugar de paso, en que la familia se transformaba en la escuela natural de una vida de trabajo, de amor y de plenitud que llenaba las lagunas mentales con los consejos y la visión transparente de los ancianos y patriarcas de su pueblo,... ha desaparecido de Occidente sin dejar rastro en estos últimos 200 años.
Hoy la familia ha sido bendecida por la religión para apoyar la propiedad y el estado, el dinero y el poder; los dos pilares sobre los que descansa el mundo. Y aún en los mejores casos, bajo el velo del amor, los padres destruyen sistemáticamente e inconscientemente a sus hijos, eliminando toda su capacidad creativa. La maternidad abusiva reprime su vida sexual, el padre -que sólo existe por y para su autoridad- da ejemplo de absoluto conformismo y sumisión...
En esta máquina de locura el joven de hoy puede elegir entre un gran número de posibilidades: el enfrentamiento violento contra las órdenes paternas -negándose a la obediencia-, el uso de drogas, entrar en ese oscuro apartado de la delincuencia juvenil, por último, la enfermedad mental, la esclavitud.
La moderna psiquiatría revela las condiciones de la libertad: «Ten la valentía de aceptar tu locura, de ponerte enfermo». La locura está más cerca de la salud que la esclavitud a las leyes de la competencia desleal, las buenas costumbres y el desorden establecido.
Desde que el niño pone el pie en la escuela comienza un sutil o abierto adoctrinamiento hacia lo religioso o lo político. Se le inculcan las verdades eternas que nadie se atrevería a poner en entredicho y se le explican los peligros de «semejante actitud crítica», impidiendo toda idea personal. En vez de respetar dicha conciencia crítica para que se mantenga permanentemente inmunizado ante las presiones que ejerce la sociedad, se le van metiendo en la cabeza -como una computadora- inputs de información indiscriminada, intentando hacerle creer que cuanto más conozca más felicidad va a alcanzar.
Partiendo del dogma de fe de la ignorancia infantil los adultos machacan la espontaneidad y la transparencia de los pequeños. El más grande error de la educación es la creencia: «poseemos la verdad y hemos de trasmitírsela al niño para que pueda tener éxito en la sociedad y ser feliz», aunque nunca hayamos conocido a alguien que lo haya conseguido.
Las religiones, por su parte, causan un daño más profundo, dan principios de fe sobre lo bueno y lo malo, la creación, el pecado y la muerte, impidiendo que el niño encuentre la respuesta por sí mismo, envenenando su mente de culpabilidad.
Las religiones no podrán sobrevivir, todas son sectarias, parciales, hipócritas, prometen algo y matan con sus principios la posibilidad de que esto se realice. Matan el espíritu religioso en el niño, lo vuelven un creyente, un robot que ya no podrá pensar por sus propios medios. Le dan verdades hechas, y la Verdad no tiene molde, cada uno tiene su verdad y ha de encontrarla. Porque sólo viviéndola libremente podrá un día bañarse en el Silencio.
Las religiones destruyen el espíritu religioso, son antirreligiosas, desarrollan miedo y odio ante los falsos dioses que nos han transmitido.
Dejar que los niños encuentren sus respuestas después de preguntar intensamente, de traspasar los límites del intelecto y la razón. La cabeza no puede dar ninguna solución, está fuera de sus posibilidades. Sólo la experiencia puede llenar la brecha.
Que el niño pueda preguntar sin miedos, dudar de todo y encontrar su camino. En él está la fuerza original en estado puro, capaz de atravesar la Tierra de parte a parte. Pero un niño así -que no ha sido destruido por los suyos, por quienes dicen entregarle su vida entera- ¿cómo podrá vestir un uniforme de guerra, obedecer ciegamente leyes alocadas? ¿Qué padres podrán resistir su forma de ver la vida, su crítica sin odio, su dulzura?, ¿Qué político podrá aceptar en la familia a un hijo que derriba sus propias murallas? «¡No! ¡El niño es un salvaje!» «Hemos de educarlo aunque esto signifique su muerte.
¡Es preferible verlo muerto que mal educado! ¡Que sea una máquina rentable como nosotros somos! Que aplaste a sus hijos como nosotros hacemos con él para conseguir seguridad y buen nombre. Siempre es mejor la cárcel, la escuela, el psiquiátrico antes que libre e inútil riéndose de nuestras mentiras».
Ningún niño tendría que aprender nada hasta que en él mismo no surgiera la curiosidad. Cuando su cuerpo le pide saltar y correr, ¡dejadlo! No hay otro sendero hacia la dicha. Pero si hoya los cinco años es obligatoria la escuela. Si se trata de destruir cuanto antes su inteligencia es porque todo el mundo sabe que si a los siete u ocho años no se le ha dominado toda su vida será la de un rebelde que va a mostrarnos en su propia carne el odio y la violencia. La mezquindad y el miedo en que vivimos, que va a enseñarnos que la vida está para gozar y nunca va a quedar encerrado en conceptos ni iglesias».
« ¿De qué os sirve ganar el mundo si perdéis el alma?» Todo ser libre debe tener la posibilidad de afirmar o negar algo según las circunstancias de su vida, sin presiones de la familia interna, invisible, ni de la educación o familiares externos.
Dar respuesta cuando la pregunta aún no se ha planteado es como hablar de socialismo, nacionalismo o religión a los niños. Ese es el significado de la palabra fascista: estamos ahogando su libre albedrío. El más grande asesinato es el espiritual, porque una vez consumado es muy difícil detectar qué o quién fue un día el enemigo.
Educación y religión significan la misma cosa. Una forma de condicionar al hombre para el futuro porque él es el único ser de la naturaleza que puede cambiar. Nace desvalido pero puede disolver el cosmos, esté donde esté tiende continuamente hacia su perfección. Y, para lograrla, necesita una cuerda, un puente que le permita atravesar el foso. Este es el papel real que la educación y la religión pueden cumplir: servir de lugar de paso hacia una realidad más armoniosa.
...Los garabatos de la existencia...
Vivimos como si todo se resumiera en comer y aprender, en acumular, poseer y vencer, pero el verdadero desafío es el de conocer la vida, la alegría, el amor, el de ser feliz y degustar lo Divino.
El éxito no está fuera, sino en la riqueza interna que nunca podrá perderse en un naufragio.
Deja los escalafones, la ansiedad por el dinero, la lucha por las cosas y los conocimientos, la competencia, la imitación y la vida sedentaria, y aprende los garabatos de la existencia. Danza y canta en medio de los montes y disuelve el mundo en tu mirada. Vuelve a apasionarte con las pequeñas cosas y sé inteligente, sensible, activo y amoroso.
La contemplación es la octava superior de la meditación concebida como un ejercicio relajado que abrirá las puertas de lo irracional, permitiéndonos romper los muros del aprendizaje. El arte de las fiestas, la danza, el canto... son los escalones que conducen hacia el equilibrio mental y en su ausencia, las técnicas liberadoras de la catarsis.
Es necesario descubrir al Maestro y al Iniciador en el trasfondo del corazón. Más allá de los cielos más altos descubrir la luz que brilla en el pecho y alcanzar la serenidad, que es conocimiento y amor.
¿Cómo transmitir esto a un niño sin destruirlo con conceptos ajenos y creencias extrañas? El único camino es lograrlo en nosotros mismos, aunque no es tan fácil como resulta decirlo. Sólo hemos aprendido a vivir en la esclavitud y la libertad nos atemoriza, y nos llena de fantasmas.
Las gentes siguen acudiendo los domingos a las misas abarrotadas, llenas de ansiedad, preocupándose sobre todo por el traje del vecino o por quiénes asisten a comulgar y quiénes no, y esperando impacientemente la hora de salida. Esto tan sólo porque los sacerdotes -agentes federales del Dios Emperador en la Tierra- dicen que eso es lo que hay que hacer. O bien siguen mandando a sus niños a la escuela antes de que puedan gozar de libertad en su cuerpo, porque los burócratas y políticos afirman que sin cultura el hombre acaba suicidándose, y muestran como ejemplo, con sus drogas, alcohol, tabaco, play-boy, fútbol, toros... con sus úlceras, sus odios y su desastre familiar.
Se hace del niño un hipócrita que dice «si» antes de saber que el «no» existe, o mejor, después de hacérselo tragar por la fuerza.
El sí, el no o la abstención deben ser posibles. ¿Por qué van a estudiar matemáticas complicadas o decir que son cristianos, o «sí señor» al profesor sólo porque sus padres no comprenden que esa es la causa de su propia miseria? Deben aprender a razonar y a elegir lo que crean más justo, y si tropiezan: esa es su libertad, la de cometer error tras error. Y nadie es quién para inmiscuirse en medio porque sólo con los errores aprendemos el camino que queremos seguir en la vida.
El Dios que nos han dado está hecho para extender y popularizar la subnormalidad a nivel planetario; es un juez obsesionado por los hombres.
¿De dónde han salido los 3.500 millones de personas «nuevas» que no vivían en el año cero? Se le está acumulando el trabajo. Es mezquino, ambicioso, orgulloso de su poder y nos persigue; somos sus esclavos vigilados. ¡Vamos, más o menos un Jefe Superior de las SS!
Y luego está el Demonio, que a los ojos inocentes de un niño es un angelito al lado de Dios, y está obligado a recibir a aquellos que son castigados por su justicia. Dios podría destruirlo, pero no lo hace porque quiere volvernos temerosos, y alimenta una sana culpabilidad que nos hará puros y dignos del cielo.
Esta visión simple y manipulada debe desaparecer para que podamos volvernos personas maduras.
Dios no es un juez, sólo nosotros lo somos. Por lo que juzgamos en la vida somos juzgados en la vida y en la muerte, y sólo aquel que ya no distingue el pecado de la virtud es un ser de luz alegrando la existencia.
Lo Divino es todo, el placer y el dolor, la virtud y el pecado, lo bello y lo feo, y esta división sólo existe en nuestras mentes, hasta el día en que sea traspasada y sólo lo Divino brille en cada situación.
Lo Divino no tiene enemigos, no hay nada negativo en Él. La única cosa que se vuelve temporalmente negativa es la inconsciencia del hombre.
Si somos conscientes, sólo lo positivo está disponible. Inconscientes, nos hundimos en la lucha de lo negativo. Siendo conscientes, meditativos, alertas es imposible que surja la violencia, los celos, el sexo, la ambición, el asesinato..., y sí la compasión, el amor, el compartir. Por eso el mundo debe volverse ateo, renunciar a este dios de pacotilla que han creado políticos y religiosos, seres que nunca han experimentado el Silencio total, porque si no sabrían que allí no hay conceptos (ni cristiano, ni sufí, ni hindú...), sólo la energía en expansión vibrando por todo y disfrazando con mil rostros la forma del Sin-Forma.
El camino más directo hacia lo Divino es la duda, la mente crítica, el ateismo, y los místicos del mañana están hoy luchando por un mayor equilibrio y justicia social, por conquistar una armonía pacífica entre los hombres. No van a misa los domingos, a lo más se acercan los miércoles en que la iglesia está vacía y pueden recogerse para que el silencio, el perfume de su oración contacte con la Nada que todo lo inunda o con el Todo que ningún lugar ocupa.
La oración es solitaria, como el amor, no puede hacerse en olor de multitudes y no necesita palabras sino oídos dispuestos a escuchar, donaciones de sí más que demandas.
«Que pueda verte y sentirte en todo momento, que me vuelva un instrumento perfecto para ti, que se haga Tu Voluntad».
Los padres siguen obligando a sus hijos a ir a misa porque es justo, es lo que se ha ordenado, pero sus hijos son testigos de que la iglesia o la mezquita no les han transformado, no les han llenado de gozo y de alegría y de que siguen siendo los mismos seres desagradables, preocupados y violentos de cada día, y los sienten hipócritas, llenos de miedo irracional, muy lejos de la sinceridad religiosa a la que buena parte de la juventud aspira.
Enseñar al niño rituales es destruirlo, él tiene ya todo lo que intentamos conseguir con grandes esfuerzos y ascetismos. Es inocente, puro, transparente... Lo que la naturaleza le ha dado no puede perfeccionarse. Pero la inconsciencia acompaña al aprendizaje y la falta total de percepción es el ego.
Así, los padres, en vez de intentar aligerar su peso lo sobrecargan hasta destruir sus espaldas. Es el momento de la caída, de la pérdida de la inocencia original, de la llegada del saber y de la acumulación. A partir de ese momento el niño es expulsado del Edén y toda su vida será una búsqueda continua de esa inocencia perdida que disfrutaba al nacer. Ya sea un profesional, un asesino, un intelectual o un guerrero, en el fondo sólo queda la búsqueda sin fin de la felicidad, de la armonía con el Todo, del relajamiento total.
La educación, como la religión tiene que empezar la casa por los cimientos; el cuerpo y sus energías.
Dejad al niño bailar, saltar, jugar, vivir su cuerpo que es un templo sagrado, y cuando esté armonizado con él su energía se dirigirá a lo bello, hacia el arte.
Enseñadle entonces las bases del dibujo, la escultura y sobre todo ayudarle a hacerse sensible a la música, y que siga adelante sin descanso, pero a su propio ritmo. Llegará un momento en que se canse del exterior y quiera descansar en su propia casa, la cueva del alma. Y entonces es el momento de poner las bases para que la meditación sea posible, para que el Silencio pueda crecer en él. Así advendrá un día en que saboreará la muerte en vida y el fundirse en un suspiro con lo infinito.
Este es el camino para experimentar lo Divino de forma natural.
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MIYO: Actividades - Naturaleza Mágica- 24 al 29 de julio 2014
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Naturaleza Mágica- 24 al 29 de julio 2014
22 y 23 de julio Sesiones individuales de sanación con Miyo, imprescindible cita previa (las sesiones tienen una duración aproximada de una hora).
Información y reservas: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y 699.35.47.25
Naturaleza Mágica con Miyo
24-29 Julioen la Sierra de Urbasa (Navarra)
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Naturaleza Mágica con Miyo
24-29 Julioen la Sierra de Urbasa (Navarra)
Hace más de veinte años que cada verano acudimos a nuestra cita en la Sierra de Urbasa, a pocos km de Estella. El objetivo de estos encuentros ha sido siempre el mismo: un retorno a la naturaleza en estado puro. Una experiencia directa de la energía que transmiten los verdaderos lugares de poder, además de su belleza intrínseca y de su magia. Regresar de manera sagrada a aquellas zonas en que buenos guerreros (hombres y mujeres) han dejado su energía en la búsqueda del contacto directo con el Espíritu. Caminatas, experiencias con el agua, cuevas, cortados, retiros nocturnos y todo tipo de prácticas chamánicas que facilitan la limpieza de la sombra, la ensoñación, los contactos mágicos con el mundo elemental, las canalizaciones, los estados contemplativos y el contacto con los Cuatro Elementos.
Son cinco días de trabajo intensivo, sin reglas ni horarios, comiendo donde y cuando toca, durmiendo al raso bajo las estrellas y disfrutando de la maravilla de estos lugares misteriosos que tantos cientos de practicantes de los cuatro rumbos de Hispania han recorrido ya en todos estos años. Comenzaremos por la tarde en Torrenanita (Borja, Zaragoza) con un temazcalli y desde allí partiremos juntos a la mañana siguiente hacia la sierra navarra, siempre atentos al tiempo y a las condiciones ambientales para establecer el plan de trabajo y comenzar la aventura impagable de la Naturaleza Mágica.
No es necesario estar en una forma física especial, pero si lo es dejarse de tonterías y saber que podemos con todo lo que se nos plantea, tal y como cada uno de los asistentes reconoce dos días después de haber comenzado (y cuatro protestas más tarde). Así pues, esta no es una cita deportiva de grandes desafíos y prácticas de riesgo, sino un encuentro para recuperar el contacto con nuestra Madre Tierra y para el despertar de la conciencia mágica que está siempre relacionada con el mundo de los elementales y de los Devas solares.
Siempre existen muchas emociones cruzadas con la soledad, la luna, el bosque, las cuevas, la noche, y esta es una oportunidad única para afrontar definitivamente estos fantasmas y recoger el tesoro que se esconde detrás de nuestra firme decisión de conectar con la diosa naturaleza. Es en su abrazo donde la mujer recupera su poder interno y el hombre conecta con su voluntad verdadera. Así los retiros en solitario se convierten en un proceso sanador de la herida original que provocó la ruptura con nuestra madre primigenia.
Si alguien quiere prepararse especialmente a nivel mental (a nivel físico no está de más que entrenéis en lo que os guste tres veces por semana los últimos quince días para que todo sea más fácil) podéis leer el libro de los “Devas y la Naturaleza Mágica” publicado por Editorial Tatewari (pedidos a [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]).
“En realidad el quinto elemento constituye esa luz suprasensible de donde vienen los aliados y los seres elementales. Es como la atmósfera en que nacen y respiran los habitantes de los mundos invisibles, sirviendo cada uno de ellos a la madre naturaleza según su propio lugar en la jerarquía evolutiva. Por eso los grandes devas, sea cual sea el elemento al que pertenezcan, están impregnados con la sabiduría de la tierra (guardiana de consejos y predicciones de futuro); con la fuerza creativa de las aguas (origen del cambio y la ductilidad que permiten la fusión con todo); con el poder alquímico del fuego (que concede el uso positivo de las facultades suprasensibles); y la sutileza intuitiva del viento (que transforma nuestro cuerpo físico en un vehículo interdimensional). Pero además han integrado los poderes de la lluvia y la radiación lunar (que al bañarnos desnudos en ellas fortalecen al ser mágico que nos habita); la vibración de la serpiente telúrica de los lugares de poder; el lenguaje del sol, los planetas y las estrellas; la estabilidad cantarina de los grandes árboles, y una larga lista de cualidades.
Son cinco días de trabajo intensivo, sin reglas ni horarios, comiendo donde y cuando toca, durmiendo al raso bajo las estrellas y disfrutando de la maravilla de estos lugares misteriosos que tantos cientos de practicantes de los cuatro rumbos de Hispania han recorrido ya en todos estos años. Comenzaremos por la tarde en Torrenanita (Borja, Zaragoza) con un temazcalli y desde allí partiremos juntos a la mañana siguiente hacia la sierra navarra, siempre atentos al tiempo y a las condiciones ambientales para establecer el plan de trabajo y comenzar la aventura impagable de la Naturaleza Mágica.
No es necesario estar en una forma física especial, pero si lo es dejarse de tonterías y saber que podemos con todo lo que se nos plantea, tal y como cada uno de los asistentes reconoce dos días después de haber comenzado (y cuatro protestas más tarde). Así pues, esta no es una cita deportiva de grandes desafíos y prácticas de riesgo, sino un encuentro para recuperar el contacto con nuestra Madre Tierra y para el despertar de la conciencia mágica que está siempre relacionada con el mundo de los elementales y de los Devas solares.
Siempre existen muchas emociones cruzadas con la soledad, la luna, el bosque, las cuevas, la noche, y esta es una oportunidad única para afrontar definitivamente estos fantasmas y recoger el tesoro que se esconde detrás de nuestra firme decisión de conectar con la diosa naturaleza. Es en su abrazo donde la mujer recupera su poder interno y el hombre conecta con su voluntad verdadera. Así los retiros en solitario se convierten en un proceso sanador de la herida original que provocó la ruptura con nuestra madre primigenia.
Si alguien quiere prepararse especialmente a nivel mental (a nivel físico no está de más que entrenéis en lo que os guste tres veces por semana los últimos quince días para que todo sea más fácil) podéis leer el libro de los “Devas y la Naturaleza Mágica” publicado por Editorial Tatewari (pedidos a [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]).
“En realidad el quinto elemento constituye esa luz suprasensible de donde vienen los aliados y los seres elementales. Es como la atmósfera en que nacen y respiran los habitantes de los mundos invisibles, sirviendo cada uno de ellos a la madre naturaleza según su propio lugar en la jerarquía evolutiva. Por eso los grandes devas, sea cual sea el elemento al que pertenezcan, están impregnados con la sabiduría de la tierra (guardiana de consejos y predicciones de futuro); con la fuerza creativa de las aguas (origen del cambio y la ductilidad que permiten la fusión con todo); con el poder alquímico del fuego (que concede el uso positivo de las facultades suprasensibles); y la sutileza intuitiva del viento (que transforma nuestro cuerpo físico en un vehículo interdimensional). Pero además han integrado los poderes de la lluvia y la radiación lunar (que al bañarnos desnudos en ellas fortalecen al ser mágico que nos habita); la vibración de la serpiente telúrica de los lugares de poder; el lenguaje del sol, los planetas y las estrellas; la estabilidad cantarina de los grandes árboles, y una larga lista de cualidades.
“Un chamán antiguo o moderno asume el servicio de sanar a los demás,
de realizar ceremonias para contactar con otros mundos, limpiar, ofrendar.
Aconsejar a su pueblo (a veces planetario) en las dificultades y problemas,
mantener el equilibrio de los poderes del mundo invocando su Presencia,
Alcanzar el mundo de los espíritus entrando en trance con cantos y danzas,
conectar con los animales de poder, aliados, guías y ángeles guardianes
y entrar en ensoñación profunda para conocer los designios de cada persona.
Un chamán es un sanador del planeta que neutraliza la destrucción ajena,
y un viajero hacia dios, pleno de amor por todo lo creado en el cielo y la tierra.
Visita los lugares de poder para recibir los regalos chamánicos del Espíritu,
ayunando, invocando, ofrendando sus regalos y cantando sin parar.
Estableciendo contacto con los protectores y guardianes del lugar,
hasta que se puedan recoger las semillas fértiles en una visión profunda,
de una conversación con los espíritus del lugar, devas y diosas de gran belleza,
de un sueño o de una enseñanza mágica para aplicar en su trabajo diario.
Cada noche hay que dialogar con los grandes devas de la naturaleza,
con el sol, la madre tierra, el océano, las cavernas, el árbol-guía, la roca-altar,
para que nos envíen sueños mágicos y nos inicien a sus poderosos secretos.”
Miyo, “Devas y Naturaleza Mágica” Pág 222
de realizar ceremonias para contactar con otros mundos, limpiar, ofrendar.
Aconsejar a su pueblo (a veces planetario) en las dificultades y problemas,
mantener el equilibrio de los poderes del mundo invocando su Presencia,
Alcanzar el mundo de los espíritus entrando en trance con cantos y danzas,
conectar con los animales de poder, aliados, guías y ángeles guardianes
y entrar en ensoñación profunda para conocer los designios de cada persona.
Un chamán es un sanador del planeta que neutraliza la destrucción ajena,
y un viajero hacia dios, pleno de amor por todo lo creado en el cielo y la tierra.
Visita los lugares de poder para recibir los regalos chamánicos del Espíritu,
ayunando, invocando, ofrendando sus regalos y cantando sin parar.
Estableciendo contacto con los protectores y guardianes del lugar,
hasta que se puedan recoger las semillas fértiles en una visión profunda,
de una conversación con los espíritus del lugar, devas y diosas de gran belleza,
de un sueño o de una enseñanza mágica para aplicar en su trabajo diario.
Cada noche hay que dialogar con los grandes devas de la naturaleza,
con el sol, la madre tierra, el océano, las cavernas, el árbol-guía, la roca-altar,
para que nos envíen sueños mágicos y nos inicien a sus poderosos secretos.”
Miyo, “Devas y Naturaleza Mágica” Pág 222
Verano 2014: Semana Arcoiris
(Contacto con las Tradiciones Sagradas)
Meditación – Recapitulación – Vichara – Chamanismo – Kundalini – Sufismo - Tantra
Meditación – Recapitulación – Vichara – Chamanismo – Kundalini – Sufismo - Tantra
Miyo nos recuerda que el objetivo de la Escuela Chrisgaia es la preparación interna, iniciática y espiritual, de un grupo de instructores capaces de expresar una cierta maestría humanista allá donde se encuentren, irradiando luz, amor y fuerza personal en cada situación que la vida les plantee. Esta Semana Arco Iris está preparada expresamente para todos los interesados en las diferentes vías del conocimiento/experiencia espiritual y especialmente para aquellos que habéis participado alguna vez en los trabajos de la Escuela Chrisgaia. Las prácticas producen un despertar asombroso de toda la escala de chakras, y permiten profundizar en el vínculo sagrado entre las energías del pecho, del vientre y la comprensión mental. Es una de las Intensivas formales (obligatorias) dentro de las formación de los Instructores y de manera práctica cada día se relaciona con uno de los trabajos especificados en el programa.
Ejemplo del programa que Miyo adecuará a las necesidades internas de los asistentes. Todos los días al levantarnos y antes del desayuno tendremos meditación en grupo (silencio, sol, giros, y descenso del supramental). Un par de días haremos mouna, silencio externo. Cada noche a lo largo de la semana tendremos una ceremonia o práctica especial.
Día 2 de Agosto- Recibimiento y danzas Oratorio. Temazcal + Cuatro Elementos
Día 3- Recapitulación con la sombra, Soltar nudos corazón y Limpieza del inconsciente (kali yuga…)
Día 4- Vichara o iluminación intensiva. Círculos Sufis+ ¿Quién soy yo? Inmovilización nocturna
Día 5- Limpieza intestinal (Shank Prashaland) + Kundalini y Equilibrio polaridades (Ceremonia cristales)
Día 6- Trabajo Naturaleza Mágica y Chamanismo. Limpias chamánicas por la noche.
Día 7- Meditación, Cuerpo luminoso, Activación genética y por la noche una fiestuqui.
Día 8- Sol, Totem, Bautismo manantial y cierre en el Oratorio (cantos y danzas)
Información y reservas. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y teléfono 699.35.47.25
Fechas: 24 al 29 de Julio de 2014
Lugar del encuentro: Finca Liuramae
c/ Diseminados 43
50.540 Borja (Zaragoza)
Cómo llegar a la Finca Liuramae (Borja-Zaragoza)
Llegando a Borja, coger dirección Soria, pasada Borja hay un camino de tierra que cruza de lado a lado la carretera, a la derecha esta muebles Borja, a la izquierda, una casa amarilla (Villaflores), hay una señal de prohibido pasar de 80 y se ve el cartel de Malejan, coger el camino al lado de la casa amarilla, el de la izquierda de la carretera, (Si te pasas el cruce, hay una media rotonda para entrar en Malejan en la que puedes dar la vuelta) seguirlo como un kilometro, se pasa por un puente de barandillas verdes que cruza el rio, después una cuestecita y la derecha esta la finca, en los pilares de la entrada pone Torrenanita.
Ejemplo del programa que Miyo adecuará a las necesidades internas de los asistentes. Todos los días al levantarnos y antes del desayuno tendremos meditación en grupo (silencio, sol, giros, y descenso del supramental). Un par de días haremos mouna, silencio externo. Cada noche a lo largo de la semana tendremos una ceremonia o práctica especial.
Día 2 de Agosto- Recibimiento y danzas Oratorio. Temazcal + Cuatro Elementos
Día 3- Recapitulación con la sombra, Soltar nudos corazón y Limpieza del inconsciente (kali yuga…)
Día 4- Vichara o iluminación intensiva. Círculos Sufis+ ¿Quién soy yo? Inmovilización nocturna
Día 5- Limpieza intestinal (Shank Prashaland) + Kundalini y Equilibrio polaridades (Ceremonia cristales)
Día 6- Trabajo Naturaleza Mágica y Chamanismo. Limpias chamánicas por la noche.
Día 7- Meditación, Cuerpo luminoso, Activación genética y por la noche una fiestuqui.
Día 8- Sol, Totem, Bautismo manantial y cierre en el Oratorio (cantos y danzas)
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Fechas: 24 al 29 de Julio de 2014
Lugar del encuentro: Finca Liuramae
c/ Diseminados 43
50.540 Borja (Zaragoza)
Cómo llegar a la Finca Liuramae (Borja-Zaragoza)
Llegando a Borja, coger dirección Soria, pasada Borja hay un camino de tierra que cruza de lado a lado la carretera, a la derecha esta muebles Borja, a la izquierda, una casa amarilla (Villaflores), hay una señal de prohibido pasar de 80 y se ve el cartel de Malejan, coger el camino al lado de la casa amarilla, el de la izquierda de la carretera, (Si te pasas el cruce, hay una media rotonda para entrar en Malejan en la que puedes dar la vuelta) seguirlo como un kilometro, se pasa por un puente de barandillas verdes que cruza el rio, después una cuestecita y la derecha esta la finca, en los pilares de la entrada pone Torrenanita.
tao2013- Reportero total
MIYO: Actividades - Semana Arco Iris-del 2 al 8 de agosto 2014
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Semana Arco Iris-del 2 al 8 de agosto 2014
Sesiones individuales de sanación con Miyo en la Finca Liuramae (Borja-Zaragoza) los días 1 y 2 de agosto de 2014.
Las sesiones tienen una duración aproximada de una hora y es imprescindible pedir cita previa. Información y reservas: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y en el teléfono 699.35.47.25.
Verano 2014: Semana Arcoiris del 2 al 8 de Agosto de 2014
(Contacto con las Tradiciones Sagradas)
Meditación – Recapitulación – Vichara – Chamanismo – Kundalini – Sufismo - Tantra
(Contacto con las Tradiciones Sagradas)
Meditación – Recapitulación – Vichara – Chamanismo – Kundalini – Sufismo - Tantra
Miyo nos recuerda que el objetivo de la Escuela Chrisgaia es la preparación interna, iniciática y espiritual, de un grupo de instructores capaces de expresar una cierta maestría humanista allá donde se encuentren, irradiando luz, amor y fuerza personal en cada situación que la vida les plantee. Esta Semana Arco Iris está preparada expresamente para todos los interesados en las diferentes vías del conocimiento/experiencia espiritual y especialmente para aquellos que habéis participado alguna vez en los trabajos de la Escuela Chrisgaia. Las prácticas producen un despertar asombroso de toda la escala de chakras, y permiten profundizar en el vínculo sagrado entre las energías del pecho, del vientre y la comprensión mental. Es una de las Intensivas formales (obligatorias) dentro de las formación de los Instructores y de manera práctica cada día se relaciona con uno de los trabajos especificados en el programa.
Ejemplo del programa que Miyo adecuará a las necesidades internas de los asistentes. Todos los días al levantarnos y antes del desayuno tendremos meditación en grupo (silencio, sol, giros, y descenso del supramental). Un par de días haremos mouna, silencio externo. Cada noche a lo largo de la semana tendremos una ceremonia o práctica especial.
Día 2 de Agosto- Recibimiento y danzas Oratorio. Temazcal + Cuatro Elementos
Día 3- Recapitulación con la sombra, Soltar nudos corazón y Limpieza del inconsciente (kali yuga…)
Día 4- Vichara o iluminación intensiva. Círculos Sufis+ ¿Quién soy yo? Inmovilización nocturna
Día 5- Limpieza intestinal (Shank Prashaland) + Kundalini y Equilibrio polaridades (Ceremonia cristales)
Día 6- Trabajo Naturaleza Mágica y Chamanismo. Limpias chamánicas por la noche.
Día 7- Meditación, Cuerpo luminoso, Activación genética y por la noche una fiestuqui.
Día 8- Sol, Totem, Bautismo manantial y cierre en el Oratorio (cantos y danzas)
Lugar del encuentro:
Finca Liuramae
c/Diseminados 43
50.540 Borja (Zaragoza)
Cómo llegar a la Finca Liuramae (Borja-Zaragoza)
Llegando a Borja, coger dirección Soria, pasada Borja hay un camino de tierra que cruza de lado a lado la carretera, a la derecha esta muebles Borja, a la izquierda, una casa amarilla (Villaflores), hay una señal de prohibido pasar de 80 y se ve el cartel de Malejan, coger el camino al lado de la casa amarilla, el de la izquierda de la carretera, (Si te pasas el cruce, hay una media rotonda para entrar en Malejan en la que puedes dar la vuelta) seguirlo como un kilometro, se pasa por un puente de barandillas verdes que cruza el rio, después una cuestecita y la derecha esta la finca, en los pilares de la entrada pone Torrenanita.
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Ejemplo del programa que Miyo adecuará a las necesidades internas de los asistentes. Todos los días al levantarnos y antes del desayuno tendremos meditación en grupo (silencio, sol, giros, y descenso del supramental). Un par de días haremos mouna, silencio externo. Cada noche a lo largo de la semana tendremos una ceremonia o práctica especial.
Día 2 de Agosto- Recibimiento y danzas Oratorio. Temazcal + Cuatro Elementos
Día 3- Recapitulación con la sombra, Soltar nudos corazón y Limpieza del inconsciente (kali yuga…)
Día 4- Vichara o iluminación intensiva. Círculos Sufis+ ¿Quién soy yo? Inmovilización nocturna
Día 5- Limpieza intestinal (Shank Prashaland) + Kundalini y Equilibrio polaridades (Ceremonia cristales)
Día 6- Trabajo Naturaleza Mágica y Chamanismo. Limpias chamánicas por la noche.
Día 7- Meditación, Cuerpo luminoso, Activación genética y por la noche una fiestuqui.
Día 8- Sol, Totem, Bautismo manantial y cierre en el Oratorio (cantos y danzas)
Lugar del encuentro:
Finca Liuramae
c/Diseminados 43
50.540 Borja (Zaragoza)
Cómo llegar a la Finca Liuramae (Borja-Zaragoza)
Llegando a Borja, coger dirección Soria, pasada Borja hay un camino de tierra que cruza de lado a lado la carretera, a la derecha esta muebles Borja, a la izquierda, una casa amarilla (Villaflores), hay una señal de prohibido pasar de 80 y se ve el cartel de Malejan, coger el camino al lado de la casa amarilla, el de la izquierda de la carretera, (Si te pasas el cruce, hay una media rotonda para entrar en Malejan en la que puedes dar la vuelta) seguirlo como un kilometro, se pasa por un puente de barandillas verdes que cruza el rio, después una cuestecita y la derecha esta la finca, en los pilares de la entrada pone Torrenanita.
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tao2013- Reportero total
Al despertar, agradece al Espíritu by Miyo
Al despertar, agradece al Espíritu
by Miyo
by Miyo
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Lo esencial cada mañana al levantarnos, lo único imprescindible en el camino espiritual, es conectarse con el espíritu y agradecer su presencia y las experiencias que nos traiga durante el día. No importa qué dios sea nuestro predilecto, qué entidad abstracta o energía benevolente nos sirva de faro en medio de la niebla, ni siquiera si nuestra conexión es con los ángeles, guías o maestros ascendidos. Lo que es imprescindible es abrir nuestro corazón hacia el misterio inexplicable tanto al ir a dormir (pidiendo ser conscientes de los sueños o acudir a un entrenamiento en alguna escuela etérica de enseñanza espiritual) como nada más despertar. Salir de esta cárcel del consumismo y del trabajo asalariado, de las ideas sobre la lucha contra los demás y del temor a la muerte.
Según pasan los años el vínculo con lo espiritual va creciendo, después de los amigos, de los estudios, de criar una familia, empieza la etapa de las preguntas sin respuesta y de las prácticas para disolver la propia importancia. Hasta alcanzar el momento del intento, y entonces enfocamos nuestra voluntad en el contacto con el espíritu, en el deseo de abrirnos al amor verdadero y al sentimiento de belleza y unidad con todos los seres, y con todos los planos de la naturaleza. Con el tiempo cuanto más perdemos en apariencia externa, más ganamos en perspectiva interna. Todo cambia sin descanso, está en permanente flujo, y nuestras ideas deben ser transparentes y flexibles sin permitir que nos encadenen al pasado.
Estamos aquí para hacer brillar el hábito sin costuras del alma y compartir ese resplandor con los demás, para que ellos también emprendan su propio y original camino. Cada mañana invoquen al espíritu y sientan la conexión con la grandeza del fuego interno y del amor que yosoy. Así podrán enfrentar cualquier desafío que se presente y vivir cualquier dificultad como oportunidad de transformar la oscuridad en luz, ganando en experiencia.
Gracias por un día más de existencia y por el amor que me traerá hora tras hora. Amo mi vida y me amo, amo esta tierra fértil y mi corazón es sensible a su poder y a su belleza. Yo soy luz y amor, soy felicidad y paz de corazón. Yo soy.
Según pasan los años el vínculo con lo espiritual va creciendo, después de los amigos, de los estudios, de criar una familia, empieza la etapa de las preguntas sin respuesta y de las prácticas para disolver la propia importancia. Hasta alcanzar el momento del intento, y entonces enfocamos nuestra voluntad en el contacto con el espíritu, en el deseo de abrirnos al amor verdadero y al sentimiento de belleza y unidad con todos los seres, y con todos los planos de la naturaleza. Con el tiempo cuanto más perdemos en apariencia externa, más ganamos en perspectiva interna. Todo cambia sin descanso, está en permanente flujo, y nuestras ideas deben ser transparentes y flexibles sin permitir que nos encadenen al pasado.
Estamos aquí para hacer brillar el hábito sin costuras del alma y compartir ese resplandor con los demás, para que ellos también emprendan su propio y original camino. Cada mañana invoquen al espíritu y sientan la conexión con la grandeza del fuego interno y del amor que yosoy. Así podrán enfrentar cualquier desafío que se presente y vivir cualquier dificultad como oportunidad de transformar la oscuridad en luz, ganando en experiencia.
Gracias por un día más de existencia y por el amor que me traerá hora tras hora. Amo mi vida y me amo, amo esta tierra fértil y mi corazón es sensible a su poder y a su belleza. Yo soy luz y amor, soy felicidad y paz de corazón. Yo soy.
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Muriendo a cada instante by Miyo
Muriendo a cada instante
by Miyo
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Sin librarnos del miedo a la muerte no hay verdadera libertad, ni capacidad para disfrutar plenamente de la existencia. Todos los miedos (a la locura, al sexo, al amor, a la violencia ajena, al abandono) derivan de este miedo básico. Hay quien se acobarda ante estas situaciones citadas, pero también hay quien tira hacia adelante con cierta agresividad producida por su defensa ante el enemigo. Ambas reacciones son inconscientes, pero el segundo no se detiene, cuando siente la parálisis del temor se obliga a avanzar hacia la nube oscura que le aterroriza. Hay una tercera manera, más sabia, que es asumir el miedo como maestro que nos refleja con bastante exactitud, reconocerlo con todas sus consecuencias sin querer destruirlo, aceptando vivir peligrosamente y sabiendo que hoy es un buen día para morir.
La muerte ha muerto. Se ha convertido en nuestra amante más orgásmica, en la que nos disuelve de todas las limitaciones, de todo lo que es irreal en esta vida. Todo el que quiere vivir tiene que aceptar la disolución final, porque negarse a ella es negar la fuerza misma y la intensidad de la vida. Es hora de afirmar la libertad de querer vivir, de ser nosotros mismos, de disolver los fantasmas sociales que nos impiden respirar y afrontar la realidad cara a cara. Basta de caretas y de imitaciones para mostrar nuestro rostro verdadero. Hay que saltar fuera de las vallas que encierran lo que somos, fuera del academicismo y de la intelectualidad exacerbada. Los demás no pueden ser nuestro centro, por eso hay que correr el riesgo de ser rechazados y saltar fuera de las normas sociales y educativas.
Aceptarnos sin complejos, en su totalidad, al margen de lo que digan los demás para esconder su propia cobardía. Así el ego pierde su fuerza y el miedo a la muerte (que es el miedo del yo a abandonar el control y a disolverse) desaparece.
Somos hombres que vamos a morir y eso nos iguala sin remedio, simplemente hay quien no quiere verlo y quién mira cara a cara esta realidad y aprovecha cada instante que le queda para experimentar y crecer. Deja las cosas y los conocimientos y mira dentro de ti, así el miedo ni siquiera podrá nacer. Se hace lo que toca ahora y fin. La muerte es amiga ¿qué hay que temer? Ella es la única compañía que podemos encontrar un día a través del riesgo de vivir, así que mientras tanto avanzamos sin tregua. Nadie puede vencer a un fantasma inexistente, así que hay que hacer aikido con el miedo, sin huir nunca de su presencia, y seguir el paso marcado hacia el amor y la libertad. De otra manera el miedo nos persigue siempre desde la sombra y nos condiciona en cada momento.
La muerte ha muerto. Se ha convertido en nuestra amante más orgásmica, en la que nos disuelve de todas las limitaciones, de todo lo que es irreal en esta vida. Todo el que quiere vivir tiene que aceptar la disolución final, porque negarse a ella es negar la fuerza misma y la intensidad de la vida. Es hora de afirmar la libertad de querer vivir, de ser nosotros mismos, de disolver los fantasmas sociales que nos impiden respirar y afrontar la realidad cara a cara. Basta de caretas y de imitaciones para mostrar nuestro rostro verdadero. Hay que saltar fuera de las vallas que encierran lo que somos, fuera del academicismo y de la intelectualidad exacerbada. Los demás no pueden ser nuestro centro, por eso hay que correr el riesgo de ser rechazados y saltar fuera de las normas sociales y educativas.
Aceptarnos sin complejos, en su totalidad, al margen de lo que digan los demás para esconder su propia cobardía. Así el ego pierde su fuerza y el miedo a la muerte (que es el miedo del yo a abandonar el control y a disolverse) desaparece.
Somos hombres que vamos a morir y eso nos iguala sin remedio, simplemente hay quien no quiere verlo y quién mira cara a cara esta realidad y aprovecha cada instante que le queda para experimentar y crecer. Deja las cosas y los conocimientos y mira dentro de ti, así el miedo ni siquiera podrá nacer. Se hace lo que toca ahora y fin. La muerte es amiga ¿qué hay que temer? Ella es la única compañía que podemos encontrar un día a través del riesgo de vivir, así que mientras tanto avanzamos sin tregua. Nadie puede vencer a un fantasma inexistente, así que hay que hacer aikido con el miedo, sin huir nunca de su presencia, y seguir el paso marcado hacia el amor y la libertad. De otra manera el miedo nos persigue siempre desde la sombra y nos condiciona en cada momento.
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