ESPAÑA SALE A LA CALLE ,EN CONTRA DE LA POLITICA DEL PP

La Policía Nacional detuvo este jueves a 30 personas vinculadas a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que se encerraron en la sede de la Sociedad de Gestión de Activos Inmobiliarios procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), el 'banco malo'.

Mientras unas cuarenta permanecían en el exterior, una treintena accedió a la oficina y efectuó pintadas.Varias decenas de personas se congregaron sobre la una de la tarde frente a la sede, ubicada en el Paseo de la Castellana número 89, para apoyar a un grupo de ciudadanos que serán desahuciados por impago de la hipoteca.
Están acusados de allanamiento, resistencia y desobedienciaEl director de la sucursal interpuso una denuncia ante la Policía pasadas las cuatro de la tarde por allanamiento de morada y los antidisturbios instaron a abandonar el edificio a los concentrados, pero estos se negaron.
Tampoco accedieron a identificarse, por lo que finalmente fueron desalojados y detenidos, acusados de los delitos de allanamiento de morada y resistencia y desobediencia a la autoridad, pasadas las 16.30 horas.
Según la Policía Nacional, durante la salida no se produjeron incidentes, aunque varios de los presentes aseguraron haber sufrido golpes y contusiones.
Protestas ante Gallardón o Pons

La acción de tomar el banco malo se enmarca dentro de la campaña de "escrache" (manifestación de activistas en el lugar en el que desarrolla su actividad el sujeto de la protesta o frente al domicilio de cargos públicos) de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca para que el Gobierno de Mariano Rajoy apruebe el proyecto de reforma de legal que han presentado en el Congreso vía iniciativa legislativa popular (ILP) y que contempla la dación en pago retroactiva.
El PP ha admitido someter a discusión la ILP que propone la dación en pago retroactiva, pero no la aprobaráLa Plataforma ya ha protestado ante los domicilios del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, o del dirigente del Partido Popular Esteban González Pons.
También han recibido con pitos y protestas a los diputados del Congreso que llegaban a la estación de Atocha en los últimos días.
El Gobierno, que en principio se negaba siquiera a examinar el texto en el Cámara Baja, aceptó someterlo a tramitación, aunque la propuesta será rechazada en última instancia gracias a la mayoría absoluta del PP.
La reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea considerando ilegal y abusiva la legislación española de desahucios ha movido al Ejecutivo central de su posición, pero solo en parte. Mariano Rajoy aseguró que su gobierno cumplirá la ley y reformará la normativa, pero seguirá sin aceptar la dación en pago retroactiva, lo que ha desatado nuevas protestas.
En los juzgados y en la Asamblea

Este mismo jueves, un grupo de activistas fue expulsado de la Asamblea de Madrid por interrumpir la sesión y gritar consignas a favor de la dación en pago.
Además, 200 personas se concentraron por la mañana en los juzgados de Plaza de Castilla para apoyar a los 15 miembros de la Asamblea de Vivienda juzgados por desórdenes públicos.
El grupo ocupó el pasado mes de noviembre una sucursal bancaria en defensa del derecho a la vivienda.
A la puerta de los juzgados, la presidenta de la Coordinadora Nacional de Ecuatorianos(Conadee), Aida Quinatoa, afirmó que la resolución de Estrasburgo contra la ley del desahucio española supone "un pelotazo" que les anima a seguir luchando en defensa de sus derechos.
El presidente de la Asociación Nacional de Desempleados (Adesorg), Luis Fernández, insistió en que hay que dejar patente que "ya está bien el atropello a la sociedad".

Es uno de los comentarios más escuchados en los últimos tiempos en España: “Tal y como están las cosas, me extraña que la gente aún no haya salido a arrasar con todo”.
La “gente”, claro, son los demás porque quien lo dice suele expresar una mezcla de estupefacción, deseo implícito y temor a que estalle la violencia.
¿Por qué no ha estallado la violencia en España?
Todos hablamos de la crisis pero no nos ha afectado a todos por igual.
Este clarificador gráfico indica que son los más desfavorecidos –el 30% menos pudiente- el que más ha mermado sus ingresos y su calidad de vida. Es decir, los parias… “
Y los parias no suelen hacer las revoluciones –explica Florentino Moreno, profesor de Psicología Social de la Universidad Complutense-.
La historia nos demuestra que han sido las clases medias y los burgueses los que han encabezado las revoluciones, generalmente cuando sus expectativas se han visto frustradas.
No fue el lumpen el que tomó La Bastilla, sino los comerciantes.
De hecho, en los países más pobres, como los africanos, nunca se han producido revueltas políticas violentas”.
El factor frustración es troncal en la eclosión de la violencia colectiva.
Según el modelo propuesto por Hugh Davis en 1962, un detonante de la violencia sería la “privación progresiva”, es decir el inconformismo creciente de un individuo posterior a la prolongada espera para obtener algo: “No sólo estoy mal sino que me comparo con mis propias expectativas”.
“Es más probable que ocurra una revolución cuando a una época prolongada de crecimiento social y económico siguen períodos cortos de reveses agudos –explica la teoría de Davies-… la gente aprende a esperar mejorar continuas”.
“Existen varios factores que explican la relativa paz social en España –respondeFlorentino Moreno- por un lado, la dispersión de la identidad social.
Se han desdibujado conceptos como el sentimiento de pertenencia a una clase, muy fuerte en conflictos anteriores. A esta dispersión social hay que sumar una dispersión geográfica”.
“En relación con lo anterior, ha tenido lugar un largo proceso de hiper-psicologización de la población: nuestro problema es sólo nuestro. Cada cual tiene que buscar su propia salida”.
“Un tercer factor –prosigue Moreno- es la percepción de que no se han agotado las alternativas no violentas: la violencia se ejerce por cambiar mucho, no por cambiar un poco”.
En el mismo sentido se aplica la deslegitimización de la violencia como herramienta de cambio en las últimas décadas, un zeitgeist opuesto al que se vivía en los años 70 y 80: “no existe nadie ahora mismo que tenga un discurso que justifique la violencia como reacción a la violencia del sistema.
Con la posible salvedad de Negri, la violencia se considera un recurso último y muy devaluado”.
Cuando la violencia amenaza con llegar a las calles, el Estado y su brazo armado, la Policía, ejercen un “eficaz control social preventivo”, apunta Elena Ayllón, del mismo departamento de Psicología Social de la UCM:
“La Policía está trabajando con mucha perspicacia para localizar y desactivar los posibles focos de conflicto antes de que estalle la violencia. Los líderes son reprimidos o bien las demandas de los colectivos más beligerantes son satisfechas”, explica.
En caso de que esto falle, la violencia está “muy penalizada”, como demuestra el endurecimiento del Código Penal que ultima el ministro Gallardón.
Por último, pero no por ello menos importante, es la existencia de un “factor precipitante” –el último de los seis factores contemplados por el sociólogo Dinam Smelser en su modelo de 1962- una chispa que prenda el combustible de la indignación, como fue el apaleamiento de Rodney King por la policía, que desembocó en los mayores disturbios del siglo XX en Estados Unidos o la muerte de dos adolescentes de origen africano en París, que desencadenaron una violentísima revuelta en Francia en el verano de 2005.
Las declaraciones aquí recogidas están tomadas de la clase pública
¿Por qué no ha estallado la violencia en España? impartida por un grupo de profesores y alumnos de Psicología Social de la Universidad en una plaza de Madrid el pasado 9 de marzo.
Con información de Rinzewind: ¿Quién se está llevando la hostia de la crisis? y ‘Psicología Social’, de Worchel y Cooper.
Por otra parte…
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