ESPAÑA SALE A LA CALLE ,EN CONTRA DE LA POLITICA DEL PP

Los manifestantes españoles se movilizan en Madrid en las cercanías del Congreso de los Diputados para ‘rodearlo’ y para pedir la dimisión del Gobierno. A falta de poco minutos para que arranque el 29S, la Policia intentó desalojar a los periodistas, esgrimiendo que se trata de una "medida de seguridad", informa nuestra corresponsal en Madrid, Ángela Gallardo.

“¡No!” y “¡Gobierno dimisión!”, puede leerse en las pancartas que portan los indignados que silban a un helicóptero de la Policía que sobrevuela la manifestación.

Esta es la tercera protesta que se lleva acabo en la capital española. La jornada del 25S degeneró en violentos choques entre la policía y los activistas, dejando como resultado 35 detenidos y más de 60 heridos. Mientras, durante la protesta del 26S se registraron episodios aislados de brutalidad policial, se practicaron tres detenciones y tres personas sufrieron heridas leves.

España está sumida en su segunda recesión. Los bancos necesitan una inyección de capital y la población protesta desesperada contra las reformas de austeridad. Esta semana las manifestaciones terminaron en los más graves enfrentamientos de los últimos meses.

Por Alejandra Cruz Cueva/

La manifestación del último martes en Madrid es la manifestación número 2.732 en lo que va del 2012. Según Ana Botella, alcaldesa de la ciudad, el ejercicio del derecho a la protesta se ha incrementado en un 98% respecto al 2011. El Paseo del Prado, la calle junto al Congreso donde están los museos más importantes de Madrid se llenó de gente. Seis mil personas, según los datos de la Delegación de Gobierno, se presentaron en respuesta a la convocatoria de la Coordinadora 25-S y la plataforma ¡En Pie! para rodear el recinto legislativo buscando expresar su oposición a los recortes sociales y laborales que ha implementado el gobierno de Mariano Rajoy. Los duros enfrentamientos de ese día con los agentes policiales dejaron 64 heridos y 35 detenidos.

La marcha era de carácter pacífico. Sin embargo, más de 1.300 agentes procedentes de 30 de los 52 grupos de las Unidades de Intervención de la Policía Nacional fueron desplegados. Tres anillos de seguridad se cerraron en torno al Congreso. Un grupo de guías caninos, más algunas unidades de caballería, completaban el dispositivo. Al frente de todo estaba el comisario general de Seguridad Ciudadana, Florentino Villabona.

Hasta las siete de la noche lo más llamativo para las cámaras había sido una hippie con los pechos al aire. Pero entonces, un pequeño grupo trató de romper parte de la valla de uno de los extremos de la plaza y la policía intervino. Se produjo la primera carga y se llevaron a los primeros detenidos. Dos horas después la situación recrudeció con sucesivos enfrentamientos que incluyeron disparos de balas de goma, el desalojo de gran parte de la plaza y la incursión de la policía en la Estación de Atocha. En los días siguientes la policía ha indicado que los manifestantes comenzaron a lanzarles objetos; pero los asistentes han denunciado cargas indiscriminadas, además de afirmar que eran policías encubiertos los que habían provocado la violencia.

Fumando un puro en NY

Cuando en Nueva York empezaba a oscurecer, el fotógrafo español Jonan Basterra se sentó en la esquina de la calle 51 frente al Radio City Music Hall a leer las noticias sobre las protestas en España. La crisis económica en su país ha hecho de este un año lleno de manifestaciones. Basterra observa las decenas de videos y fotos de los enfrentamientos entre las fuerzas antidisturbios y los manifestantes. Aún está viendo las noticias, cuando frente a él pasa el séquito del presidente español Mariano Rajoy, que se dirige hacia la sede de la ONU para pronunciar su discurso ante la Asamblea General.

El presidente acaba de salir del Wall Street Journal. A su derecha camina el embajador español en Washington, Ramón Gil Casares; a su izquierda, su jefe de gabinete Jorge Moragas; y su responsable de prensa, Carmen Martínez Castro. Todos avanzaban por la Sexta Avenida rodeados por una nube de escoltas. El fotógrafo deja a un lado las noticias y con su cámara capta a Rajoy, que se fuma un puro, despreocupado de lo que está pasando en España. “Como si la cosa no fuera con él”, cuenta Basterra.

El presidente español se refirió a los hechos el miércoles por la mañana, rindiendo homenaje a la “inmensa mayoría silenciosa de españoles que no protestan ante las decisiones del Ejecutivo, que no salen en las portadas de prensa, que asumen los sacrificios y trabajan por sacar a España de la crisis”. Por su parte, la secretaria general del Partido Popular PP (conservador, liberal y centroderechista), María Dolores de Cospedal, había felicitado a la policía por impedir que los manifestantes llegaran al Congreso. Para Cospedal la convocatoria fue comparable con el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

La posición oficial del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue expresada por su portavoz, Soraya Rodríguez, quien aseguró que entiende el “malestar” y la “desesperanza” de los manifestantes. Y los diputados de Izquierda Unida aprovecharon sus intervenciones para apoyar la protesta. Sin embargo, algunos, como el congresista Cayo Lara, fueran recibidos con cantos de: “PSOE y PP, la misma mierda es”.

Manifestarse el martes no fue capricho. El Congreso se reunía ese día en sesión plenaria. “Es más simbólico protestar en las inmediaciones de un Congreso en el que se encuentra el gobierno. Especialmente cuando estamos pidiendo la dimisión del gobierno, la disolución de la Cámara y el Senado y la apertura de un proceso constituyente. ¡Ellos han secuestrado la democracia a favor de la banca y no nos representan!”, explicaba Andrew Blasco, estudiante.

Un futuro digno

Aún con la represión, el movimiento 25-S volvió el miércoles y el sábado a las calles para rechazar la violencia. Marga y Álex dejaron a sus hijos en casa y salieron a manifestarse porque quieren “un futuro digno y el actual gobierno ha secuestrado la democracia para salvar los intereses de la banca”. Para la pareja, la respuesta policial fue algo “vergonzoso para un Estado de derecho” como es España.

En España protestar ante el Congreso es un delito penado con hasta cinco años de cárcel. El Juzgado de Instrucción número 8 de Madrid, que fue donde acabaron los detenidos, liberó a todos tras casi dos días en los calabozos, con cargos por desórdenes públicos a 34 de los 35 detenidos luego de que la Audiencia Nacional desestimara imputarles delitos contra las altas instituciones del Estado, penados hasta con 5 años de cárcel, como había solicitado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Las medidas de austeridad

España, la cuarta economía de la Unión Europea, sufre la segunda recesión en menos de dos años y un desempleo de casi el 25%. Por ello, el gobierno de Rajoy anunció este jueves un presupuesto 2013 con 39.000 millones de euros de ajustes. Entre las 43 medidas aprobadas figuran la continuación de la reforma laboral y la desincentivación de las jubilaciones anticipadas. Además prevén una reducción de 8,9% en el gasto de los ministerios que incluirá la congelación, por tercer año, del sueldo de los funcionarios y el no reemplazo de los trabajadores públicos que se jubilen.

Por otro lado, la partida de ingresos anunciada incluye el incremento del Impuesto del Valor Agregado y de otros tributos, para recaudar 15.000 millones de euros. Otros 7.000 millones se obtendrán de recortes en las Comunidades Autónomas, que gestionan los presupuestos de sanidad y educación.