Esto adquiere pinta de tragedia

Ni mucho menos pienso yo daros una clase de Filosofía, pues hasta ahí podíamos llegar, pero permitidme hacer unas reflexiones sobre todo lo que está sucediendo. Platón, en su diálogo "La República", se declara acérrimo enemigo de la democracia. No sólo porque él pertenecieera a la nobleza; no sólo porque fué ésta la que condenó a muerte a su maestro Sócrates, sino porque toda democracia, al deteriorarse, crea una serie de personajes y de camarillas que al final acaba en tiranía (me viene a la mente, el ejemplo de Napoleón, digno hijo de la Revolución Francesa, y ejemplos más cercanos de quiénes fueron elegidos por el pueblo y se creyeron ungidos por Dios, como F. González o J.M. Aznar que se olvidaron de dónde les venía el poder). Es muy interesante leer esa parte de la obra, porque nunca ha dejado de estar al día. Es un calco de lo que pasa cuando la democracia se convierte en partitocracia. A quién tenga ganas, le recomiendo su lectura.

En esta misma obra Platón propone su modelo de estado y divide a los ciudadanos en tres categorías: artesanos, guerreros y gobernantes. De entre los mejores de cada clase, salen los de la clase superior, de tal forma que los gobernantes son los mejores (en sentido moral, los más prudentes) de todos los ciudadanos. Los guerreros son los vigilantes de que el sistema se mantenga. Pero es aquí dónde el asunto se tambalea cuando surge la pregunta: "¿QUIÉN VIGILA A LOS VIGILANTES". Platón no se hace la pregunta, pero tuvo ocasión de comprobar que su sistema no funcionaba, cuando, aprovechando su amistad con el tirano (que en griego no tiene sentido peyorativio) de Siracusa (admito correcciones a la ciudad, que no tengo ganas de comprobarlo) intentó llevar a la práctica sus teorías y tuvo que salir por pies, porque los ciudadanos casi se lo comen.

De todas formas, lo que me interesa resaltar es la pregunta que ha quedado a través de los siglos: ¿QUIÉN VIGILA A LOS VIGILANTES?. Porque lo de la manifestación fué claramente un ejemplo de república bananera. Los disturbios los provocaron los policías, tanto los infiltrados con órdenes concretas, como los que llevaban los uniformes futuristas. No veo en el auto del juez, que por otra parte considero justo, ninguna alusión a este asunto, cuando todos hemos visto en los vídeos aquél al que le estaban dando una somanta de palos mientras él gritaba: "¡¡¡ que soy compañero, coño !!!!". Hay que hacerse con ese vídeo y tratar de verle la cara al sujeto y publicarla en Internet. No haremos justicia pero nos quitaremos a un h.d.p. de enmedio.

"Bueno, dirá quizá un inocente, ¿y qué sentido , que finalidad tenía semejante salvajismo?" Y yo, que juego con ventaja y he leído a Platón, pienso en lo bien que le hubiera ido al gobierno que alguien hubiera entrado en el Congreso. Una ocasión de oro para declarar el estado de excepción, prohibir las manifestaciones y empezar a encarcelar a todo aquel que dijera "esta boca es mía". Lo que olvida el gobierno es que todos los españolitos tenemos recuerdo genético, trasmitido directamente por nuestos padres o abuelos, de lo que significa una guerra civil y no la consentiríamos bajo ningún concepto. Por lo menos yo, aunque fuera lo último que hiciera en mi vida. Nunca, nunca, nunca pienso pelearme a golpes con un compatriota mientras existan las palabras. Hay que tener el alma muy negra para hacer una cosa así.

Y, cambiando de tema, que esto ya se está extendiendo demasiado, durante estos últimos días he tenido mucho tiempo para pensar y, después de devanarme los sesos tratando de analizar esta crisis económica, he llegado a la conclusión de que en la zona euro, quien sobra es ALEMANIA, que, como creo que ya escribí una vez, ha intentado por dos veces por la fuerza hacerse con toda Europa y no lo ha conseguido y además le salió bastante caro levantar cabeza. Pero, en cuanto han levantado el pescuezo, lo están intentando por dónde más duele, que es el pan de nuestros hijos o nietos. Porque, en este país, señores míos y es necesario decirlo y proclamarlo a los cuatro vientos, empieza a haber hambruna y un montón de familias viven de las míseras pensiones de los abuelos, que han tenido que dejar las residencias para cuidar de los niños y aportan su pensión para el sustento familiar. Vergonzoso, vergonzoso y vergonzoso. Y todavía el ministro Montoro, con su cara de "repelente niño Vicente" nos echa en cara a los jubilados lo caros que le salimos al gobierno y parece ser que somos nosotros, los que empobrecemos al Estado cada vez que nos dan la paga extraordinaria. Pobrecitos, cada vez que nos pagan tienen que renunciar ellos a sus aperitivos de jamón, a su agua de dos euros el litro, a sus copichuelas, bajarles un poco la asignación a sus queridas, renunciar durante quince días a comprarse el chalet que acaban de desahuciar al vecino.

Es cierto que nunca pelearé con violencia contra ningún compatriota, pero a veces me represento la Guillotina en plena plaza del Sol, justo donde está el Oso y el Madroño, y verla caer inclemente sobre una fila de cabezas que han esquilmado al país. Porque lo más triste que me pasa es que, cuando me entra el pesimismo, pasa por un instante, sólo un instante, la frase: "Con Franco, vivíamos mejor". Y eso no se lo perdono a toda esta pandilla de hijos de la gran bretaña.

Saludos

Recomendación para los amantes de la lectura: "Más Platón y menos Prozac" y "Apología de Sócrates". Esta última constituye uno de los más bellos panegíricos que se pueden escribir en defensa de un maestro.

Más saludos

Me ha parecido tan enriquecedor este aporte Dulcam... Me hubiera encantado que apareciera tbm en el Hilo "España sale a la calle"...
Tu teoria de que lo que sobra en la zona euro es Alemania, ya la habia pensado, y la habia comentado en alguna ocasion... Pero lo que me parecio sublime, fue el insulto proferido "Hijos de la Gran Bretaña", no tiene desperdicio...

Un abrazo desde el Sur de la America...

dulcam escribió:Ni mucho menos pienso yo daros una clase de Filosofía, pues hasta ahí podíamos llegar, pero permitidme hacer unas reflexiones sobre todo lo que está sucediendo. Platón, en su diálogo "La República", se declara acérrimo enemigo de la democracia. No sólo porque él pertenecieera a la nobleza; no sólo porque fué ésta la que condenó a muerte a su maestro Sócrates, sino porque toda democracia, al deteriorarse, crea una serie de personajes y de camarillas que al final acaba en tiranía (me viene a la mente, el ejemplo de Napoleón, digno hijo de la Revolución Francesa, y ejemplos más cercanos de quiénes fueron elegidos por el pueblo y se creyeron ungidos por Dios, como F. González o J.M. Aznar que se olvidaron de dónde les venía el poder). Es muy interesante leer esa parte de la obra, porque nunca ha dejado de estar al día. Es un calco de lo que pasa cuando la democracia se convierte en partitocracia. A quién tenga ganas, le recomiendo su lectura.

En esta misma obra Platón propone su modelo de estado y divide a los ciudadanos en tres categorías: artesanos, guerreros y gobernantes. De entre los mejores de cada clase, salen los de la clase superior, de tal forma que los gobernantes son los mejores (en sentido moral, los más prudentes) de todos los ciudadanos. Los guerreros son los vigilantes de que el sistema se mantenga. Pero es aquí dónde el asunto se tambalea cuando surge la pregunta: "¿QUIÉN VIGILA A LOS VIGILANTES". Platón no se hace la pregunta, pero tuvo ocasión de comprobar que su sistema no funcionaba, cuando, aprovechando su amistad con el tirano (que en griego no tiene sentido peyorativio) de Siracusa (admito correcciones a la ciudad, que no tengo ganas de comprobarlo) intentó llevar a la práctica sus teorías y tuvo que salir por pies, porque los ciudadanos casi se lo comen.

De todas formas, lo que me interesa resaltar es la pregunta que ha quedado a través de los siglos: ¿QUIÉN VIGILA A LOS VIGILANTES?. Porque lo de la manifestación fué claramente un ejemplo de república bananera. Los disturbios los provocaron los policías, tanto los infiltrados con órdenes concretas, como los que llevaban los uniformes futuristas. No veo en el auto del juez, que por otra parte considero justo, ninguna alusión a este asunto, cuando todos hemos visto en los vídeos aquél al que le estaban dando una somanta de palos mientras él gritaba: "¡¡¡ que soy compañero, coño !!!!". Hay que hacerse con ese vídeo y tratar de verle la cara al sujeto y publicarla en Internet. No haremos justicia pero nos quitaremos a un h.d.p. de enmedio.

"Bueno, dirá quizá un inocente, ¿y qué sentido , que finalidad tenía semejante salvajismo?" Y yo, que juego con ventaja y he leído a Platón, pienso en lo bien que le hubiera ido al gobierno que alguien hubiera entrado en el Congreso. Una ocasión de oro para declarar el estado de excepción, prohibir las manifestaciones y empezar a encarcelar a todo aquel que dijera "esta boca es mía". Lo que olvida el gobierno es que todos los españolitos tenemos recuerdo genético, trasmitido directamente por nuestos padres o abuelos, de lo que significa una guerra civil y no la consentiríamos bajo ningún concepto. Por lo menos yo, aunque fuera lo último que hiciera en mi vida. Nunca, nunca, nunca pienso pelearme a golpes con un compatriota mientras existan las palabras. Hay que tener el alma muy negra para hacer una cosa así.

Y, cambiando de tema, que esto ya se está extendiendo demasiado, durante estos últimos días he tenido mucho tiempo para pensar y, después de devanarme los sesos tratando de analizar esta crisis económica, he llegado a la conclusión de que en la zona euro, quien sobra es ALEMANIA, que, como creo que ya escribí una vez, ha intentado por dos veces por la fuerza hacerse con toda Europa y no lo ha conseguido y además le salió bastante caro levantar cabeza. Pero, en cuanto han levantado el pescuezo, lo están intentando por dónde más duele, que es el pan de nuestros hijos o nietos. Porque, en este país, señores míos y es necesario decirlo y proclamarlo a los cuatro vientos, empieza a haber hambruna y un montón de familias viven de las míseras pensiones de los abuelos, que han tenido que dejar las residencias para cuidar de los niños y aportan su pensión para el sustento familiar. Vergonzoso, vergonzoso y vergonzoso. Y todavía el ministro Montoro, con su cara de "repelente niño Vicente" nos echa en cara a los jubilados lo caros que le salimos al gobierno y parece ser que somos nosotros, los que empobrecemos al Estado cada vez que nos dan la paga extraordinaria. Pobrecitos, cada vez que nos pagan tienen que renunciar ellos a sus aperitivos de jamón, a su agua de dos euros el litro, a sus copichuelas, bajarles un poco la asignación a sus queridas, renunciar durante quince días a comprarse el chalet que acaban de desahuciar al vecino.

Es cierto que nunca pelearé con violencia contra ningún compatriota, pero a veces me represento la Guillotina en plena plaza del Sol, justo donde está el Oso y el Madroño, y verla caer inclemente sobre una fila de cabezas que han esquilmado al país. Porque lo más triste que me pasa es que, cuando me entra el pesimismo, pasa por un instante, sólo un instante, la frase: "Con Franco, vivíamos mejor". Y eso no se lo perdono a toda esta pandilla de hijos de la gran bretaña.

Saludos

Recomendación para los amantes de la lectura: "Más Platón y menos Prozac" y "Apología de Sócrates". Esta última constituye uno de los más bellos panegíricos que se pueden escribir en defensa de un maestro.

Más saludos

El hecho en si mismo de ir a votar en las elecciones.... supone darle el "consentimiento..." y "poder..." a otros para que le gobi-ernen, y en su efecto esclavicen.......
Ese hecho en si mismo, demuestra admitir al que anhela el poder de gobernar, que uno renuncia a gobernarse a si mismo por miedo a la responsabilidad que implica.