Descubren al primer asteroide que orbita "junto" a la Tierra

La Tierra está menos sola de lo que se pensaba. Un asteroide "troyano" de unos 300 metros de diámetro acompaña su órbita alrededor del Sol, divulgaron ayer científicos canadienses y estadounidenses.

En 1772 el matemático Joseph Louis Lagrange describió por primera vez que pequeños objetos podían compartir de una manera estable la órbita de un planeta, a 60 grados por delante o por detrás (son los llamados `puntos de Lagrange`). Fue recién en 1906 cuando Max Wolf descubrió al primer asteroide con esa propiedad, que acompaña al gigante de Júpiter. Lo denominó "588 Aquiles". En ese entonces comenzó la tradición de designar a estos cuerpos con nombres de héroes de la guerra de griegos y troyanos, inmortalizada por Homero, y llamarlos "asteroides troyanos".

Hasta ahora científicos habían hallado troyanos coorbitando junto a Júpiter, Marte y Neptuno, explicó el doctor en Astronomía, Gonzalo Tancredi. En particular, se calcula que Júpiter tiene cientos de miles de asteroides de este tipo, añadió.

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Los astrónomos creían que también existían troyanos junto a la Tierra, pero no habían conseguido probarlo hasta ahora. Dos motivos hacían particularmente complicada esa tarea: que son cuerpos relativamente pequeños y que desde la Tierra son difíciles de observar ya que aparecen ubicados muy próximos al Sol. Pero el equipo comandado por Martin Connors, de la Universidad de Athabasca (Canadá) lo logró y ayer divulgó su descubrimiento en la revista Nature, que le dedicó su portada al hallazgo.

"Estos asteroides permanecen sobre todo en la luz del día, por lo que son muy difíciles de ver", dijo Connors. "Sin embargo, finalmente encontré uno, porque el objeto tiene una órbita inusual, que lo lleva más lejos del Sol que lo que es típico de un troyano", agregó el científico. Lo llamó 2010 TK7 y cree que en los próximos años aparecerán más troyanos para la Tierra.

"TANGO". Si bien el hallazgo fue divulgado ayer, la historia del descubrimiento comenzó en octubre del año pasado, cuando el telescopio infrarrojo del satélite WISE, lanzado por la NASA en 2009, y otras observaciones efectuadas desde la Tierra, coincidieron en identificar a un asteroide candidato a ser troyano.

El equipo de científicos confirmó que sí se trataba de un cuerpo que orbitaba junto a la Tierra en abril de este año con observaciones efectuadas por el telescopio Canadá-Francia-Hawai, ubicado en Manua Kea (Hawai).

El 2010 TK7 tiene unos 300 metros de diámetro y está ubicado a unos 80 millones de kilómetros de la Tierra. Su órbita -adelante del planeta- es inusual, según los autores del hallazgo, que la describen así: "Como una pareja bailando un tango complicado, el asteroide se mueve en una trayectoria elaborada que lo trae a veces más cerca y otras más lejos de nuestro planeta".

De todos modos, los científicos aseguran que ambos permanecerán sincronizados - "Es como si la Tierra estuviera jugando a seguir al líder", dijo Amy Mainzer, investigador de la NASA-. Remarcaron además que la Tierra no corre peligro. Durante los próximos cien años, afirmó ayer la NASA, lo más cerca que 2010 TK7 estará de la Tierra son 24 millones de kilómetros.

El equipo conducido por Connors -e integrado por Paul Wiegert (Universidad de Ontario, Canadá) y por Cristian Veillet (del telescopio Canadá-Francia-Hawai)- coincidió con que este troyano no representa una amenaza, sino más bien "lo contrario".

Señalaron que otros asteroides se mueven alrededor del Sol de una forma no coordinada con la Tierra, lo que sí implica "un cierto grado de peligro" de una colisión. "Debido a que el movimiento de 2010 TK7 está en sintonía con nuestro planeta, el asteroide, al igual que un buen bailarín, siempre evita la torpeza con su pareja", indicaron.

Señalaron que en su punto más cercano a la Tierra 2010 TK7 está mucho más lejos que otros asteroides que pasan más cerca del planeta. Calcularon que en los próximos 10.000 años 2010 TK7 no se aproximará a la Tierra más de 20 millones de kilómetros, más de 50 veces la distancia con la Luna (384.000 kilómetros).

Los científicos han analizado las características de cien órbitas clónicas de 2010 TK7. Afirmaron que han sido estables durante unos 1.800 años y que lo serán al menos durante 5.000 años más.

De todos modos, en los parámetros de la Astronomía, donde miles de años no es una cifra elevada, un asteroide de este tipo puede no tener una órbita estable, apuntó Tancredi. Eso implica que puede haber venido a la región, haber sido capturado por un tiempo -hasta millones de años- y estar en la órbita de la Tierra, pero luego puede "escaparse".

EL COSMOS - EN IMÁGENES


El satélite WISE fue lanzado al espacio en 2009 para cartografiar todo el cielo con una sensibilidad y resolución muy superior respecto a sus predecesores. Captó más de 2,7 millones de imágenes en el transcurso de su misión que finalizó a principios de este año: desde galaxias lejanas a los asteroides relativamente cercanos a la Tierra, como el 2010 TK7. Las imágenes están disponibles en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]



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