REDES DE SERVICIO

• 
  Introducción a las telecomunicaciones en situaciones de emergencia y a la gestión de los casos de catástrofe.
  
• 
  Función
  de las telecomunicaciones en situaciones de emergencia en las distintas
  etapas de la gestión de situaciones de catástrofe.
  
• 
  Creación de infraestructura de telecomunicaciones flexible para mitigar los efectos de las catástrofes.
  
• 
  Utilización de las TIC frente a varios riesgos en la gestión de situaciones de catástrofe.
  
• 
  Las TIC que realmente permiten mitigar los efectos de las catástro fes, y su contribución al desarrollo económico y social.
  

tao2013 escribió:

No hay que ser un contactado para darse cuenta de que el mensaje en síntesis del texto anterior es cierto, a pesar de que siempre es "coloreado" el Conocimiento con cosas como "Hijitos míos" para tocar los "kinder" al personal.

Pero al final, cuando despierten los vivos & los muertos, agradecerán los avisos que han sido dados.

(Oye, a lo mejor éste es EL GRAN AVISO de procedencia mariana, aunque para mí que EL GRAN AVISO hace tiempo que se dio: EL JUICIO FINAL de Miguel Ángel, que, como algunos deducirán, no ha sido revelado el secreto del cuadro por completo).

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Ya sólo queda esperar a que algunos despierten suficiente para unirse en grupo entre ellos, abandonando lo antes posible las ciudades para que sean "limpiadas". Los que elijan permanecer en ellas porque tienen que ir al trabajo, porque no pueden vivir sin El Corte Inglés, porque se niegan a ensuciar sus manos en la tierra, pues han tomado su decisión libremente.

Namasté!!!

P.D.: Si pasamos estas informaciones a documentos de texto, Word & PDF, llegarán a más individuos, yendo adjuntos por e-mails, circularán más rápido & muchos más serán avisados & podrán así elegir su destino: la luz (la 4ª D) o la oscuridad (las 3 D).

lilian escribió:

tao2013 escribió:

EL CALENTAMIENTO GLOBAL Y NUESTROS CUERPOS
Dr. José María Campos (Clemente)

El impacto del calentamiento global, en curso progresivo y rápido en el planeta, no sólo afectará las condiciones climáticas y ambientales. Cada región y cada partícula recibirán la parte que les corresponde dentro de la ley de la necesidad y de la ley del equilibrio kármico. El impacto, sin embargo, será mucho más profundo y tendrá una repercusión mucho más amplia porque interferirá en la estructura energética de los cuerpos sutiles del ser humano.

El persistente aumento del calor externo, como ya se observa en muchas regiones del planeta, puede dislocar con más facilidad a la consciencia (el cuerpo astral y parte del mental) hacia fuera del cuerpo físico-etérico. Así, procesos pendientes o latentes en los seres podrán aflorar brusca e intensamente.

Crisis de descompensación psíquica, brotes psicóticos, actos de locura, estados de entorpecimiento y alienación, cuadros de alucinaciones, desequilibrios glandulares y nerviosos, trastornos cardiovasculares y otras tantas manifestaciones surgirán de forma evidente y generalizada.

Si el implacable calor persiste, el proceso de disociación puede proseguir, y el cuerpo etérico es el que se dislocará con más facilidad del físico. Podrá manifestarse una nueva serie de trastornos: falta de ánimo y de iniciativa; de atención y de concentración; falta de vitalidad y decaimiento del estado general, entre otros síntomas y manifestaciones.

Los seres humanos, en ese deplorable estado, serán víctimas fáciles de las fuerzas involutivas que ya andan sueltas por el planeta en sus niveles más densos de manifestación.

Sumado a todo esto, habrá una mayor deshidratación del organismo, pero sin que la ingesta de agua pura consiga saciar la sed por completo. Esto ocurre porque, al dislocarse el cuerpo etérico del físico, el elemento líquido no se absorbe correctamente, lo cual no permite que se aplaque totalmente la sed.

Experiencia sencilla con la uvaia (*)

Cierta vez, participaba de la construcción de un terraplén junto con un grupo en un área de la hacienda. El intenso calor, principalmente en las horas de pleno sol, el viento caliente que circulaba libremente por la región y el esfuerzo físico concentrado ponían al cuerpo en estado de tensión y de prueba. Por más que bebiera agua, no saciaba por completo la sed. En un momento dado, algunos pequeños frutos de color anaranjado brillante me llamaron la atención. Crecían en abundancia en un delicado árbol próximo a la represa. Al ingerir los primeros frutos, la sensación de bienestar, de frescor y de apaciguamiento físico fue instantánea e indescriptible. Era una sensación de enorme alivio, de hidratación y de revitalización general.

Los pequeños frutos, que luego identifiqué, se llaman uvaias, poseen un sabor ácido cuando están verdes y agridulce cuando están bien maduros. Nunca antes los había visto tan saludables. Poco a poco, pude comprender en parte el proceso que sucedía allí.

El sabor ácido, desde un punto de vista interno, tiene la propiedad de atraer al cuerpo etérico hacia dentro del físico, y de mantenerlo allí firme; el sabor dulce, a su vez, tiene la propiedad de ayudar a la consciencia externa a anclar dentro del físico. Y las sales minerales, abundantes en la uvaia, se encargan de consolidad la nueva relación que se establece entre los cuerpos sutiles humanos. De modo que allí, en aquellos sencillos y pequeños frutos, se había creado una coyuntura perfecta para enfrentar situaciones difíciles y de gran necesidad para los cuerpos. En los días siguientes, sometí mi cuerpo físico a pruebas más intensas: trabajé bajo un sol asolador, con el cuidado de ingerir con frecuencia los frutos maduros de uvaia a fin de confirmar las impresiones y constataciones que tenía. E incluso me quedó claro que otros frutos silvestres, de sabor agridulce, también podrían tener un papel en ese proceso de regeneración, como por ejemplo: pitanga, moras silvestres, murici, ciruelas amarillas, guabiroba, jabuticaba, membrillo, entre muchos otros frutos de sabor semejante.

Es importante saber que los frutos silvestres son más vitales y ricos en cualidades sutiles que las frutas cultivadas artificialmente. Y no es necesario usar los frutos directamente. Es suficiente macerar algunos en un recipiente con agua potable y tomar esa agua mineralizada y vitalizada a lo largo del día. El agua debe ingerirse pausadamente, de a pequeños tragos, para que el proceso de absorción sutil comience en la esfera de la cabeza. Las fuerzas vitales pueden asimilarse directamente en la boca, el organismo se hidrata con más facilidad y así se vitaliza, y los cuerpos sutiles mantienen su cohesión e integridad, incluso en las condiciones más adversas.

Asimismo, sugerimos que cada uno busque en su interior, en los momentos reservados al silencio, nuevas actitudes ante los tiempos críticos que se aproximan.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

(*) Uvaia: Arbusto nativo del Brasil (desde Minas Gerais hasta Río Grande del Sur), con flores aromáticas, blancas, y bayas piriformes, amarillas, aterciopeladas, de pulpa aromática y comestible; también se emplea para fabricar vinagre. Nombre científico: Eugenia pyriformis. Familia: Mirtaceae. Nombres populares: Ubacaba, uvaia-do-campo, uvaia-do-mato.

(Texto extraído de la revista “Señales de Figueira” Nº 16, pág. 10)

Namasté!!!  

P.D.: Irdin Editora - Señales de Figueira (Para descargar las revistas publicadas, aquí):

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Que buen aporte Tao, como siempre, gracias compañero!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Namasté!!!