HAARP: Catástrofes a domicilio

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Su central de operaciones se encuentra en la base militar ubicada a ocho kilómetros de Gakona, Alaska. Se trata de 180 antenas que funcionan en conjunto como una sola antena que emite un gigawatt (1gw= mil millones de watts), es decir un billón de ondas de radio de alta frecuencia las cuales penetran en la atmósfera inferior.

De acuerdo con el sitio oficial del programa, éste fue creado con la finalidad de conocer las propiedades físicas y eléctricas de la ionósfera, -capa que recubre la tierra y que se encuentra a una distancia aproximada de 80 kilómetros y que permite que las ondas radioeléctricas puedan llegar hasta lugares lejanos- que puedan afectar la comunicación militar, civil y los sistemas de navegación.

Pese a ello, aseguran que su actividad no produce daños en el clima. Y es que, según se explica, la trasmisión de energía en rangos de frecuencia utilizada en el proyecto, no es absorbida en la tropósfera o estratósfera, que son los dos niveles responsables del clima en el planeta.

Sin embargo, en redes sociales y diversas páginas de Internet, se señala que pese a su gran aportación científica, el proyecto HAARP es considerado como de alto riesgo. El argumento que se presenta es que debido a sus cientos de millones de vatios de potencia y sus 180 antenas, pueden convertir a esa base en un verdadero “calefactor” de la alta atmósfera, provocando así una gran ionización que puede provocar graves consecuencias.

Esto gracias a su efecto espejo que pudiera dirigir sus efectos hacia cualquier parte de la Tierra. Tanto que puede considerarse como una nueva arma capaz de intensificar tormentas, prolongar sequías e incluso generar terremotos. Según el investigador canadiense Michel Chossudovsky, “desde un punto de vista militar, HAARP es un arma de destrucción masiva. Potencialmente, constituye un instrumento de conquista capaz de desestabilizar selectivamente los sistemas agrícolas y ecológicos de regiones enteras”.

Lo que se dice…
Entre el 8 y el 12 de este enero, se produjeron tres terremotos sobre Honduras, Venezuela y Haití todos a una profundidad de 10km. Rusia y China denuncian la existencia y el uso de HAARP por parte de Estados Unidos. La agencia de noticias EFE reportó que la Flota del Norte de Rusia sospecha que el sismo en Haití fue provocado por un ensayo de la Marina de los Estados Unidos en el marco del proyecto HAARP.

Según se dijo en un informe ruso, la Marina Norteamericana habría realizado dos de estas pruebas en el Océano Pacífico provocando un sismo de 6.5 en la escala de Richter.

El 12 de mayo de 2008 un terremoto de magnitud 7.8 golpeó Sichuan, en China. Los científicos de las fuerzas armadas de China, en conjunto con sus homólogos rusos y canadienses, denunciaron junto al editor en jefe de la revista Forbes para el área Asia-Pacífico, Benjamin Fulford, que el sismo había sido resultado del lanzamiento de un impacto de 90 millones de voltios por parte del HAARP.

Y se comenta que: Los terremotos en los que la profundidad es linealmente idéntica en la misma falla, se producen por proyección lineal de frecuencias inducidas; se ha elaborado un diagrama de sucesión lineal respecto de los terremotos denunciados en que casualmente se produjeron todos a la misma profundidad: en Venezuela el 8 de enero 2010 , profundidad 10 kms Honduras el 11 de Enero 2010, profundidad 10 kms. Haití el 12 de Enero 2010, profundidad 10 kms. El resto de las réplicas tuvieron profundidades de alrededor de 10 kms luego del terremoto.

Lo oficial
A pesar de los múltiples rumores que se han desatado desde su puesta en marcha, los militares estadounidenses aseguran que los efectos que puede provocar el proyecto HAARP, sobre todo en la ionósfera son “minúsculos”, en comparación con las variaciones que se producen durante el día y la noche.

“Varias capas de la ionosfera desaparecen completamente a través de todo un hemisferio durante las horas nocturnas. HAARP no puede producir este efecto”, dicen.