MUNDOALERTA . LAS NOTICIAS MAS DESTACADAS DEL MUNDO
Foro informativo a nivel MUNDIAL...
Porque entre todos.. hacemos la noticia.

Seguimiento de anomalías en nuestro entorno. Terremotos, volcanes, política, guerras, ciencia, pseudociéncia.. Seguimiento sobre el Estado Islámico ISIS.

Entra y forma parte de esta comunidad con casi 20.000 usuarios.

Regístrate y tendrás acceso a toda la información


Unirse al foro, es rápido y fácil

MUNDOALERTA . LAS NOTICIAS MAS DESTACADAS DEL MUNDO
Foro informativo a nivel MUNDIAL...
Porque entre todos.. hacemos la noticia.

Seguimiento de anomalías en nuestro entorno. Terremotos, volcanes, política, guerras, ciencia, pseudociéncia.. Seguimiento sobre el Estado Islámico ISIS.

Entra y forma parte de esta comunidad con casi 20.000 usuarios.

Regístrate y tendrás acceso a toda la información
MUNDOALERTA . LAS NOTICIAS MAS DESTACADAS DEL MUNDO
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

El catastrofismo, una ideología que explota el miedo

Ir abajo

El catastrofismo, una ideología que explota el miedo  Empty El catastrofismo, una ideología que explota el miedo

Mensaje por lilian Vie Mayo 11, 2012 10:44 pm
























El catastrofismo, una ideología que explota el miedo


El catastrofismo, una ideología que explota el miedo  Sp

Pascal Bruckner es un ensayista francés, autor de libros
que examinan de modo crítico tópicos y actitudes arraigadas en las
sociedades occidentales contemporáneas. Algunas de sus obras son La
tentación de la inocencia, La tiranía de la penitencia, La euforia
perpetua.

El catastrofismo, una ideología que explota el miedo  Sp























El catastrofismo, una ideología que explota el miedo  Sp El catastrofismo, una ideología que explota el miedo  Sp

Actualizado 11 mayo 2012
El catastrofismo, una ideología que explota el miedo  Sp







Es
fácil constatar, dice Bruckner en City Journal, la expansión de una
mentalidad catastrofista, particularmente intensa en los medios de
comunicación. Junto con la predicción de grandes desastres, se propaga
el miedo: miedo “al progreso, a la ciencia, a la demografía, al
calentamiento global, a la tecnología, a la alimentación”. La gente se
sobrecoge cuando se nos dice que “en cinco o diez años, la temperatura
aumentará, la Tierra se convertirá en un lugar inhabitable, se
multiplicarán los desastres naturales; el clima nos llevará a la guerra y
las centrales nucleares explotarán”.

La ideología de la catástrofe

Según Bruckner, se ha producido un cambio de paradigma, lo que explica
que también los líderes políticos, los científicos y los intelectuales
se sientan apresados por esta nueva mentalidad apocalíptica: la era de
las revoluciones técnicas ha sido sustituida por la del pesimismo y la
culpabilidad.

La ideología de la catástrofe ha tomado, desde el final del siglo
pasado, el lugar que había ocupado el dogma ilustrado del progreso. Pero
¿cuáles son las razones de este cambio? El catastrofismo no opera
identificando a partes culpables, sino que generaliza la responsabilidad
por el futuro de la Tierra: la culpa es, pues, “de la humanidad, en su
voluntad de dominar el planeta”.

El ecologismo catastrofista, dice Bruckner, sintetiza tanto la crítica
marxista al capitalismo como el complejo antioccidental que, tras el
colonialismo, ha pedido cuentas a las sociedades desarrolladas por la
esclavitud y la explotación imperialista. Ese ecologismo exacerbado,
heredero de la tradición anticapitalista, “ha convertido al planeta en
el nuevo proletariado que debe ser salvado de la explotación, incluso si
fuera necesario reduciendo el número de seres humanos”.

Como ejemplo, Bruckner alude a James Lovelock y algunos movimientos que
entienden la reproducción humana como atentado contra la naturaleza. La
Tierra se concibe como un gran organismo vivo y el género humano queda
reducido a una suerte de infección que hay que erradicar.

La dinámica de la propaganda apocalíptica

Esta ideología ha calado también en las preocupaciones cotidianas de los
individuos. Las personas sienten inquietud por el futuro de la
naturaleza y el hombre. ¿Pero es real y profunda esta preocupación?
Bruckner sostiene que el “temor se convierte en una profecía
autocumplida, gracias precisamente a su cobertura mediática (…) porque,
como si se tratara de una caja de resonancia, las encuestas públicas
solo reflejan la opinión promulgada por los mismos medios”.

La proliferación de imágenes desoladoras puede, sin embargo, provocar
cierto efecto calmante. Ello explica la necesidad de recurrir, cada vez
con mayor frecuencia, “al uso de una retórica extrema, incluyendo un
número sorprendente de analogías con el Holocausto”. Otra estrategia
utilizada por el discurso catastrofista es “la corrección retroactiva,
que consiste en acumular una cantidad importante de noticias dramáticas y
entonces, más tarde, moderarlas con un poco de esperanza, ofreciendo
una vía de escape al público estupefacto”.

Un futuro resignado y sin esperanza

El discurso apocalíptico no escapa, en cualquier caso, a ciertas
contradicciones. “La certeza de las profecías –escribe Bruckner– provoca
que sus efectos sean de corta duración. El lenguaje del miedo no
incluye la palabra ‘quizás’. Se nos dice, más bien, que el horror
resulta inevitable (…) Esta es la paradoja del miedo: en última
instancia es tranquilizador. Por lo menos sabemos hacia dónde nos
encaminamos: hacia lo peor”.

A diferencia de las profecías religiosas, el catastrofismo cierra la
puerta a toda esperanza. Una consecuencia de ello es la sospecha de que
“las innumerables casandras que profetizan a nuestro alrededor no tienen
tanto la intención de advertirnos como de condenarnos (…) En una
sociedad laica, un profeta no tiene otra función que la indignación”,
pero escapa a sus propósitos el alertarnos con un futuro mejor. “No hay
promesa alguna de redención”, concluye Bruckner.

Pero subrayar la inevitabilidad de un futuro devastado “trae consigo la
petrificación. El temblor que quieren promover no tiene ningún efecto
(…). En lugar de alentar la resistencia, se propaga el desánimo y la
desesperación. La ideología de la catástrofe se convierte en un
instrumento de resignación política y filosófica”.

Buenas noticias en medio del desastre

Bruckner no se opone a la preocupación por el medio ambiente, que
considera necesaria, sino a los mensajes que anuncian la proximidad del
fin de la humanidad. Para contrarrestar ese pesimismo, enumera “algunas
buenas noticias de los últimos veinte años: la democracia está avanzando
lentamente, más de mil millones de personas han salido de la pobreza
extrema, ha aumentado la esperanza de vida en la mayoría de los países,
hay cada vez menos guerras y muchas enfermedades graves han sido
erradicadas”.

El catastrofismo es una ideología o prejuicio característicamente
occidental, relacionado con el sentimiento de culpabilidad que
paradójicamente ha engendrado el éxito de nuestras sociedades. Por eso
mismo, “es probable que las sociedades no occidentales reciben nuestra
profesión de fe ecologista con cortés indiferencia. Miles de millones de
personas buscan el crecimiento económico, con toda la contaminación que
conlleva, para mejorar su condición. ¿Quiénes somos nosotros para
negárselo?”.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
lilian
lilian
Moderador Global
Moderador Global


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.