MUNDOALERTA . LAS NOTICIAS MAS DESTACADAS DEL MUNDO
Foro informativo a nivel MUNDIAL...
Porque entre todos.. hacemos la noticia.

Seguimiento de anomalías en nuestro entorno. Terremotos, volcanes, política, guerras, ciencia, pseudociéncia.. Seguimiento sobre el Estado Islámico ISIS.

Entra y forma parte de esta comunidad con casi 20.000 usuarios.

Regístrate y tendrás acceso a toda la información


Unirse al foro, es rápido y fácil

MUNDOALERTA . LAS NOTICIAS MAS DESTACADAS DEL MUNDO
Foro informativo a nivel MUNDIAL...
Porque entre todos.. hacemos la noticia.

Seguimiento de anomalías en nuestro entorno. Terremotos, volcanes, política, guerras, ciencia, pseudociéncia.. Seguimiento sobre el Estado Islámico ISIS.

Entra y forma parte de esta comunidad con casi 20.000 usuarios.

Regístrate y tendrás acceso a toda la información
MUNDOALERTA . LAS NOTICIAS MAS DESTACADAS DEL MUNDO
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

¡Es la lucha de clases, estúpidos!

Ir abajo

¡Es la lucha de clases, estúpidos! Empty ¡Es la lucha de clases, estúpidos!

Mensaje por lilian Dom Abr 28, 2013 8:55 am

¡Es la lucha de clases, estúpidos!





  • Domingo, marzo 3, 2013, 10:30
  • Opinión
  • Comentar




Primero nos hicieron creer que la economía era lo más
importante. La frase “The economy, stupid” se hizo muy popular en la
campaña de Clinton contra Bush, y después nuestros políticos y nuestros
opinadores la repitieron hasta la náusea.
¡Es la lucha de clases, estúpidos! Protestas-espana-095345Muchos
se creyeron el “mantra”; unos lo aceptaron por indigencia intelectual y
otros lo usaron por puro cinismo, pero cuando estalló la crisis, se
cayó en la cuenta de que detrás de la economía se tomaban decisiones
políticas que hacían que la economía nos afectara en un sentido o en
otro según quien decidiera.

Cuando la derecha triunfante en las urnas se decidió a destruir las
conquistas sociales de más de treinta años y quedó claro que la política
económica era sobre todo política, fue la misma política la que entró
en el remolino de la desafección y la hostilidad por parte de la mayoría
de la población.

Hemos llegado a un punto en que hay que pasar a una nueva fase de
desmitificación del lenguaje políticamente correcto que nos atenaza.
Nadie en sus cabales cree hoy que la economía es más importante que la
política, pero por la misma razón, tampoco es creíble una política que
no ponga en cuestión abiertamente a la economía. Una economía que nos ha
recordado de forma brutal que la lucha de clases sigue estando vigente y
que, al menos la derecha no lo olvida.

El “que se jodan” gritado desde los bancos del Partido Popular en el
Parlamento español es mucho más explícito y clarificador que cualquier
discurso. Si los ricos pueden pagar su sanidad, su educación y su
protección policial,€ ¿por qué razón deberían detraer parte de sus
rentas para seguir atendiendo a una masa de proletarios cuya principal
misión en la vida debe ser producir plusvalía para asegurar la
reproducción del sistema?

La devastación que se cierne sobre los no privilegiados es similar a
la que produce una guerra. La burguesía está ganando de nuevo una guerra
civil sin necesidad de declararla abiertamente, y reforzando su
conciencia de clase a base de reducir al contrario a la impotencia:
modifica leyes a su antojo, suprime derechos, incumple promesas. La
izquierda, por el contrario, al aceptar reglas de juego comunes, deviene
la imagen misma de la alienación y agiganta la distancia que la separa
de las verdaderas aspiraciones populares.

Los que sufren el paro, los desahuciados de sus casas, los que son
mal y tarde atendidos en la sanidad, los que ven que sus hijos sin
formación jamás pasarán de ser carne de cañón y mano de obra barata para
el sistema, son más de cada día. Ya no se trata de un reducto de
“lumpenproletariado” en los márgenes de la sociedad; ahora ya afecta a
miles de familias que antes se sentían a salvo. El lumpen no vota ni
actúa en política, pero los afectados de hoy y de mañana sí. Empieza a
extenderse una desesperación creciente y la convicción de que mientras
los políticos no sufran al mismo nivel que la mayor parte de la
población la situación no comenzará a enmendarse. Los que ven acercarse
la miseria, los que sangran, querrían ver sangrar a los responsables.

La vigencia de la lucha de clases ha golpeado sin miramientos a todos
los que creían que ésta ya estaba superada por la historia y, aunque
los ricos llevan muchos años de ventaja porque ellos jamás dudaron de
ella, el resto de la población se verá en el imperativo, quiera o no, de
buscar una salida. Que la izquierda sea capaz de ofrecerla antes que
aparezca cualquier aventurero neofascista depende ante todo de un cambio
de mentalidad, de lenguaje, de método y sobre todo de volver a situarse
en el terreno que por tradición le corresponde en la vieja y nueva
lucha de clases.

Ramón Molina / Diario de Mallorca
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
lilian
lilian
Moderador Global
Moderador Global


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.