Recordando un caso ovni de hace años,Extraños cráteres aparecen en Galicia

Extraños cráteres aparecen en Galicia

El 7 de noviembre de 2000 un extraño cráter apareció en un monte de la pequeña localidad coruñesa de Cornanda (Brión). Curiosamente estaba situado a menos de 10 kilómetros de la huella de otro impacto que, según los expertos que lo estudiaron, fue provocado por el estrellamiento de un objeto desconocido el 18 de enero de 1994. Entre 1995 y 1997, la misma zona fue escenario de incidentes similares. ¿Qué provocó estos misteriosos cráteres? ¿Qué fuerza desconocida actúa en esta zona?

Esclavitud Freire Freire se encontraba en su domicilio el pasado 7 de noviembre, cuando recibió la visita de una vecina, asombrada por la gran cantidad de ramas y barro que habla en su finca. Esclavitud, dueña de un terreno próximo, decidió acercarse al lugar. Le acompañaba María Barbazán Alfonsin, quien dos días antes habla escuchado «un ruido fortísimo que, desde luego, no era un trueno», nos confesó durante nuestra investigación. La sorpresa llegó cuando descubrieron un enorme socavón de unos 16 m de ancho y 18 de largo. la tierra, expulsada por una fuerza desconocida, arrasé más de 1 00 m de monte, ladera abajo, llevándose por delante árboles, piedras y todo lo que encontró a su paso. No hallaron nada que pudiese explicar el extraño fenómeno. El lugar ya había sido invadido por curiosos, reporteros y equipos de varias televisiones cuando llegamos a la zona. Lo primero que nos llamó la atención fue la cercanía del lugar del suceso a la pequeña aldea y, sobre todo, a una casa que dista unos 100 m del cráter. El socavón era prácticamente igual alque seis años antes se halló en la aldea de Cando, situada a menos de 10 kilómetros de Cornanda. En aquella ocasión, José Ángel Docobo, profesor de Astronomía en la universidad de Santiago de Compostela y director del observatorio astronómico de dicha ciudad, encabezó un equipo de científicos. Éstos concluyeron que en Cando se pudo haber estrellado un objeto de origen desconocido, el mismo que surcó los cielos gallegos el 18 de enero de 1994. la repercusión del dossier que redactaron fue tal, que acabaron publicando un artículo sobre el suceso en la prestigiosa revista científica Nature. En un segundo viaje a Comanda, en esta ocasión acompañados por el conocido ufólogo gallego Marcelino Requejo, nos dispusimos a investigar con más calma el lugar. Varios árboles habían sido literalmente arrancados de cuajo y otros yacían a decenas de metros de su posición inicial. Tras comprobar que el nivel de radiación era normal, nos dedicamos a inspeccionar los árboles que se mantenían en pie alrededor del cráter. Varios de ellos tenían las ramas desgajadas a una considerable altura, al igual que en Cando, algo que difícilmente podría haber sido causado por «un inusual corrimiento de tierras». Además, tal como se puede apreciar en las fotografías, varios árboles aparecieron tumbados en el mismo sentido del supuesto corrimiento, cuando lo lógico es que cayeran en la dirección contraria. Manuel Pais, vecino de Cornanda y concejal del ayuntamiento de Brión, cree, como el resto de sus vecinos, que el cráter sólo lo pudo provocar algo que vino del cielo. Pais, que acompañó al alcalde de Brión al lugar, asegura que, como hombre de campo, no cree que el fenómeno se deba a un corrimiento de tierras, porque "la zona devastada tiene forma circular y, además, porque aquí no hay aguas subterráneas». El 21 de noviembre inspeccionaron el lugar el profesor José Ángel Docobo, el catedrático de edafología (estudio del suelo) Francisco Diaz Fierros, y José Antonio Ferreira, del Servicio de Medio Ambiente. los científicos se dedicaron a tranquilizar a los vecinos, pero no dieron ninguna explicación convincente. Díaz Fierros afirmó que «para conocer con certeza absoluta lo que sucedió aquí se necesitaría un estudio de años, con la instalación de sensores en el suelo y otros dispositivos». Ante las preguntas de los periodistas, éste declaró que el fenómeno se podría deber «a un corrimiento de tierras de tipo explosivo, muy poco común». Sin embargo, el mismo Díaz Fierros, tras estudiar el cráter de la localidad de Cando, hace seis años, descartó esta hipótesis. Si los dos socavones son prácticamente iguales, ¿a qué se debe este cambio de criterio? El 18 de enero de 1994, alrededor de las 8:1 5 horas, un enorme objeto luminoso surcó los cielos de Galicia. Pronto, diferentes medios de comunicación comenzaron a recibir llamadas de personas que aseguraban haber avistado un OVNI que iba dejando a su paso un rastro luminoso. A media mañana, miembros de Protección Civil, SOS Galicia y la Guardia Civil, iniciaron labores de búsqueda por los montes, ante la posibilidad de que se hubiese producido un accidente aéreo. Entonces, nosotros mismos pudimos recoger decenas de testimonios en A Coruña, Santiago, Santiso, Lavacolla, Pontevedra, Muros y Milladoiro. Debido a la trascendencia del caso, el profesor José Ángel Docobo y el astrónomo armenio Vakhtang Tamazian decidieron investigar el caso. Después de algo más de dos años de estudio, estos científicos publicaron, en colaboración con el profesor checo Znedak Zeplecha, máximo experto mundial en fireballs (bolas de fuego) y el catedrático de edafologia Díaz Fierros, un voluminoso trabajo editado por la universidad de Santiago de Compostela: El Objeto Luminoso del 18-1-94 y el Suceso de Cando (Outes). los científicos descartaron entonces que pudiera tratarse de cualquier tipo de objeto conocido, artificial o natural. Basándose en los testimonios recogidos, cifraron la velocidad del objeto entre 1 y 3 km por segundo, mientras que la de un meteoro oscilaría entre los 30 y 70 km por segundo. El brillo del OVNI y la ausencia del característico ruido de los bólidos al rozar la atmósfera les hicieron desechar esta posibilidad. Por otro lado, la hipótesis de que pudiera tratarse de una nave o ingenio accidentado fue igualmente descartada. El European Space Center confirmó que no pudo tratarse de la reentrada en la atmósfera de un satélite ni de chatarra espacial. El 22 de abril de 1994, el profesor Docobo recibió una llamada desde Cando. El comunicante le dijo que, meses antes, tras escuchar una extraña explosión, unos vecinos encontraron un enorme cráter a 100 m de dicha aldea. Docobo y Tamazian enseguida se interesaron. El cráter estaba dentro de la zona que habían calculado como probable lugar del estrellamiento. Al día siguiente, cuando los científicos llegaron al lugar, encontraron un agujero de 29 m de largo, por 13 de ancho y 1,5 de profundidad. Varios árboles y una gran masa de tierra habían salido despedidos a más de 1 00 m. Tras numerosos estudios fue descartada la posibilidad de un corrimiento de tierras. Además, no existía ningún resto de algún objeto natural o artificial. De hecho, las pruebas resaltaban la ausencia de restos microscópicos de meteorito en el lugar del impacto. La causa meteorológica también se descartó, ya que el 18 de enero de 1994, en Outes y en toda Galicia los cielos estaban despejados y no hubo precipitaciones. Lo que sí está comprobado es que algo impacto contra el suelo en Cando, ya que el cráter fue sometido a una temperatura superior a los 400º C, lo que indicaría la violencia del choque. Llegados a este punto, los autores del trabajo supusieron que podía deberse a un ensayo militar secreto. En su informe, afirmaron literalmente: «Descartada la posibilidad de un satélite artificial o cohete, solamente nos queda pensar en un objeto militar. Pero está claro que, con la consulta al Ejército del Aire, organismo competente en el tema, debemos dar por concluidas las pesquisas en esa dirección ... ». En este sentido, tanto el Mando Operativo Aéreo como la jefatura de prensa de¡ Escuadrón de Vigilancia Aérea (EVA-10), el radar militar situado a 15 km del impacto, aseguraron no saber nada. los científicos sugirieron que podría tratarse de un fenómeno natural desconocido, aunque reconocen que no hay elementos que apoyen esta hipótesis. Durante nuestra investigación en Cando, entrevistamos a varios vecinos que escucharon un enorme estruendo. Clementina Antelo, por ejemplo, reconoce haber oído «como si algo hubiese chocado contra el suelo». Una de las viviendas de esta pequeña aldea se encuentra a unos 50 metros del cráter y los propietarios también escucharon el ruido. Casi tres años después del «caso Cando», el 13 de enero de 1997, se produjo un fenómeno de las mismas características en una zona próxima. Miguel Bretal y dos alumnas de su autoescuela observaron un objeto luminoso que se estrellaba en el mar. El marinero Juan Carreirán, desde el muelle de Porto do Son, también presenció el mismo suceso. El 14 de julio de 1996, varios amigos reunidos en un apartamento compostelano vieron en el horizonte «una bola de luz, en trayectoria descendente». Uno de ellos, José Quiroga, pudo filmar el OVNI. Manuel González Manteiga, su mujer Carmen Chorén y Manuel González Barreiro pudieron observar esa noche desde Cancheiras una bola enorme de color anaranjado, estática en el cielo. Juan Junquera y Carlos Miguez, desde una localidad cercana, presenciaron el mismo fenómeno. También en Cacheiras, Isabel Vidal y su hija se vieron rodeadas por un enorme foco de luz. Diferentes periódicos gallegos se hicieron eco de otros testimonios sobre este suceso. El 23 de noviembre de 1993, según un informe desclasificado del Ejército del Aire, ocho militares destinados en el radar militar del EVA-10 avistaron un objeto en trayectoria descendente. Ese mismo objeto fue divisado desde varios pesquemos y, unas horas antes, otros parecidos fueron vistos por otros testigos desde diferentes puntos de la geografía gallega. ¿Tienen todos estos casos que acabamos de exponer alguna relación? ¿Por qué se producen en una zona tan delimitada? Hasta hoy carecemos de una respuesta satisfactoria.

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Interesante Kaza!!.en galicia hay muchos casos de avistamientos..y tenemos uno cerca..y yo fui 4 veces y no vimos nada..solo estrellas fugaces y satelites..algun dia espero veamos algo

Somos muchos los que, de cuando en vez, salimos de noche a escudriñar entre las estrellas, llevados por sueños de avistamientos ajenos...

Personalmente, en eso tengo fé: no he visto, pero creo.

Galicia, Extremadura, Canarias... España está llena de zonas especiales de avistamientos.
Gracias por refrescar la memoria con ese caso que describes. Mucho hay aún por decir y por descubrir en el mundo ovni.

Un abrazo.

Arwen escribió:Interesante Kaza!!.en galicia hay muchos casos de avistamientos..y tenemos uno cerca..y yo fui 4 veces y no vimos nada..solo estrellas fugaces y satelites..algun dia espero veamos algo

Ojala veais algo para creer mucho mas aun,yo siempre crei pero despues de ver lo que vi,bueno 100%