CIELOS TÓXICOS

Durante años el gobierno ha participado en una operación secreta que involucra estelas de vapor (contrails: líneas visibles de vapor de agua condensada que dejan los aviones en el cielo). Si se les pregunta, ellos sugieren que se hace en nombre de la protección del medio ambiente como una garantía que aliviará a la humanidad del calentamiento global, reflejando la luz solar hacia la atmósfera.

La verdad real: las estelas de vapor (contrails) son en realidad estelas tóxicas (chemtrails), compuestas por químicos como el Bario, el Aluminio y cepas de distintos tipos de virus, rociadas deliberadamente sobre ciudades densamente pobladas a fin de "eliminar a los ancianos, a los enfermos y a los débiles".

En esta película, los hospitales de Seattle comienzan a desbordarse con la llegada de pacientes que presentan extraños síntomas que empeoran súbitamente, transformandose en enfermedades mortales. La doctora Tess Martin (Anne Heche), una especialista de la Organización Global para la Salud (a no confundir con la OMS), se embarca en una misión para encontrar la verdad, asi es como conoce a Jack (James Tupper), un periodista que perdió a su hermano y no descansará hasta encontrar a los responsables.

En poco tiempo, el virus se propaga como un reguero de pólvora y se convierte en una epidemia. Con más del 70 por ciento de Seattle a punto de morir a causa del virus, la única posibilidad de supervivencia es salir de la ciudad y encontrar una cura, pero se ha declarado una emergencia nacional y todos los habitantes han sido puestos en cuarentena. A nadie se le permite salir y nadie puede entrar. Cuando el Presidente pasa un proyecto de ley que permite el uso de la fuerza militar para mantener contenido a Seattle para evitar la propagación del virus, le toca a la Dra. Tess y su equipo encontrar una forma de salir de la ciudad con el fin de encontrar una cura y exponer la mortal conspiración perpetrada por el gobierno y las grandes corporaciones farmacéuticas.