Narbona: Sin medidas, buena parte de la vida en la Tierra podría desaparecer

Narbona: Sin medidas, buena parte de la vida en la Tierra podría desaparecer

La embajadora española ante la OCDE, Cristina Narbona, ha advertido hoy de que si no se adoptan medidas contra el cambio climático en los próximos diez años, la temperatura podría elevarse una media de seis grados en la Tierra, lo que "significaría la desaparición de la vida en buena parte de nuestro planeta".

Durante un encuentro con periodistas, previo a una charla que pronunciará esta tarde en la Fundación Cristina Enea de San Sebastián, Narbona ha asegurado que "en el mejor de los supuestos", a raíz del cambio climático, en el siglo XXI se van a intensificar "los fenómenos meteorológicos adversos, olas de calor intensas, sequías, inundaciones y huracanes" y los fenómenos atmosféricos se harán "mucho más extremos que los que conocemos".

La ex ministra ha afirmado que el cambio climático "es, ante todo un enorme desafío tecnológico, pero sobre todo un desafío de carácter ético, porque lo están sufriendo" en mayor medida "los países más desfavorecidos del mundo".

La ex ministra ha explicado que en las naciones más pobres "cualquier catástrofe natural multiplica por diez o por cien los muertos respecto a un país que tenga cierto grado de desarrollo económico y social" y por ello es preciso "desarrollar elementos de cooperación y de ayuda" como "una cuestión de justicia social internacional".

En su opinión, esto es algo que los países que han provocado el cambio climático, "mediante la quema intensiva de combustibles fósiles" y "un modelo excesivamente devorador de energía", deben a las naciones más pobres.

Ha recordado al respecto la "gran paradoja" que supone que África, que apenas emite el 4% de los gases invernadero, sufra una "vulnerabilidad" creciente por "episodios de sequías y de inundaciones con efectos devastadores en términos de hambre, miseria y dolor humano" a raíz del cambio climático.

Ha defendido la necesidad de potenciar el desarrollo de las tecnologías vinculadas a las energías renovables para luego transferir este "conocimiento" a los países en desarrollo.

Ha recordado también que actualmente resulta "mucho más costoso no adoptar medidas hoy contra el cambio climático que tomarlas".

Narbona se ha referido a la Cumbre de Copenhague, que concluyó sin "un acuerdo internacional vinculante" para reducir la contaminación a la atmósfera, pero en la que "por primera vez" China y los EEUU, que suman "prácticamente el 80% de las emisiones", pusieron de manifiesto "una voluntad política" de hacerlo.

Ha comentado además que si los distintos países cumplen los compromisos adquiridos sobre emisiones se producirá "una reducción global de un 18% hasta el año 2020" que, sin embargo, aún sería "insuficiente", por lo que es necesario "seguir trabajando y evitar caer en la idea de que no se puede hacer nada".

"Todo lo contrario -ha añadido-, nuestra generación tiene la responsabilidad de ser la primera en la historia que sabe lo que estamos haciendo al planeta".

A su juicio, ante esta situación "la tecnología debe contribuir al cambio del modelo energético del planeta" a través de "una revolución energética mundial", mediante una mayor eficiencia, la implantación de las renovables, evitando la deforestación, y modificando hasta los hábitos alimentarios, ya que la producción de carne supone una gran emisión de CO2, por el gas metano que produce el ganado.

Narbona también se ha mostrado contraria a la aplicación de la energía nuclear, salvo como modelo transitorio, aunque ha admitido el empleo de incineradoras para gestionar los residuos urbanos, siempre que no comprometan los objetivos de reciclaje, y ha abogado por un mayor empleo de los trenes de alta velocidad para el transporte de mercancías.

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