Activistas de Greenpeace se suben a la torre de la central de Cofrentes

Estimados colegas para su conocimiento:

La dirección de la central nuclear de Cofrentes (Valencia) ha declarado la "alerta de emergencia", después de que una veintena de miembros de la organización ecologista Greenpeace hayan accedido a su interior.

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha activado su organización de respuesta a emergencias, que implica la constitución su sala de emergencias (SALEM) y el mantenimiento de una continua comunicación con el Centro de Coordinación Operativa de la Subdelegación del Gobierno en Valencia, según informa Efe.

Durante la acción, un vigilante de seguridad ha resultado herido leve y otros dos han requerido atención médica por contusiones, según el CSN. El periodista y fotógrafo independiente Pedro Armestre ha sido detenido.

La planta "continúa funcionando en condiciones estables y con todos los sistemas de seguridad disponibles".

Además de los activistas que han entrado en la central, los cuales "permanecen en la zona de las torres de refrigeración de la planta, controlados por las fuerzas de seguridad", según fuentes del centro, seis escaladores han subido a la torre de refrigeración, de 125 metros, para pintar 'Peligro nuclear'.

Además, otro grupo ha desplegado una pancarta con el lema 'Cofrentes: cierre ya'. Con esta acción de protesta pacífica ha quedado demostrada la falta de seguridad de esta instalación.


Activistas en acción. | Greenpeace
Por ello, Greenpeace pide al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y al Gobierno que no se renueve el permiso de explotación de Cofrentes, que vence el próximo 19 de marzo, y se proceda a su cierre definitivo.

Fallos de seguridad
Greenpeace incide en que la central nuclear de Cofrentes es una instalación peligrosa que cuenta con un interminable listado de fallos y de problemas de seguridad sin resolver, lo que evidencia el agotamiento de su vida útil.

Como ejemplo, afirma que, el pasado 7 de febrero sufrió un fallo en la apertura de la válvula del circuito de seguridad. Según los ecologistas, este tipo de fallos "se ha repetido sistemáticamente en los últimos años", lo que ha provocado la declaración de continuas prealertas de emergencia, pero a pesar de las inspecciones del CSN, el problema sigue sin resolverse.

Entre las muchas deficiencias identificadas, Greenpeace destaca las relacionadas con los sistemas de lucha contra incendios, el acceso a la Sala de Control, el aumento de las dosis recibidas por los trabajadores en el mantenimiento, el desafío a los márgenes de seguridad en los sistemas de refrigeración de emergencia o la tardanza en los análisis de sucesos.

Estos graves problemas de seguridad demuestran, en su opinión, el envejecimiento de la central y, por ende, un riesgo cada vez más alto de sufrir un accidente. "No tiene sentido asumir ese riesgo, que podría tener un altísimo coste para la salud, el medio ambiente y la economía, cuando la viabilidad técnica y económica de un sistema de generación eléctrica basado al 100% en tecnologías renovables es un hecho ya comprobado", ha asegurado Carlos Bravo, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace.

Apuesta por las renovables
"Las centrales nucleares son instalaciones de alto riesgo, no solo por basarse en una tecnología peligrosa, sino también por ser, como reconocen abiertamente las agencias de inteligencia de todo el mundo, objetivo potencial de ataques terroristas", ha declarado Bravo.

Greenpeace demanda al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que apueste por un modelo energético seguro. Por ello, le exige que cumpla el compromiso del PSOE de poner en marcha un plan de cierre de las centrales nucleares y de potenciar las energías renovables y el ahorro y la eficiencia energética.

Los ecologistas afirman que, según el informe Estudio sobre el empleo asociado al impulso de las energías renovables en España, del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, y de Comisiones Obreras, el número de empleos directos actuales que proporcionan las renovables es de más de 75.000 y se cifra en otros 128.000 empleos directos su potencial laboral para 2020, teniendo en cuenta solo las previsiones oficiales de crecimiento de las energías renovables.

En cambio, según datos de Comisiones Obreras, el sector nuclear contaba en 2005 con 4.124 empleados de los cuales el 52,8% pertenecían a la plantilla fija de las centrales nucleares.

Numerosos informes demuestran de forma científica la viabilidad de un sistema 100% renovable, entre ellos el elaborado por la Fundación Ideas para el Progreso del PSOE en el que se concluye que las centrales nucleares son un gran obstáculo para el despliegue a gran escala de las energías renovables.

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