Ovnis en Barcelona Cap D'any
+6
alagide
stelaplateada
Gabber4Hardcore
Kurysu
Mundoalerta
javivi100
10 participantes
MUNDOALERTA . LAS NOTICIAS MAS DESTACADAS DEL MUNDO :: RELIGIONES - PSEUDOCIENCIA - AVISTAMIENTOS OVNIS :: Mas teorías y eventos (OVNIS, Circulos cereal, Desinformación, ...)
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Re: Ovnis en Barcelona Cap D'any
ojala yo algun dia pueda contar una experiencia asi...pq no me canso de mirar al cielo con la esperanza de que algun dia pueda ver algo
Arwen- Buen usuario
Re: Ovnis en Barcelona Cap D'any
he buscado sobre la fecha y esto coincide con lo que yo vi,pero esta historia no la sabia,es un poco larga pero vale la pena..
EL CASO DE BARDENAS REALES
LA VERDADERA HISTORIA DEL CASO DE BARDENAS REALES
¡ MI SARGENTO: AHÍ FUERA HAY UN OVNI !.
Aquella fría noche del jueves 2 de enero de 1975, un joven cabo prestaba servicio en el exterior de la torre principal del Polígono de Tiro de Bardenas Reales, recóndito lugar usado como campo de bombardeo por los cazas americanos y españoles de la Base Aérea de Zaragoza. Sus prismáticos recorrían los oscuros desiertos de esa región navarra sin que nada anormal turbara la rutina habitual; sin embargo, aquella iba a ser una noche muy especial.
Eran las 22.55 horas cuando apareció una silenciosa luz roja cruzando rápidamente los montículos y desniveles cercanos al cuartel. Al cabo de cinco o seis minutos, comenzó a elevarse lentamente desprendiendo un fortísimo resplandor por la parte inferior. El alarmado cabo avisó a los compañeros que dormían en el interior de la torre. "Aquello" se estaba desplazando, atravesando el Polígono en dirección a la torre auxiliar. Ahora eran cinco los soldados que se erguían en el puesto de vigilancia y se aferraban atemorizados a los fusiles al ver como la luminaria rojiza se colocaba frente a ellos e iba acercándose inexorablemente al eventual refugio. Cuando los reclutas esperaban un encontronazo súbito, la misteriosa luz realizó un brusco giro de noventa grados, elevándose después a enorme velocidad por encima de sus cabezas. Al cabo de unos segundos, aquel visitante inoportuno se había esfumado sin dejar rastro. Sin apenas haberse recuperado de la sorpresa, los soldados informaron telefónicamente al sargento Aranda suboficial de servicio que se encontraba en el acuartelamiento. Esta fue la conversación que mantuvieron:
_Oiga, mi sargento. Hay una luz extraña que acaba de pasar por encima de nosotros. Debe ser un ovni de esos…
_¿Un ovni?. Pues, cuélguenselo ustedes de los cojones, -respondió airadamente el suboficial.
El asunto parecía zanjado. La negativa del mando superior había dado un simbólico final a lo sucedido. Lo que no suponía la intrigada tropa es que, pocos días después, el 5 de enero a las 23.20 horas, otro objeto luminoso desconocido volvería a aparecer en el mismo lugar. Ante la histérica insistencia de los soldados, el malhumorado sargento decidió subir hasta un montículo cercano provisto de unos potentes prismáticos para comprobar la veracidad de aquellos testimonios. Según el informe oficial, desclasificado ya por el Ejército del Aire, el artefacto tenía "forma de taza invertida con luces blancas en la parte inferior y superior, y luces ámbar y blancas intermitentes en los costados". El objeto, con unas dimensiones semejantes a las de un camión, permaneció en el lugar durante unos treinta minutos, emitiendo un chorro de luz intermitente que iluminaba el suelo del Polígono, dirigiéndose después, como había ocurrido en su primera aparición, hacia la torre auxiliar, para desaparecer instantes más tarde en dirección norte en el más absoluto silencio.
Todos los componentes de aquel destacamento estaban seguros de lo que habían visto, pero decidieron guardar silencio para evitar tanto los interrogatorios de sus superiores como las bromas de sus compañeros de armas. Sin embargo, a pesar de las precauciones y el tacto con el que se trató la información, la prensa se hizo eco de los extraños sucesos conmocionando a la opinión pública. Ante esa situación, la Tercera Región Aérea notificaba, en un histórico comunicado oficial, la apertura de diligencias informativas. Finalmente, el 8 de enero, a través de la Agencia Cifra, el Ejército del Aire afirmó que "los fenómenos habían sido provocados por el reflejo de la Luna al atravesar la capa de nubes". De esta forma se daba carpetazo final al incómodo asunto, pero aquel veredicto no convenció a casi nadie, y menos a Faustino Laborda, cronista del diario vespertino Aragón Express. Según ha referido el veterano reportero, no sin cierta nostalgia, los militares habían querido echar tierra sobre el suceso: "Lo primero que hicieron fue taparlo todo; yo fui al Polígono junto con un fotógrafo. Nos dijeron que había algo pero que tenían terminantemente prohibido hacer ningún comentario". Ese silencio forzado supuso que las primeras crónicas de Faustino Laborda desataran todo tipo de rumores, no sólo en las poblaciones cercanas, sino en todo el país, provocando que en los días posteriores prensa, radio y televisión dedicaran parte de su tiempo a informar sobre lo acontecido en aquel desértico paraje.
Los años pasaron y poco más se supo de los ovnis de Bardenas Reales. La posibilidad de que un artefacto desconocido aterrizara en pleno campo militar pasó a engrosar los herméticos archivos del Ejército del Aire
EL EJÉRCITO ROMPE EL SILENCIO.
El 13 de julio de 1994, el Mando Operativo Aéreo decidió dar fin a casi dos décadas de secreto, poniendo a disposición de la opinión pública veintinueve folios que formaban el polémico expediente oficial del Caso Bardenas. El informe estaba compuesto por dos investigaciones paralelas llevadas a cabo por un teniente juez informador del Sector Aéreo de Zaragoza y por un comandante juez de la Tercera Región Aérea.
En el documento de analizaba exclusivamente el caso del 2 de enero de 1975, y se recogían los testimonios de los soldados que presenciaron la aparición súbita del ovni, incluyendo un croquis de la observación y la interpretación personal del teniente general jefe de la Tercera Región Aérea, para quien "las luces o efectos de luz observados pueden haber sido producidos por el halo de la Luna, luz de una estrella, o de algún tractor cercano al atravesar las capas de niebla o bruma que intermitentemente pasaban sobre el Polígono provocando un efecto óptico que haga creer en la existencia de un cuerpo iluminado". Esta desconcertante explicación firmada el 11 de enero de 1975, antes de que las investigaciones hubieran concluido, ignoraban el segundo avistamiento acaecido durante la madrugada del 5 de enero y pasaba por alto las desconcertantes maniobras efectuadas por la "taza invertida" en le Polígono durante aquella noche. Dichas conclusiones no tienen nada que ver con las explicaciones propuestas por la Tercera Región Aérea. ¿Cómo es posible que la Luna hubiera provocado el fenómeno si aún no había hecho su aparición esa noche sobre el Polígono, tal y como indican las cartas astronómicas? ¿Desde cuándo una estrella es capaz de aterrizar y posteriormente sobrevolar efectuando bruscos giros en pleno vuelo? ¿Acaso un tractor es capaz de elevarse vertiginosamente desapareciendo en cuestión de segundos?.
Examinado minuciosamente el expediente, quedaban al descubierto numerosas incongruencias. La verdad sobre el Caso Bardenas parecía estar muy lejos de lo pretendido por los responsables del proceso de desclasificación. Expedientes tergiversados, informaciones falsas, sucesos ignorados, maniobras de disuasión y un largo etcétera de irregularidades ocultaban la auténtica realidad de uno de los casos más importantes de la ufología ibérica. Intentar rescatar la información "no contaminada" de aquellos que tomaron parte en el asunto era nuestro único objetivo.
LOS TESTIGOS DECLARAN 21 AÑOS DESPUÉS
Jamás habían hecho declaraciones a los medios de comunicación, ni nadie sabía qué había sido de los soldados que fueron escoltados por la "media luna roja" durante aquellas frías noches de 1975. Sus nombres, hasta hace pocos años, habían permanecido en el más absoluto anonimato.
Con los escasos datos recogidos en nuestros cuadernos de campo, nos dirigimos hacia la población zaragozana de Ejea de los Caballeros de la que nos separaban 500 kilómetros de carretera. Si nuestra información era correcta, allí podríamos entrar en contacto con ellos y visitar el lugar de los hechos.
Nuestros primeros pasos en la capital de las Cinco Villas muy próxima al Polígono, no fueron alentadores. Tras muchas horas de intensa búsqueda conseguimos el nombre de una persona Vicente Martínez y el de un local en Ejea - Bar Brasil -. Al parecer, Vicente Martínez, de 39 años, podría conducirnos a algún testigo del legendario caso. Su mirada era de desconfianza: nadie, durante dos décadas, se le había acercado para preguntarle sobre el asunto, pero se avino al diálogo y sus primeras palabras casi nos hicieron saltar de júbilo: "Si, yo fui el primero en verlo, estaba en la garita cuando ocurrió. Pero aquello se intentó ocultar", afirmó mientras apuraba su cerveza sin quitar ojo al monitor de televisión.
Este testigo de excepción se encontraba en aquellas históricas fechas cumpliendo el servicio militar en el citado Polígono. Según su relato, montaba guardia en el exterior de la torre principal la noche del 5 de enero de 1975, momento en el cual se produjo el segundo incidente, precisamente aquél que con más vigor se había pretendido silenciar. Seguro de sí mismo, consciente de que lo que habían visto sus ojos no era fácil de explicar, comenzó a relatarnos su particular vivencia tantos años silenciada:
"Estaba en la torre hacía la una de la madrugada cuando la radio comenzó a oírse mal, con interferencias extrañas. Eran aparatos de radio que nos prestaban los americanos y era rarísimo que ocurriera eso. Intenté arreglarla y entonces vi en la "zona de los blancos" un haz de luz blanquecino perfectamente visible que salía del suelo, dirigiéndose hacia arriba. Estuvo allí cerca de tres cuartos de hora".
El soldado Martínez llamó al cabo, que se encontraba en la parte inferior de la torre y que también pudo observar con gran nitidez el fenómeno. A los pocos minutos, llegaron en dos Land Rovers otros soldados acompañados por varios de sus oficiales superiores. Se estaba produciendo un increíble despliegue en plena madrugada con el fin de averiguar la procedencia de aquel "merodeador". En ese momento, el "haz blanquecino se volvió a levantar hacia arriba, convirtiéndose en una especie de esfera opaca de gran tamaño, anaranjada primero y luego rojo fuerte, que desapareció, acelerando de repente a gran velocidad hasta perderse por encima del acuartelamiento".
Aquel foco de luz había dejado una huella sobre el terreno. Es más, tras desaparecer el "disco rojizo" hacia el este, los soldados y sus superiores llegaron hasta el lugar donde presumiblemente había aterrizado el objeto, descubriendo una extraña mancha circular de unos 10 metros de diámetro, flanqueada todavía por las llamas. Los ocho expedicionarios tuvieron que afanarse para sofocar el fuego que brotaba del suelo. Inexplicablemente, la tierra había quedado calcinada hasta una profundidad de 10 centímetros. El hallazgo de aquella misteriosa huella sobre el terreno, certificado a la mañana siguiente, puso en guardia a las autoridades militares del Polígono y de la Base Aérea de Zaragoza: "Durante varios días nos hicieron patrullar alrededor del lugar para impedir que alguien se acercase a la huella. Ni tan siquiera a nosotros se nos permitía acercarnos. Dos o tres días después, el teniente jefe reunió a todos los soldados, incluso a los que estaban de permiso, y bajo amenaza de arresto nos impidió hacer ningún tipo de declaración. Nos dijo que el caso estaba cerrado y que la huella había sido producida por unos cazadores furtivos, lo que evidentemente era falso. Llegaron incluso a registrar las taquillas para requisar las cámaras fotográficas".
Antes de dar por finalizada la conversación, Vicente Martínez nos puso sobre la pista de otros dos soldados presentes aquella noche memorable. No sólo nos había puesto al tanto de lo acaecido durante la segunda noche, sino que nos había proporcionado además datos concretos acerca de la huella. Y lo que es más importante: había dejado al descubierto las coacciones de los altos mandos. Sospechosamente, nada de esto aparecía en el informe oficial.
NOS MANDARON CALLAR A TODOS.
Encontramos a Blas Pedro Gilabert en su domicilio de Ejea de los Caballeros. A pesar del tiempo transcurrido recordaba perfectamente lo sucedido aquella noche del 5 de enero de 1975. Fue algo que, según confesó, jamás podrá olvidar mientras viva. Se encontraba en una de las habitaciones del cuartel cuando los frenéticos gritos de sus compañeros le pusieron en guardia: "Yo ya había visto el ovni. Era de un color rojizo, parecido al butano, y se desplazaba silenciosamente en dirección a Zaragoza. Yo no puedo decir a ciencia cierta lo que era, pero lo que es seguro es que aquello se posó allí, dejando su marca sobre el terreno".
Gilabert había confirmado punto por punto todo lo relatado por Vicente Martínez, incluidas las órdenes estrictas de silenciar el caso: "Normalmente hacíamos todos los días recogida de materiales en el Polígono, pero al día siguiente no la hicimos, no nos dejaron acercarnos al círculo quemado. Yo estaba en aquella reunión en la que el teniente jefe del Polígono nos convocó a todos, incluso a los que estaban de permiso, para decirnos que lo negáramos todo, que silenciáramos el asunto. Eramos jóvenes, y ante la amenaza de que nos arrestaran, preferimos seguir las órdenes estrictas, aunque entre nosotros sí estuvimos hablando de la aparición del ovni y especulando sobre lo que podía ser".
Como pudimos comprobar, el paso del tiempo no ha impedido que alguno de los testigos siga acatando las órdenes de sus superiores. Ese era el caso de Roberto Bericat, a quien también pudimos localizar y que, visiblemente nervioso, mantuvo su versión de los hechos: "Yo no creo en este tipo de cosas –insistía una y otra vez-, allí se veían cosas todos los días y luego resultaban ser reflejos, pero aquella huella fue causada por unos cazadores furtivos". El testimonio de Bericat no resultaba muy verosímil. ¿Cómo unos cazadores furtivos iban a encender una hoguera?. Además, según supimos, era prácticamente imposible encender fuego sobre aquellas estériles tierras. El relato de este testigo fue enredándose hasta hacerse increíble. Bericat, que según coinciden sus compañeros estaba en la centralita del cuartel durante la noche del 5 de enero, acabó confesando que aquello no fue normal, y que era imposible que hubiese sido provocado por cazadores furtivos. Al final, intentó convencernos de que estuvo de permiso durante aquellas jornadas para no tener que seguir dándonos más explicaciones incómodas.
TESTIMONISO DE LOS MILITARES
A medida que avanzábamos en nuestro peregrinar en busca de claves que desentrañaran el asunto, se hacía más evidente la necesidad de localizar al teniente jefe del Polígono de Tiro de Bardenas Reales, uno de los personajes fundamentales de la trama que, como el resto, había permanecido oculto tras una densa cortina de silencio.
Cuando aquella mañana del 8 de enero de 1996, nos sentamos frente a Ricardo Campos Pecino en una céntrica cafetería de Zaragoza, supimos que estábamos ante una oportunidad única. Nos encontrábamos con el hombre que había dado orden de silenciar el suceso: "Hubo un gran revuelo que yo siempre recordaré de mi vida como militar". Recordaba perfectamente cómo transcurrieron aquellas tensas jornadas: "Era el 2 de enero; estaba escuchando la radio en mi cuarto, cuando a las 23,30 horas me llamaron alarmados por la presencia de extrañas luces en el Polígono. Me vestí corriendo y, con unos prismáticos, subí hasta un montículo cercano. Pude comprobar que efectivamente había una luz, pero a medida que se iban disipando las nubes comprobé que se trataba de la Luna". Tal y como dejó escrito en un informe que entregó en Zaragoza a la mañana siguiente, Campos Pecino salió al exterior cuando el ovni ya había desaparecido y sólo pudo observar nuestro satélite.
A lo largo de la entrevista, el teniente jefe negó la existencia de un segundo caso y la presencia de huellas sobre el terreno. Sólo admitió que "se había generado una psicosis de luces que me obligó a cortar con todo aquello". A pesar de que los soldados lo recordaban perfectamente, no quiso reconocer que había ordenado guardar silencio a la compañía; sin embargo, mantenía fresco en su memoria el lento proceso de la investigación oficial: "Primero enviaron a un teniente informador del sector aéreo, pero el ministro Zuara dijo que no, que quería que fuera hasta allí un instructor del Estado Mayor. Entonces vino el comandante Fernando Zamorano. Él habló con los soldados y me espetó al salir: ¡Oye Campos, que a mí no me has contado todo; dicen los soldados que aquí hubo más luces otras noches!. Posteriormente me llamó Franco Iribarne-Garay, teniente general jefe de la Tercera Región Aérea, que estaba reunido con Zamorano, para preguntarme en qué quedaba todo esto. Yo le dije, "mire usted, mi general, yo seguridad no tengo, pero uno de los soldados me llegó a decir que ojalá les hubieran matado para que así les creyeran". La verdad es que ellos juraban y perjuraban que era cierto".
Meses antes habíamos tenido la fortuna de entrevistar en su domicilio madrileño al coronel Fernando Zamorano, encargado de la realización del informe oficial. Nos narró cómo había entrevistado a los testigos y nos dio su impresión personal sobre lo acontecido. Este hombre afable, de dilatada experiencia militar, no tuvo reparos en confesar que "por las maniobras que el objeto realizaba no podía corresponder a una tecnología conocida". Era raro oír semejantes declaraciones a un alto mando militar, pero Zamorano aún fue más allá al confirmarnos: "Me limité a tomar declaración a los testigos, sin dar explicación a nada, pero la conclusión oficial que se dio de que "aquello" había sido la Luna fue para tranquilizar a los ciudadanos aunque todos sabíamos que era falsa".
Así pues, durante las noches del 2 y 5 de enero de 1975 algo desconocido se había paseado por el inmenso y solitario Polígono de Tiro de Bardenas Reales, frontera natural entre Navarra y Aragón. Algo que, según describían los soldados, maniobraba de forma desconcertante y llegó a posarse sobre el suelo, calcinando una extensión del terreno. Los sucesos acaecidos en aquellas dos largas jornadas, que parecían destinados a dormir el sueño eterno, engrosando el polvoriento y viejo archivo de los enigmas pendientes, quedan aquí desvelados.
Madrid, Zaragoza, Bilbao, Ejea de los Caballeros, Tudela, Bardena del Caudillo, Arguedas, Sádaba y Uncastillo han sido los escenarios de una investigación que deja al descubierto la oscura trama tejida por el Ejército del Aire con el fin de ocultar el aterrizaje de un ovni dentro de una instalación militar.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
EL CASO DE BARDENAS REALES
LA VERDADERA HISTORIA DEL CASO DE BARDENAS REALES
¡ MI SARGENTO: AHÍ FUERA HAY UN OVNI !.
Aquella fría noche del jueves 2 de enero de 1975, un joven cabo prestaba servicio en el exterior de la torre principal del Polígono de Tiro de Bardenas Reales, recóndito lugar usado como campo de bombardeo por los cazas americanos y españoles de la Base Aérea de Zaragoza. Sus prismáticos recorrían los oscuros desiertos de esa región navarra sin que nada anormal turbara la rutina habitual; sin embargo, aquella iba a ser una noche muy especial.
Eran las 22.55 horas cuando apareció una silenciosa luz roja cruzando rápidamente los montículos y desniveles cercanos al cuartel. Al cabo de cinco o seis minutos, comenzó a elevarse lentamente desprendiendo un fortísimo resplandor por la parte inferior. El alarmado cabo avisó a los compañeros que dormían en el interior de la torre. "Aquello" se estaba desplazando, atravesando el Polígono en dirección a la torre auxiliar. Ahora eran cinco los soldados que se erguían en el puesto de vigilancia y se aferraban atemorizados a los fusiles al ver como la luminaria rojiza se colocaba frente a ellos e iba acercándose inexorablemente al eventual refugio. Cuando los reclutas esperaban un encontronazo súbito, la misteriosa luz realizó un brusco giro de noventa grados, elevándose después a enorme velocidad por encima de sus cabezas. Al cabo de unos segundos, aquel visitante inoportuno se había esfumado sin dejar rastro. Sin apenas haberse recuperado de la sorpresa, los soldados informaron telefónicamente al sargento Aranda suboficial de servicio que se encontraba en el acuartelamiento. Esta fue la conversación que mantuvieron:
_Oiga, mi sargento. Hay una luz extraña que acaba de pasar por encima de nosotros. Debe ser un ovni de esos…
_¿Un ovni?. Pues, cuélguenselo ustedes de los cojones, -respondió airadamente el suboficial.
El asunto parecía zanjado. La negativa del mando superior había dado un simbólico final a lo sucedido. Lo que no suponía la intrigada tropa es que, pocos días después, el 5 de enero a las 23.20 horas, otro objeto luminoso desconocido volvería a aparecer en el mismo lugar. Ante la histérica insistencia de los soldados, el malhumorado sargento decidió subir hasta un montículo cercano provisto de unos potentes prismáticos para comprobar la veracidad de aquellos testimonios. Según el informe oficial, desclasificado ya por el Ejército del Aire, el artefacto tenía "forma de taza invertida con luces blancas en la parte inferior y superior, y luces ámbar y blancas intermitentes en los costados". El objeto, con unas dimensiones semejantes a las de un camión, permaneció en el lugar durante unos treinta minutos, emitiendo un chorro de luz intermitente que iluminaba el suelo del Polígono, dirigiéndose después, como había ocurrido en su primera aparición, hacia la torre auxiliar, para desaparecer instantes más tarde en dirección norte en el más absoluto silencio.
Todos los componentes de aquel destacamento estaban seguros de lo que habían visto, pero decidieron guardar silencio para evitar tanto los interrogatorios de sus superiores como las bromas de sus compañeros de armas. Sin embargo, a pesar de las precauciones y el tacto con el que se trató la información, la prensa se hizo eco de los extraños sucesos conmocionando a la opinión pública. Ante esa situación, la Tercera Región Aérea notificaba, en un histórico comunicado oficial, la apertura de diligencias informativas. Finalmente, el 8 de enero, a través de la Agencia Cifra, el Ejército del Aire afirmó que "los fenómenos habían sido provocados por el reflejo de la Luna al atravesar la capa de nubes". De esta forma se daba carpetazo final al incómodo asunto, pero aquel veredicto no convenció a casi nadie, y menos a Faustino Laborda, cronista del diario vespertino Aragón Express. Según ha referido el veterano reportero, no sin cierta nostalgia, los militares habían querido echar tierra sobre el suceso: "Lo primero que hicieron fue taparlo todo; yo fui al Polígono junto con un fotógrafo. Nos dijeron que había algo pero que tenían terminantemente prohibido hacer ningún comentario". Ese silencio forzado supuso que las primeras crónicas de Faustino Laborda desataran todo tipo de rumores, no sólo en las poblaciones cercanas, sino en todo el país, provocando que en los días posteriores prensa, radio y televisión dedicaran parte de su tiempo a informar sobre lo acontecido en aquel desértico paraje.
Los años pasaron y poco más se supo de los ovnis de Bardenas Reales. La posibilidad de que un artefacto desconocido aterrizara en pleno campo militar pasó a engrosar los herméticos archivos del Ejército del Aire
EL EJÉRCITO ROMPE EL SILENCIO.
El 13 de julio de 1994, el Mando Operativo Aéreo decidió dar fin a casi dos décadas de secreto, poniendo a disposición de la opinión pública veintinueve folios que formaban el polémico expediente oficial del Caso Bardenas. El informe estaba compuesto por dos investigaciones paralelas llevadas a cabo por un teniente juez informador del Sector Aéreo de Zaragoza y por un comandante juez de la Tercera Región Aérea.
En el documento de analizaba exclusivamente el caso del 2 de enero de 1975, y se recogían los testimonios de los soldados que presenciaron la aparición súbita del ovni, incluyendo un croquis de la observación y la interpretación personal del teniente general jefe de la Tercera Región Aérea, para quien "las luces o efectos de luz observados pueden haber sido producidos por el halo de la Luna, luz de una estrella, o de algún tractor cercano al atravesar las capas de niebla o bruma que intermitentemente pasaban sobre el Polígono provocando un efecto óptico que haga creer en la existencia de un cuerpo iluminado". Esta desconcertante explicación firmada el 11 de enero de 1975, antes de que las investigaciones hubieran concluido, ignoraban el segundo avistamiento acaecido durante la madrugada del 5 de enero y pasaba por alto las desconcertantes maniobras efectuadas por la "taza invertida" en le Polígono durante aquella noche. Dichas conclusiones no tienen nada que ver con las explicaciones propuestas por la Tercera Región Aérea. ¿Cómo es posible que la Luna hubiera provocado el fenómeno si aún no había hecho su aparición esa noche sobre el Polígono, tal y como indican las cartas astronómicas? ¿Desde cuándo una estrella es capaz de aterrizar y posteriormente sobrevolar efectuando bruscos giros en pleno vuelo? ¿Acaso un tractor es capaz de elevarse vertiginosamente desapareciendo en cuestión de segundos?.
Examinado minuciosamente el expediente, quedaban al descubierto numerosas incongruencias. La verdad sobre el Caso Bardenas parecía estar muy lejos de lo pretendido por los responsables del proceso de desclasificación. Expedientes tergiversados, informaciones falsas, sucesos ignorados, maniobras de disuasión y un largo etcétera de irregularidades ocultaban la auténtica realidad de uno de los casos más importantes de la ufología ibérica. Intentar rescatar la información "no contaminada" de aquellos que tomaron parte en el asunto era nuestro único objetivo.
LOS TESTIGOS DECLARAN 21 AÑOS DESPUÉS
Jamás habían hecho declaraciones a los medios de comunicación, ni nadie sabía qué había sido de los soldados que fueron escoltados por la "media luna roja" durante aquellas frías noches de 1975. Sus nombres, hasta hace pocos años, habían permanecido en el más absoluto anonimato.
Con los escasos datos recogidos en nuestros cuadernos de campo, nos dirigimos hacia la población zaragozana de Ejea de los Caballeros de la que nos separaban 500 kilómetros de carretera. Si nuestra información era correcta, allí podríamos entrar en contacto con ellos y visitar el lugar de los hechos.
Nuestros primeros pasos en la capital de las Cinco Villas muy próxima al Polígono, no fueron alentadores. Tras muchas horas de intensa búsqueda conseguimos el nombre de una persona Vicente Martínez y el de un local en Ejea - Bar Brasil -. Al parecer, Vicente Martínez, de 39 años, podría conducirnos a algún testigo del legendario caso. Su mirada era de desconfianza: nadie, durante dos décadas, se le había acercado para preguntarle sobre el asunto, pero se avino al diálogo y sus primeras palabras casi nos hicieron saltar de júbilo: "Si, yo fui el primero en verlo, estaba en la garita cuando ocurrió. Pero aquello se intentó ocultar", afirmó mientras apuraba su cerveza sin quitar ojo al monitor de televisión.
Este testigo de excepción se encontraba en aquellas históricas fechas cumpliendo el servicio militar en el citado Polígono. Según su relato, montaba guardia en el exterior de la torre principal la noche del 5 de enero de 1975, momento en el cual se produjo el segundo incidente, precisamente aquél que con más vigor se había pretendido silenciar. Seguro de sí mismo, consciente de que lo que habían visto sus ojos no era fácil de explicar, comenzó a relatarnos su particular vivencia tantos años silenciada:
"Estaba en la torre hacía la una de la madrugada cuando la radio comenzó a oírse mal, con interferencias extrañas. Eran aparatos de radio que nos prestaban los americanos y era rarísimo que ocurriera eso. Intenté arreglarla y entonces vi en la "zona de los blancos" un haz de luz blanquecino perfectamente visible que salía del suelo, dirigiéndose hacia arriba. Estuvo allí cerca de tres cuartos de hora".
El soldado Martínez llamó al cabo, que se encontraba en la parte inferior de la torre y que también pudo observar con gran nitidez el fenómeno. A los pocos minutos, llegaron en dos Land Rovers otros soldados acompañados por varios de sus oficiales superiores. Se estaba produciendo un increíble despliegue en plena madrugada con el fin de averiguar la procedencia de aquel "merodeador". En ese momento, el "haz blanquecino se volvió a levantar hacia arriba, convirtiéndose en una especie de esfera opaca de gran tamaño, anaranjada primero y luego rojo fuerte, que desapareció, acelerando de repente a gran velocidad hasta perderse por encima del acuartelamiento".
Aquel foco de luz había dejado una huella sobre el terreno. Es más, tras desaparecer el "disco rojizo" hacia el este, los soldados y sus superiores llegaron hasta el lugar donde presumiblemente había aterrizado el objeto, descubriendo una extraña mancha circular de unos 10 metros de diámetro, flanqueada todavía por las llamas. Los ocho expedicionarios tuvieron que afanarse para sofocar el fuego que brotaba del suelo. Inexplicablemente, la tierra había quedado calcinada hasta una profundidad de 10 centímetros. El hallazgo de aquella misteriosa huella sobre el terreno, certificado a la mañana siguiente, puso en guardia a las autoridades militares del Polígono y de la Base Aérea de Zaragoza: "Durante varios días nos hicieron patrullar alrededor del lugar para impedir que alguien se acercase a la huella. Ni tan siquiera a nosotros se nos permitía acercarnos. Dos o tres días después, el teniente jefe reunió a todos los soldados, incluso a los que estaban de permiso, y bajo amenaza de arresto nos impidió hacer ningún tipo de declaración. Nos dijo que el caso estaba cerrado y que la huella había sido producida por unos cazadores furtivos, lo que evidentemente era falso. Llegaron incluso a registrar las taquillas para requisar las cámaras fotográficas".
Antes de dar por finalizada la conversación, Vicente Martínez nos puso sobre la pista de otros dos soldados presentes aquella noche memorable. No sólo nos había puesto al tanto de lo acaecido durante la segunda noche, sino que nos había proporcionado además datos concretos acerca de la huella. Y lo que es más importante: había dejado al descubierto las coacciones de los altos mandos. Sospechosamente, nada de esto aparecía en el informe oficial.
NOS MANDARON CALLAR A TODOS.
Encontramos a Blas Pedro Gilabert en su domicilio de Ejea de los Caballeros. A pesar del tiempo transcurrido recordaba perfectamente lo sucedido aquella noche del 5 de enero de 1975. Fue algo que, según confesó, jamás podrá olvidar mientras viva. Se encontraba en una de las habitaciones del cuartel cuando los frenéticos gritos de sus compañeros le pusieron en guardia: "Yo ya había visto el ovni. Era de un color rojizo, parecido al butano, y se desplazaba silenciosamente en dirección a Zaragoza. Yo no puedo decir a ciencia cierta lo que era, pero lo que es seguro es que aquello se posó allí, dejando su marca sobre el terreno".
Gilabert había confirmado punto por punto todo lo relatado por Vicente Martínez, incluidas las órdenes estrictas de silenciar el caso: "Normalmente hacíamos todos los días recogida de materiales en el Polígono, pero al día siguiente no la hicimos, no nos dejaron acercarnos al círculo quemado. Yo estaba en aquella reunión en la que el teniente jefe del Polígono nos convocó a todos, incluso a los que estaban de permiso, para decirnos que lo negáramos todo, que silenciáramos el asunto. Eramos jóvenes, y ante la amenaza de que nos arrestaran, preferimos seguir las órdenes estrictas, aunque entre nosotros sí estuvimos hablando de la aparición del ovni y especulando sobre lo que podía ser".
Como pudimos comprobar, el paso del tiempo no ha impedido que alguno de los testigos siga acatando las órdenes de sus superiores. Ese era el caso de Roberto Bericat, a quien también pudimos localizar y que, visiblemente nervioso, mantuvo su versión de los hechos: "Yo no creo en este tipo de cosas –insistía una y otra vez-, allí se veían cosas todos los días y luego resultaban ser reflejos, pero aquella huella fue causada por unos cazadores furtivos". El testimonio de Bericat no resultaba muy verosímil. ¿Cómo unos cazadores furtivos iban a encender una hoguera?. Además, según supimos, era prácticamente imposible encender fuego sobre aquellas estériles tierras. El relato de este testigo fue enredándose hasta hacerse increíble. Bericat, que según coinciden sus compañeros estaba en la centralita del cuartel durante la noche del 5 de enero, acabó confesando que aquello no fue normal, y que era imposible que hubiese sido provocado por cazadores furtivos. Al final, intentó convencernos de que estuvo de permiso durante aquellas jornadas para no tener que seguir dándonos más explicaciones incómodas.
TESTIMONISO DE LOS MILITARES
A medida que avanzábamos en nuestro peregrinar en busca de claves que desentrañaran el asunto, se hacía más evidente la necesidad de localizar al teniente jefe del Polígono de Tiro de Bardenas Reales, uno de los personajes fundamentales de la trama que, como el resto, había permanecido oculto tras una densa cortina de silencio.
Cuando aquella mañana del 8 de enero de 1996, nos sentamos frente a Ricardo Campos Pecino en una céntrica cafetería de Zaragoza, supimos que estábamos ante una oportunidad única. Nos encontrábamos con el hombre que había dado orden de silenciar el suceso: "Hubo un gran revuelo que yo siempre recordaré de mi vida como militar". Recordaba perfectamente cómo transcurrieron aquellas tensas jornadas: "Era el 2 de enero; estaba escuchando la radio en mi cuarto, cuando a las 23,30 horas me llamaron alarmados por la presencia de extrañas luces en el Polígono. Me vestí corriendo y, con unos prismáticos, subí hasta un montículo cercano. Pude comprobar que efectivamente había una luz, pero a medida que se iban disipando las nubes comprobé que se trataba de la Luna". Tal y como dejó escrito en un informe que entregó en Zaragoza a la mañana siguiente, Campos Pecino salió al exterior cuando el ovni ya había desaparecido y sólo pudo observar nuestro satélite.
A lo largo de la entrevista, el teniente jefe negó la existencia de un segundo caso y la presencia de huellas sobre el terreno. Sólo admitió que "se había generado una psicosis de luces que me obligó a cortar con todo aquello". A pesar de que los soldados lo recordaban perfectamente, no quiso reconocer que había ordenado guardar silencio a la compañía; sin embargo, mantenía fresco en su memoria el lento proceso de la investigación oficial: "Primero enviaron a un teniente informador del sector aéreo, pero el ministro Zuara dijo que no, que quería que fuera hasta allí un instructor del Estado Mayor. Entonces vino el comandante Fernando Zamorano. Él habló con los soldados y me espetó al salir: ¡Oye Campos, que a mí no me has contado todo; dicen los soldados que aquí hubo más luces otras noches!. Posteriormente me llamó Franco Iribarne-Garay, teniente general jefe de la Tercera Región Aérea, que estaba reunido con Zamorano, para preguntarme en qué quedaba todo esto. Yo le dije, "mire usted, mi general, yo seguridad no tengo, pero uno de los soldados me llegó a decir que ojalá les hubieran matado para que así les creyeran". La verdad es que ellos juraban y perjuraban que era cierto".
Meses antes habíamos tenido la fortuna de entrevistar en su domicilio madrileño al coronel Fernando Zamorano, encargado de la realización del informe oficial. Nos narró cómo había entrevistado a los testigos y nos dio su impresión personal sobre lo acontecido. Este hombre afable, de dilatada experiencia militar, no tuvo reparos en confesar que "por las maniobras que el objeto realizaba no podía corresponder a una tecnología conocida". Era raro oír semejantes declaraciones a un alto mando militar, pero Zamorano aún fue más allá al confirmarnos: "Me limité a tomar declaración a los testigos, sin dar explicación a nada, pero la conclusión oficial que se dio de que "aquello" había sido la Luna fue para tranquilizar a los ciudadanos aunque todos sabíamos que era falsa".
Así pues, durante las noches del 2 y 5 de enero de 1975 algo desconocido se había paseado por el inmenso y solitario Polígono de Tiro de Bardenas Reales, frontera natural entre Navarra y Aragón. Algo que, según describían los soldados, maniobraba de forma desconcertante y llegó a posarse sobre el suelo, calcinando una extensión del terreno. Los sucesos acaecidos en aquellas dos largas jornadas, que parecían destinados a dormir el sueño eterno, engrosando el polvoriento y viejo archivo de los enigmas pendientes, quedan aquí desvelados.
Madrid, Zaragoza, Bilbao, Ejea de los Caballeros, Tudela, Bardena del Caudillo, Arguedas, Sádaba y Uncastillo han sido los escenarios de una investigación que deja al descubierto la oscura trama tejida por el Ejército del Aire con el fin de ocultar el aterrizaje de un ovni dentro de una instalación militar.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
flipeante- Buen usuario
Re: Ovnis en Barcelona Cap D'any
Kurysu escribió:Yo vivo en Lerida y cada dia me asomo un rato a mirar al cielo,
ya que en la zona donde vivo parece que vayas a tocar las estrellas de lo cercano que se ve todo,
y de momento no he visto ninguna luz como estas, ni las de NY, ni nada parecido,
pero el dia que vea alguna, me pasare el tiempo que haga falta con un telescopio y la camara de fotos xD
Así se dice!
Aunque siempre me he preguntado... Por qué en otros paises como Mexico ( o en otros de sudamerica) y EUA son TAN frecuentes los OVNIS? Por qué aquí y en el resto de europa son tan complicados de ver? Por qué hay tan pocos avistamientos a diferencia de otros lugares?
no lo entiendo
Yes, yo tambien pienso lo mismo que tu....
en 22 años que tengo de vida, lo mas claro que he llegado a ver, y deducir que fue un ovni, fue cerca de Castellon (Valencia), en esta seccion de ovnis la escribi, buscala y saca tu propia conclusion xD
Pero vamos que, yo siempre he sido de los que piensa que no estamos solos (ojo, que no entre a este foro precisamente por el epic del 2012, fue por cosas de ovnis y el pequeño rincon que se me quedo tras ver uno xD)
en fin, me referia a que fue lo que vi y tras sacar varias conclusiones no me quedo otra que pensar que fue un ovni, no me gusta inventar historias sobre ufos ya que bastante tengo con ver peliculas sensacionalistas hahahahha
un saludo!
Edit:
Otra cosa curiosa, tengo varios amigos que son militares, y dos de ellos precisamente son policias aereos (uno de ellos fue militar aereo del ejercito español),
y ellos mismos me dicen ""hemos visto cosas que ni el mismo creador de la tipica imagen alien, se lo creeria"",
y yo sabiendo como son ellos, y de que trabajan, me lo creo totalmente....
y segun me dijo uno de ellos, algo nos cubren ya que mas de un dia (y hablo de hace cosa de dos semanas atras) han tenido ciertos problemas aereos, son de madrid.
Gabber4Hardcore- PIRULAS NIBIRUS
Re: Ovnis en Barcelona Cap D'any
Lo mas que puede costar es una torticolis
Mira el cielo Administrador, eso es todo
saludos
Mira el cielo Administrador, eso es todo
saludos
stelaplateada- Buen usuario
Re: Ovnis en Barcelona Cap D'any
mmm
al rato van a decir que vieron un reptiliano en este foro...
al rato van a decir que vieron un reptiliano en este foro...
Invitado- Invitado
Re: Ovnis en Barcelona Cap D'any
vitania escribió:Voy a aprovechar la ocasión!!
Al principio de entrar en el foro, quería contaros de donde venía mi interés en estos temas, después de escribirlo, lo borré, no me atreví.
Ahora que me conoceis un poquito si me atrevo a contarlo.
Hace 20 0 21 años, yo estudiaba por las noches, y como no me dejaban fumar salía a la ventana que daba a un patio grande de la comunidad.
Esa noche salí y me pareció que había luna llena, como tantas otras, pero cuando ya llevaba fumado medio cigarrillo, empecé a mirar "esa luna"porque no me cuadraba.
Pensaba: " Pues si que está baja hoy la luna, si parece que está muy metida en el patio..., y las manchas??, hoy está muy amarilla y sin su resplandor "
Yo miraba y miraba, pero creerme!! convencida de que era la luna que estaba rarísima.
De repente, en décimas de segundo comenzó a hacerse pequeño hacia arriba hasta desaparecer. Pero visto y no visto!!
OS IMAGINAIS LA CARA DE TONTA QUE SE ME QUEDÓ!!!!
Me metí a casa encantada con lo que había visto, tampoco me asusté ni mucho menos...,siempre he pensado que no estamos solos.
Lo único que pensaba es que lo podía haber disfrutado más si me hubiese dado cuenta de lo que era, y no como una tonta pensando que era la luna. Porque estaba allí desde que salí!!
Para mi fue una gran suerte porque aquello fue FASCINANTE!!
Por eso desde entonces, cuando hablan de que no estamos solos, me sonrío y digo: "a mí me lo van a contar!!"
Espero no haberos aburrido con mi experiencia que quería contar tal y como fue.
Desde entonces me encanta observar el cielo.
Vitania
Gracias por contar tu experiencia, me dio gusto leerte, bueno si te resulto fascinante ver una lunaovni imagina lo que se puede sentir tener de frente a sus tripulantes, es increible yo misma me pellizque para comprobar que era cierto
Bien te felicito
stelaplateada- Buen usuario
Re: Ovnis en Barcelona Cap D'any
Daniloes escribió:mmm
al rato van a decir que vieron un reptiliano en este foro...
Pues tu me recuerdas la los dos que vi,
muy amistosos por cierto
saludos
stelaplateada- Buen usuario
Re: Ovnis en Barcelona Cap D'any
stelaplateada escribió:Daniloes escribió:mmm
al rato van a decir que vieron un reptiliano en este foro...
Pues tu me recuerdas la los dos que vi,
muy amistosos por cierto
saludos
Espero que la primera vez que me vea con uno cara a cara (si llegara a pasar) no sea uno tan feo como Daniloe, porque se me caeran los calzones al suelo del susto.
alagide- Usuario habitual
Re: Ovnis en Barcelona Cap D'any
es que hasta para ser feo el amigo dani poco se esfuerza jejejejejeje
marcosweb- Buen usuario
Re: Ovnis en Barcelona Cap D'any
ya quisieran esta mirada profunda
y esta piel suavecita, suavecita
y esta piel suavecita, suavecita
Invitado- Invitado
Re: Ovnis en Barcelona Cap D'any
que bueno vitania¡¡¡¡, me encantaria ver algo asi, se me pondrian los ojitos como platos jajaja
helena- Usuario notable
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Cometa que se acerca a la Tierra "Elenin"
» Sismo grado 6.7 (Richter) en Bolivia
» Cometa que se acerca a la Tierra "Elenin"
» Cometa que se acerca a la Tierra "Elenin"
» ovnis espectaculo
» Sismo grado 6.7 (Richter) en Bolivia
» Cometa que se acerca a la Tierra "Elenin"
» Cometa que se acerca a la Tierra "Elenin"
» ovnis espectaculo
MUNDOALERTA . LAS NOTICIAS MAS DESTACADAS DEL MUNDO :: RELIGIONES - PSEUDOCIENCIA - AVISTAMIENTOS OVNIS :: Mas teorías y eventos (OVNIS, Circulos cereal, Desinformación, ...)
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.