La zona noroeste de Portugal y Galicia, entre los focos sísmicos más activos
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La zona noroeste de Portugal y Galicia, entre los focos sísmicos más activos
Hola amig@s, para vuestra información:
Sigüenza (Guadalajara), 27 oct (EFE).- La Cordillera Bética, la zona del Levante y los Pirineos son las tres zonas de mayor actividad sísmica de la Península Ibérica, que cuenta también con otros focos de importancia, como la Cordillera Ibérica, la Alcarria y la zona noroeste de Portugal y Galicia.
Así lo ha indicado en declaraciones a los periodistas el Investigador del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Miguel Ángel Rodríguez, coordinador a su vez del primer congreso ibérico de fallas activas y paleosismicidad (IBERFAULT), que reúne entre hoy y el viernes en Sigüenza (Guadalajara) a más de 70 expertos nacionales e internacionales en terremotos.
Rodríguez ha explicado que, por su cercanía con la placa africana y por la convergencia entre Eurasia y África, la Cordillera Bética, con un radio de influencia que va desde Andalucía hasta Albacete y Murcia, es la falla de mayor actividad de toda la geografía peninsular.
Destacan también como importantes focos de actividad sísmica la zona del Levante, desde Barcelona hasta Almería, y los Pirineos, así como la Cordillera Ibérica, y Galicia, donde últimamente se han detectado movimientos sísmicos, a pesar de ser una zona poco proclive a los mismos.
No obstante, este experto ha aclarado que la Península Ibérica no es una zona de alta actividad sísmica.
Estos datos, que son el eje alrededor del que se articula Iberfault, se recogerán en un mapa de fallas activas en la Península asociadas a posibles terremotos destructivos en un futuro próximo.
En ese sentido, Rodríguez ha indicado que, hasta ahora, el registro de terremotos estaba basado exclusivamente en datos instrumentales registrados por los sismógrafos durante los últimos cien años y en crónicas históricas, si bien la aparición de la Paleosismología permitirá establecer una base de datos más precisa de las zonas de actividad sísmica.
La paleosismología es una rama de la geología que estudia el registro de los terremotos antes de las primeras crónicas históricas, para lo que aborda directamente la falla que ha generado el terremoto, pudiendo calcular las magnitudes de fenómenos que se produjeron hace miles de años y que se volverán a reproducir en el futuro.
El resultado de la aplicación de esta ciencia supondrá la obtención de un catálogo mucho más completo, especialmente para grandes terremotos, y que repercutirá muy positivamente en la norma sismoresistente, que es la que se aplica a la hora de ubicar instalaciones críticas como embalses o centrales nucleares.
Asimismo, la gran ventaja de esta ciencia es que permite establecer el punto geográfico en el que se va a producir el terremoto y la magnitud del mismo, aunque aún resulta imposible predecir el momento exacto en que tendrá lugar.
"Prácticamente ninguna disciplina científica permite hacer predicciones temporales, y menos en una cuestión como ésta, con un número de variables tan alto", ha señalado Rodríguez, quien cree que el esfuerzo debe ir dirigido a la prevención.
Para ello servirá Iberfault, cuyas conclusiones se harán públicas en forma de un mapa de fallas que pueden causar terremotos destructivos y en una base de datos "on line", que ya está operativa en el IGME.
El congreso cuenta con algunos de los mayores expertos del mundo en este ámbito, como el estadounidense James McCalpin o el neozelandés Kelvin Berryman, entre otros. EFE 1011068 jvr/rb/br/elr
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Salud
Sigüenza (Guadalajara), 27 oct (EFE).- La Cordillera Bética, la zona del Levante y los Pirineos son las tres zonas de mayor actividad sísmica de la Península Ibérica, que cuenta también con otros focos de importancia, como la Cordillera Ibérica, la Alcarria y la zona noroeste de Portugal y Galicia.
Así lo ha indicado en declaraciones a los periodistas el Investigador del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Miguel Ángel Rodríguez, coordinador a su vez del primer congreso ibérico de fallas activas y paleosismicidad (IBERFAULT), que reúne entre hoy y el viernes en Sigüenza (Guadalajara) a más de 70 expertos nacionales e internacionales en terremotos.
Rodríguez ha explicado que, por su cercanía con la placa africana y por la convergencia entre Eurasia y África, la Cordillera Bética, con un radio de influencia que va desde Andalucía hasta Albacete y Murcia, es la falla de mayor actividad de toda la geografía peninsular.
Destacan también como importantes focos de actividad sísmica la zona del Levante, desde Barcelona hasta Almería, y los Pirineos, así como la Cordillera Ibérica, y Galicia, donde últimamente se han detectado movimientos sísmicos, a pesar de ser una zona poco proclive a los mismos.
No obstante, este experto ha aclarado que la Península Ibérica no es una zona de alta actividad sísmica.
Estos datos, que son el eje alrededor del que se articula Iberfault, se recogerán en un mapa de fallas activas en la Península asociadas a posibles terremotos destructivos en un futuro próximo.
En ese sentido, Rodríguez ha indicado que, hasta ahora, el registro de terremotos estaba basado exclusivamente en datos instrumentales registrados por los sismógrafos durante los últimos cien años y en crónicas históricas, si bien la aparición de la Paleosismología permitirá establecer una base de datos más precisa de las zonas de actividad sísmica.
La paleosismología es una rama de la geología que estudia el registro de los terremotos antes de las primeras crónicas históricas, para lo que aborda directamente la falla que ha generado el terremoto, pudiendo calcular las magnitudes de fenómenos que se produjeron hace miles de años y que se volverán a reproducir en el futuro.
El resultado de la aplicación de esta ciencia supondrá la obtención de un catálogo mucho más completo, especialmente para grandes terremotos, y que repercutirá muy positivamente en la norma sismoresistente, que es la que se aplica a la hora de ubicar instalaciones críticas como embalses o centrales nucleares.
Asimismo, la gran ventaja de esta ciencia es que permite establecer el punto geográfico en el que se va a producir el terremoto y la magnitud del mismo, aunque aún resulta imposible predecir el momento exacto en que tendrá lugar.
"Prácticamente ninguna disciplina científica permite hacer predicciones temporales, y menos en una cuestión como ésta, con un número de variables tan alto", ha señalado Rodríguez, quien cree que el esfuerzo debe ir dirigido a la prevención.
Para ello servirá Iberfault, cuyas conclusiones se harán públicas en forma de un mapa de fallas que pueden causar terremotos destructivos y en una base de datos "on line", que ya está operativa en el IGME.
El congreso cuenta con algunos de los mayores expertos del mundo en este ámbito, como el estadounidense James McCalpin o el neozelandés Kelvin Berryman, entre otros. EFE 1011068 jvr/rb/br/elr
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adelapasa- Buen usuario
Re: La zona noroeste de Portugal y Galicia, entre los focos sísmicos más activos
gracias por la info
Mundoalerta- Admin
Primera boya europea de Alerta de Tsunamis
Tal vez ya lo sabían y sino es bueno saberlo.
Una sonda marina alertará desde la costas españolas de posibles tsunamis
El laboratorio GEOSTAR sumergido en el golfo de Cádiz buscará el origen del maremoto que asoló Europa en 1755
Ya se han producido tsunamis en Europa: el 1 de noviembre de 1755, Lisboa quedó arrasada por uno de los peores tsunamis de la historia. Murieron 60.000 personas y los daños causados por las enormes olas se extendieron por las costas de España y Marruecos.
También en el Mediterráneo oriental: Gracias a historiadores antiguos se dispone de documentación del último tsunami que azotó la región, el 21 de julio del año 365 de nuestra era. Uno de esos historiadores fue Amiano Marcelino, quien relató lo visto cuando aquel tsunami golpeó la ciudad porteña de Alejandría. Este tsunami fue tan fuerte y devastador que ahogó a miles de personas y destruyó ciudades desde el delta del Nilo en Egipto hasta Croacia, en la costa del Mar Adriático(*1). El último tsunami registrado en el este del Mediterráneo se produjo el 8 de agosto de 1303, y se cree que se originó cerca de la costa de Rodas.
Para averiguar las causas y predecir con antelación los tsunamis, esta pasada semana un equipo español colocó el primer laboratorio submarino que será capaz de alertar de seismos como aquellos y esclarecer su origen. Se trata de un proyecto europeo que alzará la voz de alarma hasta 20 minutos antes de que las olas lleguen a España, señala el investigador principal del proyecto, Juanjo Dañobeitia, director de la Unidad de Tecnología Marina del CSIC , que dirigió el miércoles las tareas de colocación del ingenio por el B/O Sarmiento de Gamboa.
"No creo que vaya a haber un terremoto en los próximos años, pero al menos ahora tenemos el control para detectarlo", explica. Es difícil que registre un temblor como el de Lisboa, pues ese tipo de fenómenos sólo se producen cada cada 2.000 años. Sin embargo, sí podrá rastrear el golfo de Cádiz en busca de la falla que provocó el tsunami.
El desastre lo originó un terremoto de unos 8,5 grados que comenzó sobre las nueve de la mañana. Ocasionó grandes olas que destruyeron la ciudad y mataron a miles de personas. En poblaciones españolas como Cádiz o Conil, el mar retrocedió cientos de metros y luego regresó con olas de hasta 10 metros que dejaron muchas bajas y daños materiales. El impacto llegó hasta Inglaterra, Finlandia y el Caribe.
"No hay duda de que este laboratorio nos va a ayudar a encontrar la falla", señala Dañobeitia. El origen del terremoto ha sido materia de especulación durante décadas. Se sitúa en una zona de riesgo sísmico en la que confluyen la placa euroasiática y la africana, a más de 100 kilómetros (60 millas) del cabo de San Vicente y en aguas del golfo de Cádiz. Allí está desde el miércoles pasado el GEOSTAR, el primer laboratorio submarino de Europa que vigilará la zona a 3.200 metros de profundidad.
El enclave está surcado por cientos de fallas que podrían provocar un sismo, explica Dañobeitia. Las más peligrosas son las verticales, que pueden hacer que el mar se sacuda con enorme violencia, comenta. Entre estas está la que originó la catástrofe de Lisboa.
El GEOSTAR está dotado de varios instrumentos para medir diferencias de presión en el agua, movimientos de tierra y otros indicadores que pueden alertar de cambios sutiles. Interpreta los datos gracias a algoritmos específicos. Si el resultado indica la posibilidad de un tsunami, la información se envía en unos segundos a una boya que flota en la superficie y de ésta a agencias nacionales de protección civil y organismos como el Instituto Geográfico Nacional.
Dañobeitia destaca las características del laboratorio: “Es una estación submarina de tres toneladas de peso con numerosos sensores. Tiene un sensor de presión, un sismómetro oceánico y un magnetómetro, entre otros. Con estos sistemas el laboratorio muestreará además durante un año las variaciones en la columna de agua: salinidad, temperatura y conductividad, datos de interés para el estudio del cambio climático”.
GEOSTAR, con unas medidas de cinco metros de altura y algo más de dos metros y medio de ancho y profundidad, transmite los datos acústicamente a una boya en superficie, que los envía vía satélite a los institutos de investigación implicados en el proyecto. Esta información, que en el caso de estar relacionada con los tsunamis se transmitirá casi en tiempo real, será además enviada a las agencias nacionales de protección o seguridad civil de los países participantes en el proyecto.
El laboratorio también medirá las corrientes e intercambios de agua entre el Atlántico y el Mediterráneo, lo que aportará importantes datos sobre la circulación oceánica y sus efectos en el clima. El CSIC y la Universidad Politécnica de Catalunya están desarrollando además otro sensor para seguir el paso de grandes cetáceos y otras especies por el estrecho de Gibraltar.
GEOSTAR es la primera pieza de una red europea con otras nueve estaciones. Ha costado 300.000 euros aportados por España, Italia, Francia, Portugal y Alemania. Estará operativo un año, lo que duran sus baterías de litio. Después se decidirá si es rentable conectarlo al continente con un cable por el que obtendrá energía y enviará la información. La decisión para seguir adelante con el proyecto dentro del programa de grandes infraestructuras científicas se tomará en marzo de 2010, concluye Dañobeitia.
El equipo europeo que ha realizado el despliegue pertenece a la Unidad de Tecnología Marina del CSIC, al Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, al Consejo de Investigación Nacional de Italia, al Centro Geofísico de la Universidad de Lisboa y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berlín.
Estos trabajos forman parte de los proyectos europeos de laboratorios submarinos oceánicos ‘European Seafloor Observatory Network’ y ‘European Multidisciplinary Seaflor Observatory’, del VI y el VII Programa Marco de la Unión Europea respectivamente, y del ‘Integrated observations from NEAR shore sourcES of Tsunamis: towards an early warning system’, en el que se trabaja para detectar y alertar de la posibilidad de tsunamis.
Enlaces: Unidad de Tecnología Marina del CSIC Visita virtual al buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa
NEAREST (Descargar PDF 26,6MB:Integrated observations from NEAR shore sourcES of Tsunamis: towards an early warning system)
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(*1) Hasta ahora no se sabía con seguridad la localización precisa y las condiciones tectónicas de este terremoto. La localización del seísmo es importante porque puede ayudar a los sismólogos a predecir de forma aproximada cuándo se producirá el siguiente seísmo. Gracias a indicios nuevos basados en datos de radiocarbono y observaciones de campo del día del tsunami, puede localizarse el epicentro del seísmo. Según observaciones sobre el terreno, el oeste de Creta se levantó hasta diez metros por encima del nivel del mar. Si se combina la distribución de la elevación con datos modernos sobre sismicidad, hay indicios de que el terremoto no se produjo en la zona de subducción que hay debajo de Creta, sino en una falla que desciende a unos 30 grados dentro de la placa superior.
Una subducción es donde se juntan dos de las placas de la Tierra; una placa se monta sobre la otra, la cual se desliza hacia abajo con cierta inclinación hacia el manto del planeta. Las zonas de subducción suelen experimentar un desplazamiento mensurable de unos pocos centímetros al año. A medida que la roca se deforma y se hace quebradiza a mayores profundidades, estas zonas pueden generar temblores titánicos que desplazan tanta tierra que, si el deslizamiento se produce en el fondo marino, se produce una ola asesina.
Una sonda marina alertará desde la costas españolas de posibles tsunamis
El laboratorio GEOSTAR sumergido en el golfo de Cádiz buscará el origen del maremoto que asoló Europa en 1755
Ya se han producido tsunamis en Europa: el 1 de noviembre de 1755, Lisboa quedó arrasada por uno de los peores tsunamis de la historia. Murieron 60.000 personas y los daños causados por las enormes olas se extendieron por las costas de España y Marruecos.
También en el Mediterráneo oriental: Gracias a historiadores antiguos se dispone de documentación del último tsunami que azotó la región, el 21 de julio del año 365 de nuestra era. Uno de esos historiadores fue Amiano Marcelino, quien relató lo visto cuando aquel tsunami golpeó la ciudad porteña de Alejandría. Este tsunami fue tan fuerte y devastador que ahogó a miles de personas y destruyó ciudades desde el delta del Nilo en Egipto hasta Croacia, en la costa del Mar Adriático(*1). El último tsunami registrado en el este del Mediterráneo se produjo el 8 de agosto de 1303, y se cree que se originó cerca de la costa de Rodas.
Para averiguar las causas y predecir con antelación los tsunamis, esta pasada semana un equipo español colocó el primer laboratorio submarino que será capaz de alertar de seismos como aquellos y esclarecer su origen. Se trata de un proyecto europeo que alzará la voz de alarma hasta 20 minutos antes de que las olas lleguen a España, señala el investigador principal del proyecto, Juanjo Dañobeitia, director de la Unidad de Tecnología Marina del CSIC , que dirigió el miércoles las tareas de colocación del ingenio por el B/O Sarmiento de Gamboa.
"No creo que vaya a haber un terremoto en los próximos años, pero al menos ahora tenemos el control para detectarlo", explica. Es difícil que registre un temblor como el de Lisboa, pues ese tipo de fenómenos sólo se producen cada cada 2.000 años. Sin embargo, sí podrá rastrear el golfo de Cádiz en busca de la falla que provocó el tsunami.
El desastre lo originó un terremoto de unos 8,5 grados que comenzó sobre las nueve de la mañana. Ocasionó grandes olas que destruyeron la ciudad y mataron a miles de personas. En poblaciones españolas como Cádiz o Conil, el mar retrocedió cientos de metros y luego regresó con olas de hasta 10 metros que dejaron muchas bajas y daños materiales. El impacto llegó hasta Inglaterra, Finlandia y el Caribe.
"No hay duda de que este laboratorio nos va a ayudar a encontrar la falla", señala Dañobeitia. El origen del terremoto ha sido materia de especulación durante décadas. Se sitúa en una zona de riesgo sísmico en la que confluyen la placa euroasiática y la africana, a más de 100 kilómetros (60 millas) del cabo de San Vicente y en aguas del golfo de Cádiz. Allí está desde el miércoles pasado el GEOSTAR, el primer laboratorio submarino de Europa que vigilará la zona a 3.200 metros de profundidad.
El enclave está surcado por cientos de fallas que podrían provocar un sismo, explica Dañobeitia. Las más peligrosas son las verticales, que pueden hacer que el mar se sacuda con enorme violencia, comenta. Entre estas está la que originó la catástrofe de Lisboa.
El GEOSTAR está dotado de varios instrumentos para medir diferencias de presión en el agua, movimientos de tierra y otros indicadores que pueden alertar de cambios sutiles. Interpreta los datos gracias a algoritmos específicos. Si el resultado indica la posibilidad de un tsunami, la información se envía en unos segundos a una boya que flota en la superficie y de ésta a agencias nacionales de protección civil y organismos como el Instituto Geográfico Nacional.
Dañobeitia destaca las características del laboratorio: “Es una estación submarina de tres toneladas de peso con numerosos sensores. Tiene un sensor de presión, un sismómetro oceánico y un magnetómetro, entre otros. Con estos sistemas el laboratorio muestreará además durante un año las variaciones en la columna de agua: salinidad, temperatura y conductividad, datos de interés para el estudio del cambio climático”.
GEOSTAR, con unas medidas de cinco metros de altura y algo más de dos metros y medio de ancho y profundidad, transmite los datos acústicamente a una boya en superficie, que los envía vía satélite a los institutos de investigación implicados en el proyecto. Esta información, que en el caso de estar relacionada con los tsunamis se transmitirá casi en tiempo real, será además enviada a las agencias nacionales de protección o seguridad civil de los países participantes en el proyecto.
El laboratorio también medirá las corrientes e intercambios de agua entre el Atlántico y el Mediterráneo, lo que aportará importantes datos sobre la circulación oceánica y sus efectos en el clima. El CSIC y la Universidad Politécnica de Catalunya están desarrollando además otro sensor para seguir el paso de grandes cetáceos y otras especies por el estrecho de Gibraltar.
GEOSTAR es la primera pieza de una red europea con otras nueve estaciones. Ha costado 300.000 euros aportados por España, Italia, Francia, Portugal y Alemania. Estará operativo un año, lo que duran sus baterías de litio. Después se decidirá si es rentable conectarlo al continente con un cable por el que obtendrá energía y enviará la información. La decisión para seguir adelante con el proyecto dentro del programa de grandes infraestructuras científicas se tomará en marzo de 2010, concluye Dañobeitia.
El equipo europeo que ha realizado el despliegue pertenece a la Unidad de Tecnología Marina del CSIC, al Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, al Consejo de Investigación Nacional de Italia, al Centro Geofísico de la Universidad de Lisboa y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berlín.
Estos trabajos forman parte de los proyectos europeos de laboratorios submarinos oceánicos ‘European Seafloor Observatory Network’ y ‘European Multidisciplinary Seaflor Observatory’, del VI y el VII Programa Marco de la Unión Europea respectivamente, y del ‘Integrated observations from NEAR shore sourcES of Tsunamis: towards an early warning system’, en el que se trabaja para detectar y alertar de la posibilidad de tsunamis.
Enlaces: Unidad de Tecnología Marina del CSIC Visita virtual al buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa
NEAREST (Descargar PDF 26,6MB:Integrated observations from NEAR shore sourcES of Tsunamis: towards an early warning system)
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(*1) Hasta ahora no se sabía con seguridad la localización precisa y las condiciones tectónicas de este terremoto. La localización del seísmo es importante porque puede ayudar a los sismólogos a predecir de forma aproximada cuándo se producirá el siguiente seísmo. Gracias a indicios nuevos basados en datos de radiocarbono y observaciones de campo del día del tsunami, puede localizarse el epicentro del seísmo. Según observaciones sobre el terreno, el oeste de Creta se levantó hasta diez metros por encima del nivel del mar. Si se combina la distribución de la elevación con datos modernos sobre sismicidad, hay indicios de que el terremoto no se produjo en la zona de subducción que hay debajo de Creta, sino en una falla que desciende a unos 30 grados dentro de la placa superior.
Una subducción es donde se juntan dos de las placas de la Tierra; una placa se monta sobre la otra, la cual se desliza hacia abajo con cierta inclinación hacia el manto del planeta. Las zonas de subducción suelen experimentar un desplazamiento mensurable de unos pocos centímetros al año. A medida que la roca se deforma y se hace quebradiza a mayores profundidades, estas zonas pueden generar temblores titánicos que desplazan tanta tierra que, si el deslizamiento se produce en el fondo marino, se produce una ola asesina.
Invitado- Invitado
Re: La zona noroeste de Portugal y Galicia, entre los focos sísmicos más activos
Gracias Cielo...muy buena noticia, todo lo que sirva para prevenir y salvar vidas humanas bienvenido sea,
si señor...en cosas así es en lo que deben gastar el dinero.
si señor...en cosas así es en lo que deben gastar el dinero.
Invitado- Invitado
Re: La zona noroeste de Portugal y Galicia, entre los focos sísmicos más activos
interesante informacion
SION_- Usuario destacado
Re: La zona noroeste de Portugal y Galicia, entre los focos sísmicos más activos
me alegro que les haya agradado, de casualidad la levanté de la web.
Tenemos algun compañero en el foro de Portugal? estaría bueno que siga esta boya o que alguien la siga, digo por los enjambres que hay en las isla de hierro y demás me parece que esta boya por algo la pusieron...........
Tenemos algun compañero en el foro de Portugal? estaría bueno que siga esta boya o que alguien la siga, digo por los enjambres que hay en las isla de hierro y demás me parece que esta boya por algo la pusieron...........
Invitado- Invitado
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