Volcan Chapapote en el Golfo de México

Así como un volcán terrestre expulsa lava y fumarolas, un volcán submarino, localizado a tres mil metros de profundidad en el Golfo de México, vierte hidrato de metano, un prometedor combustible alterno. "Junto con el asfalto, el hidrato de metano es parte de los componentes del Volcán Chapopote, que descubrimos en la Bahía de Campeche hace tres años, y del que se podrá extraer en el futuro un nuevo combustible, aunque México aún está lejos de esa posibilidad", explica Carlos Mortera Gutiérrez, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM y uno de los descubridores, en 2003, del primer volcán submarino del mundo. El geofísico prevé que a finales de esta década Japón y Canadá concreten los primeros métodos de extracción del hidrato de metano, sustancia que se ha localizado en algunos suelos oceánicos (no en volcanes) en aguas pertenecientes a esos países. La explotación del hidrato de metano implica un reto para el ser humano, pues su estructura se mantiene resguardada en cápsulas de hielo y, al sacarla de su temperatura y ubicación marina, se desintegra en el océano liberada como gas. . "Nuestro interés central es profundizar en el ecosistema marino donde conviven el Volcán Chapopote y comunidades de esponjas, moluscos, gusanos y bacterias que se alimentan del metano y del asfalto que emanan de esa formación geológica, la cual tiene un diámetro de un kilómetro y una altura de 800 metros", señala la bióloga Elva Escobar Briones, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, quien junto con Mortera y colegas de Alemania y Estados Unidos descubrió el volcán mientras indagaba la fauna del fondo oceánico. . "Creemos que hay al menos otros tres volcanes definidos en esa región de la Bahía de Campeche, pero tenemos mucho por explorar en esa zona para caracterizarlos", enfatiza Escobar.
Mientras analizan los datos obtenidos tras la toma de muestras y la observación con robots, cámaras y ecorradares —realizada hace un par de semanas en un crucero oceanográfico en el sitio—, Escobar y Mortera confían en involucrar a Petróleos Mexicanos (PEMEX) en el proyecto para ampliar el conocimiento sobre ese ecosistema submarino de gran potencial energético. Ecosistema inexplorado . "La Zona Económica Exclusiva (ZEE) es casi la mitad del patrimonio natural de México, pero es un sitio casi desconocido", advierte Escobar al referirse a los océanos que pertenecen a México. . "No estábamos buscando petróleo, sino las características de los grupos de animales y microorganismos. Así que fue una sorpresa para todos encontrar el volcán y profundizar en su relación con las especies que ahí viven", recuerda el geofísico, quien en la expedición de 2003 (realizada a bordo del buque alemán RV Sonne) encontró moluscos y gusanos de hasta un metro de largo que se alimentan de asfalto, así como comunidades de bacterias que, al consumir el hidrocarburo, lo convierten en biodegradable. . "De esa región se conoce cuando mucho el cinco por ciento y nuestro interés en ese momento y hoy se centra en indagar lo que hay en esa zona", expone Mortera. El especialista subraya que hace tres años "las condiciones de la región geológicamente se desconocían y tampoco se tenía noticia de las comunidades quimiosintéticas asociadas al volcán, pues entramos a un área virgen con gran potencial para descubrimientos científicos". "Una de las finalidades del crucero que acabamos de concluir fue hacer un reconocimiento regional utilizando tecnología de punta, por ejemplo el ecosondeo de barrido multihaz, que permite tener unos 300 puntos en cada medición a lo largo del crucero en ambos lados. Este aparato, instalado en el barco, hace un barrido de 15 kilómetros de distancia, a una profundidad de 4 mil 200 metros en el Golfo de México", detalla. Con estos equipos, los especialistas pueden incrementar la información científica del volcán y el ecosistema al que pertenece. . "Con cámaras submarinas y un robot controlados desde el barco podemos subir y bajar de sus laderas como si estuviéramos en el volcán del Xitle", ilustra Escobar.