JOSE ORTEGA HABLA DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL EN CADENA SER

Un dia, un cazador se dio cuenta que las presas, cada vez eran mas conscientes de sus artimañas para cazarlas, y se mostraban cada vez mas esquivas, el cazador ideo un plan para que las presas no asociaran mas que ivan a ser cazadas, cuando oian el ruido de los perros y las armas...
El cazador acudio un dia a la zona de caza, sin armas ni perros, solo con nuevas herramientas de carpinteria... y contruyo una valla en linea recta, a su lado esparcio comida y se fue, al cabo de unos meses los animales silvestres se atrevieron a comer al lado de la valla, pues era nueva en su habitat, pero la comida era muy apetecible... asi que con el tiempo se olvidaron de la valla.

El cazador acudia regularmente a esparcir comida y se iva.
Despues de un tiempo, el cazador construyo una valla unida a la primera, quedando en forma de L, esparcio la comida y se fue, los animales con el tiempo volvieron a comer a pesar de la nueva valla.

El cazador continuo con esta nueva estrategia de cazeria sin armas ni perros, y comprovo que era mas sencilla y barata que la antigua estrategia de perros y armas y largas y cansinas batidas por la montaña, cuando el cazador puso la ultima valla formando un cuadrado, le dejo una pequeña abertura donde coloco una puerta que dejo abierta... y volvio a la tranquila y apacible tarea de estarcir la comida, pero esta vez añadio autenticas delicatesen... imposibles de rechazar por cualquier animal salvaje en kilometros a la redonda, y se fue tranquilamente y sin prisas.

Cuando los primeros animales se acercaron al nuevo escenario, dudaron, pues las vallas abarcaban mucho terreno y empezaban a ser algo inquietantes... pero notaron un nuevo olor que era irresistible, entraron con mucho cuidado y vigilantes, la comida esta vez se encontraba al fondo, junto a la primera valla, pero ellos no tuvieron este particular en cuenta, habia mucha mas comida que de costumbre, y era diferente y mas apetecible... comieron y comieron hasta saciar su apetito, y se fueron por donde habian venido, a asi continuaron durante mucho tiempo, hasta el punto que ya no necesitaban vigilar, pues solo tenian que entrar y comer, si saber que habia unos ojos que les vigilaban desde la distancia y la seguridad de unos matorrales... todos los dias... y todas las noches...

Un dia el cuadrilatero estaba tan lleno y abarrotado, que los animales eran incapaces de localizar y acceder a la salida del mismo, fue en ese preciso momento, cuando aparecio el cazador y en medio de la confusion, cerro la puerta.