EL PODER DE LA MENTE

EL PODER DE LA MENTE EL PODER DE UNA MENTE ALINEADA El poder de la mente sobre la materia es un tema que ha pasado de especulación de locos a corroboración científica. Con el entrenamiento adecuado, es decir, concentración, la mente puede alterar el equilibrio de los electrones de un sistema ajeno a ella. Toda la energía concentrada consigue multiplicar los efectos de la energía dispersa, como ejemplo tenemos el rayo láser. La energía mental concentrada en un punto o una idea o una persona, consigue que el funcionamiento caótico o aleatorio de sus sistemas se vea alterado para crear el orden. Es decir, que la sanación se produce cuando, gracias a una energía potente de mayor vibración que la física, se transforma el caos electrónico que produce la enfermedad en orden electrónico, que permite un intercambio de energías armónico. Los gobernantes y los ambiciosos de poder han intentado, desde hace muchos años, crear su propia red de personas con una potencia mental superior a la media, con objeto de modificar estructuras mentales de otros gobernantes para que se pudieran plegar a sus intereses. De hecho, lo han conseguido en un porcentaje elevado pero curiosamente desde 1980 aproximadamente esa influencia decreció y no se explicaban cómo. Existen unos mecanismos de protección generados por entidades de mayor evolución con una gran potencia mental que “construyen” canales de comunicación de alta seguridad y plataformas o campanas protectoras que impiden la interferencia de esas mentes. El problema es que el sistema capitalista es un aceite muy sutil que impregna a todo el mundo. El sistema soviético era también muy sutil, pero tenía menos medios económicos, por eso desapareció. Ahora son las grandes potencias las que quieren imponer el nuevo orden mundial, pero tienen en su contra el fanatismo religioso islámico y el agnosticismo y paciencia sin límites de los chinos. Sin embargo, en las últimas décadas han surgido por todo el mundo más grupos defensores de los valores éticos y morales, son grupos “incontrolados” que se convierten en una auténtica fuerza de opinión y de acción que ha ido en aumento gracias a los avances de la tecnología y las redes de comunicación social… y el “sistema” no puede controlar a esos movimientos. Con lo que no pueden contar los poderosos –aunque lo han intentado-, es la alteración electrónica de los sistemas informáticos, es decir, modificar programas con el solo poder de la mente. No lo han conseguido porque sencillamente la estructura electrónica de los programas comprende trillones de posicionamientos electrónicos, además de espacios de tiempo variable que, de forma “automática”, producen los propios electrones “aleatoriamente”. Los científicos están muy interesados en averiguar las leyes que rigen el caos, y de hecho saben, en teoría, que lo que se llama proceso aleatorio es, sin embargo, un proceso que sigue unas pautas muy concretas, seguramente trasplantables a cualquier proceso de esa índole. Lo que ocurre es que todavía no han descubierto la clave por la cual esas leyes se modifican en alguno de sus principios, también de forma aleatoria, y es que no cuentan con que hay una sexta dimensión que salvaguarda las estructuras que puedan dar lugar a destrucciones masivas, incluso planetarias. Esa información es manejada en un porcentaje moderado por seres de mayor evolución, por lo que se garantiza la inoperancia de mentes poco evolucionadas. CONCENTRACION Y POLARIZACION Este ejercicio se realizará por la noche, poco antes de dormir, y se repetirá por la mañana, apenas nos despertamos. Plantéate un objetivo, o una meta, o un deseo…, formúlalo como una afirmación o decreto positivo y en presente. Por ej. “Soy tolerante con los demás”, “No dejo que los problemas me quiten el sueño”, “Aprendo a relativizar lo que me sucede…, etc. Toma un vaso de cristal, llénalo de agua y mantenlo frente a ti, a la altura de tu plexo solar, apoyando las yemas de los dedos de tus manos sujetando el vaso. Fija tu mirada en el agua y repite en voz alta por tres veces tu afirmación positiva. Cuando termines bebe la mitad del agua y déjalo en la mesilla. Por la mañana, apenas te despiertes, coge de nuevo el medio vaso de agua y vuelve a repetir la afirmación otras tres veces, en voz alta, mientras te mantienes concentrado mirando el agua del vaso. Este ejercicio, repetido durante 21 días generará un cambio de hábito que se mantendrá de forma permanente. Al repetirlo tres veces en voz alta se crea un engrama mental, una estructura neurológica de pensamiento que se implanta en los estratos más profundos de la mente y desde allí actuarán para provocar el cambio de conducta que estemos buscando. Fuente: Revista “Conciencia Global”.